Aneurisma post-traumatico del segmento perioftalmico de la arteria carotida interna izquierda con epistaxis profusa grave
Autor: Dra. Mireya Helena Zavala Laya | Publicado:  31/01/2011 | Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Angiologia y Cirugia Vascular , Cirugia Maxilofacial , Neurocirugia , Imagenes de Neurocirugia , Imagenes de Radiodiagnostico y Radioterapia , Imagenes de Angiologia y Cirugia Vascular , Imagenes de Cirugia Maxilofacial , Casos Clinicos de Neurocirugia , Casos Clinicos de Cuidados Intensivos y Criticos , Casos Clinicos de Angiologia y Cirugia Vascular , Casos Clinicos de Cirugia Maxilofacial | |
Aneurisma post-traumatico segmento perioftalmico arteria carotida interna con epistaxis grave .2

aneurisma_perioftalmico_postraumatico/tomografia_senos_paranasales

Figura 3. Tomografía de senos paranasales (corte Sagital) con evidencia de fractura en órbita y maxilar. 

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Figura 4. Arteriografía Cerebral con aneurisma post-traumático.

Discusión

En un 45% de los casos el aneurisma de la arteria oftálmica se puede presentar con déficit visual (2), como en este paciente, quien además manifestaba lesiones asociadas a la secuela del traumatismo de cráneo, con áreas contusionales fronto-parieto-occipitales izquierdas de evolución sub-aguda y epistaxis severa, con el antecedente descrito, el cual puede conducir a laceraciones arteriales, considerándose un traumatismo grave la lesión de la carótida interna, pudiendo originar un aneurisma post-traumático, siendo más común en las fracturas de la base del cráneo.

Después de una epistaxis de aparición leve, en días puede presentarse una hemorragia “cataclísmica”, que en oportunidades se retrasa meses o años descritas en la literatura (4) como ocurrió en la evolución de este caso, llegando a una hemorragia masiva, que lo llevó al compromiso de la vía aérea y hemodinámico, ameritando procedimientos iniciales de urgencia para mantener la permeabilidad de las vías aéreas y soporte vital avanzado. Se recalca la importancia de asegurar la sobrevida inicial del paciente, manteniendo las vías aéreas permeables, taponando zonas que sangran, si es necesario intubando al paciente y permeabilizando vías que permitan la reposición de volumen (4) y luego con el paciente estabilizado, la posterior intervención multidisciplinaria para su diagnóstico y tratamiento definitivo, con evolución satisfactoria como ocurrió en este caso.

Referencias.

1. Vega S, Gutiérrez F, Mosquera G, Rivero F, Vega S. Aneurismas de la región de la arteria oftálmica. Neurocirugía 2006; 17: 303-316.
2. Sales J. Aneurisma de la arteria oftálmica. Neurocirugía, 2010. Acceso 31/07/2010. Disponible en: http://www.neurocirugia. com/wiki/doku.php ?id=aneurisma_ de_la_arteria_oftalmica
3. Goñi I. Traumatismo facial grave. Pontificia Universidad Católica de Chile. Programa de Medicina de Urgencia. 2003. Acceso: 24/07/2010. Disponible en: http://www.urgenciauc.com.
4. Gómez A. Epistaxis. En: Guías para manejo de urgencias. Sección de Otorrinolaringología. Fundación Santa Fe de Bogotá. Fecha de acceso: 24/07/2010. Disponible en: http://www. aibarra.org/ Apuntes/ criticos/ Guias /Trauma-ojos-orl/ Epistaxis.pdf


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