Educacion alimentaria para el logro de la salud integral de los niños y niñas del sector educativo rural
Autor: Prof. Marlene Isabel Medina Azócar | Publicado:  12/04/2011 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia , Endocrinologia y Nutricion , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Educacion alimentaria para la salud integral de los niños y niñas del sector educativo rural .3

Alimentación del Niño, Niña y la Desnutrición

Los niños y niñas se encuentran en un período de rápido crecimiento que aumenta sus necesidades nutricionales, las cuales deben ser satisfechas a través de la ingesta de alimentos, pero según expresa Soto (2010) "el tamaño o capacidad del estómago del niño es pequeña, siendo necesario distribuir los alimentos en varias comidas al día, para asegurar que el consumo de calorías y nutrientes sea satisfactorio". (p.135). Así mismo, asevera que un bajo y desequilibrado consumo de alimentos afecta el crecimiento y desarrollo del niño, en consecuencia su estado de nutrición y salud, puede en muchos casos presentar desnutrición. Por el contrario, un consumo exagerado de alimentos puede ocasionar obesidad en los niños.

Basado en los aspectos anteriores, Vargas (2008) indica que la alimentación del niño debe hacerse de la siguiente forma:

Niños menores de un año: Cuando el niño tiene Menos de seis meses su alimentación será exclusivamente de leche materna. De seis meses a un año de edad, deben consumir además de leche, alimentos en forma de papillas, purés, sopas, entre otras.

Niño de uno a tres años: se continúa variando la alimentación y ya comienza a estar en capacidad de ingerir alimentos más sólidos, como carne, verduras, entre otros, en trozos pequeños.

Niño de tres a 12 años: su alimentación será igual a la de toda la familia. La ingesta de alimentos en los niños menores de seis años, debe estar en función a sus condiciones orgánicas, es decir, al funcionamiento del organismo y desarrollo del mismo.

Los niños y niñas deben ser orientados en una diversidad de alimentos de los tres grupos para evitar mal nutrición Los niños en edad escolar, ya están en capacidad de comer casi todos los alimentos disponibles en el hogar, hacia el año y medio, ya el niño debe comer de todo, debe saber masticar adecuadamente y deglutir en forma satisfactoria todos los alimentos. Los niños son muy susceptibles de padecer de algún tipo de malnutrición, siendo deber de la familia, la comunidad y el personal de los establecimientos locales de salud, el contribuir con acciones específicas para su prevención.

Desnutrición y Obesidad

Dando continuidad a la aspecto anterior, la malnutrición, según Bueno (2006), comprende una serie de trastornos del estado de nutrición del niño. Unos son debidos al exceso (sobrepeso y obesidad) y otros al déficit (desnutrición) del consumo de alimentos, es decir, una alimentación inadecuada, que puede afectar gravemente el crecimiento y desarrollo físico y mental del niño. Tanto la desnutrición como la obesidad son una consecuencia de una malnutrición que se mantiene en el tiempo.

La malnutrición frecuentemente se produce por deficiencias de vitaminas y minerales que son importantes para el buen funcionamiento del organismo. Ahora bien, la desnutrición es un estado nutricional, caracterizado por déficit de peso y retraso del crecimiento, como resultado de una variedad de factores, siendo sus causas inmediatas: el inadecuado consumo de alimentos y las enfermedades infecciones frecuentes.

La obesidad por su parte, es un estado nutricional caracterizado por exceso de peso, como consecuencia de un consumo excesivo de alimentos. Es necesario destacar, que la desnutrición ocurre cuando la alimentación del niño no contiene las cantidades suficientes de calorías y/o proteínas, ella es muy corriente entre los niños menores de seis años, sobre todo en las comunidades de escasos recursos económicos, lo que los hace más propensos a las enfermedades infecciosas, a la complicaciones de salud y hasta a la muerte.

Es a través del control médico pediátrico continuo, regular que se reconocen los primeros signos de la desnutrición infantil, permiten su identificación temprana y su pronta recuperación. En el caso de la obesidad, el niño tiene una ingesta de alimentos elevada, lo que se traduce en un alto contenido de calorías, que se refleja corporalmente en algún grado de sobrepeso. El niño obeso es muy propenso a tener problemas circulatorios, motores (correr, saltar,...), elevados niveles de grasa en la sangre y aumenta sus riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares tempranas y quedar lesionados en muchos casos de por vida. Otros niños pueden no verse en ninguna de las condiciones descritas, pero necesitan ser evaluados médicamente por estar expuestos a carencias en vitaminas y / o minerales, lo que puede producirles anemia, enfermedad está muy extendida en todas las comunidades, pues la misma no tiene distingo social.

Otra carencia, es la debida a la deficiencia de vitamina A. Esta carencia es muy grave y puede ocasionar hasta la pérdida definitiva de la visión. La baja ingesta de calcio, particularmente la proveniente de la leche y sus derivados, se manifiesta en edades más tardías, alrededor de los 45 años, ocasionando lesiones que nunca se recuperarán y que pueden hasta incapacitar a los adultos en sus mejores edades productivas.

La desnutrición según, Morales (2008) es producto de una serie de causas como son:

• Falta de alimento.
• Presencia de enfermedades frecuentes.
• Desconocimiento del valor nutritivo de los alimentos, que se reflejan en el consumo de una alimentación inadecuada.
• Escaso dinero para comprar alimentos.
• Creencias erróneas.

En este sentido, debe indicarse, que existen diferentes grados de desnutrición: leve, moderada y grave. La desnutrición leve o moderada se manifiesta principalmente por:

• Adelgazamiento.
• Disminución de la actividad del niño y de su interés y curiosidad por el medio ambiente (apatía).
• Falta de apetito.
• Intolerancia a ciertos alimentos (por disminución de las funciones digestivas)
• Diarreas frecuentes.
• Alteraciones de la piel (seca) y del cabello (sin brillo y fácilmente desprendible).
• Disminución de la velocidad de crecimiento. El peso se afecta primero y solo en una etapa más tardía se altera el crecimiento en la talla. La balanza constituye, por lo tanto, un instrumento necesario para la observación del estado de salud y, en especial de nutrición del niño.

Por estas razones, el vigilar el crecimiento y desarrollo del niño constituye la mejor arma para el diagnóstico precoz de alteraciones de su estado nutricional. La interrupción del crecimiento, se puede observar claramente en la ficha de crecimiento materno infantil. Semanas o meses antes de que el niño tenga aspecto de desnutrido, deja de crecer. Pesar al niño de manera regular, registrar el peso en la ficha y observar la dirección de la curva de crecimiento es lo más importante para advertir las primeras manifestaciones de malnutrición. Es por ello que el Control Médico Pediátrico, continuo y regular y el reconocimiento de los primeros signos de desnutrición infantil, permiten su identificación temprana y su tratamiento precoz. Dentro de la desnutrición grave, existe según Morales (2008) dos tipos:

a) El marasmo, que es un trastorno del estado de nutrición del niño, debido a una intensa y prolongada deficiencia en el consumo de alimentos. Se observa con mayor frecuencia en niños menores de dos años que están sometidos a una situación de hambre continua. Las características de un niño con marasmo son las siguientes:

- Cara de "viejecito".
- Sin grasa bajo la piel.
- Hambriento.
- Atrofia muscular.
- Insuficiencia grave de peso.

Este trastorno se refleja en un marcado retraso del crecimiento, tanto en el peso como en la estatura (talla). Generalmente estos niños padecen anemia. Se ha dicho de los niños con marasmo que son "piel y huesos". La grasa debajo de la piel se ha consumido y se ven pliegues flojos de la piel en brazos, piernas y nalgas. Sus músculos están atrofiados y por esta razón los brazos y las piernas son muy delgados y todos los huesos sobresalen. El abdomen está distendido, en parte porque los músculos abdominales están débiles. La cara está arrugada y se destacan los huesos. El niño parece un viejo preocupado. También se pudieran observar cambios en el cabello: sin brillo y de fácil caída.

b) El Kwashiorkor o Síndrome Pluricarencial Infantil

Este trastorno del estado de nutrición del niño es el resultado de una prolongada y continua alimentación deficiente en calorías, pero sobre todo en alimentos ricos en proteínas como lo son las carnes, leche y productos derivados (queso, requesón), huevos. Generalmente, estos niños son alimentados con alimentos ricos en carbohidratos tales como: cereales (harinas de maíz precocida, harina de arroz, cebada, avena, harina de trigo), azúcares, tubérculos (ocumo, ñame, yuca y otros). Se observa con mayor frecuencia en niños con edades entre año y medio y cuatro años. Las características de un niño con Kwashiorkor son las siguientes:


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