Incremento de los desafios eticos derivados del desarrollo de la ciencia, la tecnologia y la sociedad
Autor: MSc. Dra. Yanet Escalona Blanchey | Publicado:  27/07/2011 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Articulos | |
Incremento de desafios eticos derivados del desarrollo de la ciencia, la tecnologia y la sociedad .4

BIOÉTICA

Como parte del proceso de internacionalización de la Medicina, la Asociación Médica Mundial adoptó en 1948 la Declaración de Ginebra y, un año después, promulgó el Código Internacional de Ética Médica, concisos documentos desprovistos de las superfluas exigencias de etiqueta médica que caracterizaron a la deontología precedente y más en consonancia con los principios antes señalados. Más adelante, en 1964, dicha Asociación adoptaría la Declaración de Helsinki Los procesos descritos serían expresión de la irrupción en la Deontología Médica de una nueva tendencia que, sin menoscabar su vocación beneficentista, sino más bien reforzándola, al mismo tiempo limitaba su proyección paternalista tradicional, al reconocer la capacidad del sujeto para la toma de decisiones relacionadas con su salud. Este hecho constituyó una importante premisa para la aparición de la Bioética. (14).

La Bioética surge como resultado de la maduración de una serie de condiciones que se fueron gestando desde el advenimiento del mundo moderno y, de modo particularmente intenso, durante el período comprendido entre la II Guerra Mundial y los primeros años de la década del 70 del siglo XX. Estas han sido convencionalmente agrupadas para su estudio, del siguiente modo: Premisas económicas y políticas; científicas - tecnológicas; sociales; jurídicas; éticas - filosóficas y las médico - deontológicas, ya analizadas.

Premisas económicas y políticas: A partir de la culminación de la II Guerra Mundial hubo una intervención cada vez más amplia del Estado, el cual asumió obligaciones con relación al bienestar social. El nuevo orden sería bautizado como “Estado del bienestar”, inspirador del “sueño americano”.

A fines de la década de los 60 y principios de los 70, ya se expresaba el proceso de globalización económica de carácter neoliberal. La crisis económica de 1973 marcaría el final del estado benefactor y el comienzo de la revitalización y globalización de las tesis y prácticas más reaccionarias del liberalismo clásico (neoliberalismo). En este contexto, la política sanitaria vigente sería cuestionada por haber elevado en medida creciente el gasto sanitario durante los últimos años, generándose un amplio debate ético en torno a cuáles debieran ser los límites de una asistencia sanitaria justa. Las respuestas a esta interrogante reflejarían la heterogeneidad de las posiciones ideológicas concurrentes en este convulso y complejo período de transición, las que marcarían el discurso bioético, tornándolo tan heterogéneo, como ellas mismas. (28).

Premisas científico - tecnológicas: Las preocupaciones éticas en relación con los avances de la ciencia y la tecnología y su aplicación, generadas por el holocausto de Hiroshima y Nagasaki, se multiplicarían en los años posteriores, como consecuencia de los siguientes hechos:

- Posibilidad de manipulación de las funciones vitales,
- progresivo deterioro de las condiciones naturales de vida,
- creciente especialización, despersonalización y deshumanización de la atención médica, asociadas a la utilización de nuevas y complejas tecnologías diagnósticas y terapéuticas, y a la creciente mercantilización de la medicina hospitalaria,
- Creación de las terapias intensivas, donde se generarían nuevos dilemas éticos en relación con la muerte (muerte encefálica).
- Inicio de los trasplantes de órganos en la década de los 60 y aplicación de otras nuevas tecnologías que plantearían problemas éticos para los cuales la deontología tradicional no tendría respuestas.

En resumen, el desarrollo científico - tecnológico, despertaría temor en la población y grandes preocupaciones de carácter ético en los medios intelectuales, que condujeron al cuestionamiento de la máxima moderna, según la cual, se justifica éticamente hacer todo lo que pueda ser hecho, a condición de sustentarse en los avances de la ciencia y la tecnología y servir a su desarrollo. La elaboración de una propuesta alternativa, exigiría la construcción de una nueva perspectiva ética: la bioética. (28).

Premisas sociales: La bancarrota de la economía y con ella del sueño americano, junto a las consecuencias negativas del desarrollo científico -tecnológico, desencadenaron una profunda crisis de valores en la sociedad. Como consecuencia, se generaron en los EUA diversos movimientos sociales: en pro de los derechos civiles, en contra de la discriminación racial y de la continuación de la guerra contra Vietnam, ecologistas y de consumidores, incluido el de consumidores de servicios de salud. Este último, logró que la Asociación Americana de Hospitales aprobara en 1972 la primera Carta de Derechos del Paciente, considerada como uno de los documentos fundacionales más relevantes de la Bioética.

De este modo, el paradigma bioético comenzó a gestarse en el seno de los movimientos sociales de la época, en particular del ecologista y del de consumidores de servicios de salud, como reacción espontánea a la situación de crisis. (28) (29).

Premisas jurídicas. Los criterios que sirvieron de base a las cortes norteamericanas para juzgar casos clínicos, experimentarían significativas transformaciones. Si hasta 1890 los tribunales defendieron el derecho del paciente a la información y la elección, sólo en los casos en que estas pudieron representar una ayuda terapéutica para el mismo, a partir de esa fecha y hasta 1945, serían otros los criterios jurídicos que se harían valer. Pasaría a primer plano la defensa de la autonomía del paciente, el derecho a elegir cómo desea ser atendido por el médico y a establecer límites y prohibiciones específicas en relación con la intervención de éste en su cuerpo. Se exigiría el consentimiento del paciente con independencia de su significación terapéutica. No obtenerlo o violarlo sería considerado delito de agresión.

Del reconocimiento del paternalismo médico y de su tesis de que la información y la toma de decisiones por los pacientes podrían ser perjudiciales para estos, los tribunales pasarían a la defensa de su autonomía absoluta.

En resumen, la jurisprudencia norteamericana contribuiría notablemente, tanto conceptual, como metodológicamente, al surgimiento y desarrollo del paradigma bioético en Estados Unidos. (28) (29).

Premisas ético - filosóficas: La labor de sistematización del paradigma bioético, encontraría su fuente de inspiración fundamental en las doctrinas éticas de Enmanuel Kant (1724-1804) y John Stuart Mill (1806-1873) ambas defensoras de una ética autónoma.

La autonomía moral en la ética kantiana puede resumirse en el postulado “es bueno hacer lo que se debe”, es decir, se considera moral sólo aquel acto que se atiene a principios éticos previamente establecidos, con independencia de cuáles sean sus consecuencias. En otras palabras, debe obrarse siempre por conciencia del deber, sin importar las consecuencias.

Stuart Mill, por su parte, desde posiciones utilitaristas (consecuencialistas) concretaría el principio de autonomía moral en una máxima diametralmente opuesta a la kantiana:”se debe hacer lo que es bueno”. La obligación moral de hacer algo, ahora se determinará en función de las consecuencias previsibles de la acción, de acuerdo a la correlación de perjuicios y beneficios (utilidad) que esta pueda reportar. Para el utilitarismo, lo bueno, es lo útil. (28) (29).

Por esta época, específicamente en 1971, Van Rensselaer Potter, oncólogo norteamericano introdujo por vez primera el término “Bioética” en su artículo “Bioética, la ciencia de la supervivencia” cuya tesis filosófica central planteo que la supervivencia de la especie humana requiere del desarrollo de una ética que combine el conocimiento biológico y los valores humanos. (30).

En su segundo libro “Bioética Global” se argumentó la necesidad de desarrollar una ética para una supervivencia humana sustentable a largo plazo, construyendo puentes entre las especialidades, con el fin de desarrollar más a fondo una Bioética Global que considere el bienestar humano en el contexto del respeto por la Naturaleza.(14) (30).

En los años 90 se sumó al reclamo de una “Bioética Profunda”, que se extendiese más allá de la relación entre ciencias biológicas y la ética ambiental hacia una reconstrucción de todas las éticas (14).

Así la Bioética se formuló como una ética de la vida desde una posición de humildad y responsabilidad, en busca de una sabiduría efectiva que integre el mundo del saber científico y los valores morales, Por lo que un aporte fundamental de la obra de Potter es la consideración de la ética a lo interno de la ciencia y su producción de conocimiento. Desde su perspectiva, lo moral no es solo un elemento externo o vinculante, es una parte inalienable de la producción de saber científico sobre el mundo. La Bioética presta atención al conocimiento como producto humano colectivo y devela la falacia de la supuesta neutralidad de la ciencia y la técnica, o sea, reformula el objetivo de la ciencia planteando que esta debe preocuparse no solo por la producción de conocimientos, sino también por la pertinencia social y su uso (30).

La orientación que Potter pretendió imprimirle a la bioética, no obstante su alto valor humanista, no recibió la atención merecida de los eticistas norteamericanos. Estos asumirían el término, pero restringiendo su contenido al examen, fundamentalmente, de los problemas éticos de la investigación y la asistencia médica. De este modo, la bioética se medicalizaría progresivamente. (31)

La Bioética Médica es la parte de la Bioética que se encarga de resolver los conflictos de valor que surgen en el área de la atención sanitaria. Sin dudas que ésta es la parte de la Bioética que ha experimentado un mayor desarrollo, lo que se explica por la naturaleza de los problemas que aquí se presentan – relacionados de forma directa con la vida y la salud humanas – y por las posibilidades que brindan éstos, dado su carácter casuístico, de ser tratados con la ayuda de un método concreto. La Bioética Médica opera con una metodología específica aplicada en la esfera de la salud y la hace más eficaz a la hora de resolver un conflicto de valores, los intereses básicos en conflicto durante la toma de decisiones médicas son más dables a un tratamiento metodológico que la compleja gama de intereses presentes en todos los demás problemas que ponen en peligro la supervivencia del hombre a escala del planeta. (14) (32) (33).


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