Comportamiento del sindrome coronario agudo en Unidad de Cuidados Intensivos
Autor: Msc. Dra. Yanelis Cervantes Contrera | Publicado:  25/11/2011 | Cardiologia , Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Articulos | |
Comportamiento del sindrome coronario agudo en Unidad de Cuidados Intensivos .4

Las diferencias sexuales en la morbilidad por Cardiopatía Isquémica están bien documentadas. Se han avanzado hipótesis ambientales y genéticas para explicar estas diferencias, pero su importancia relativa sigue sin estar clara. Se cree que los factores hormonales desempeñan un papel importante, ya que las diferencias sexuales en morbilidad disminuyen después de la menopausia y el riesgo de cardiopatía isquémica aumenta de manera notable en las mujeres después de ooforectomía. Sin embargo, los porcentajes de morbilidad por cardiopatía isquémica tanto en hombres como en mujeres varían sustancialmente de unos países a otros, y con el tiempo, lo que indica que también intervienen efectos ambientales (81).

El predominio del sexo masculino en nuestro estudio pudiera tener relación con la protección estrogénica presente en el sexo femenino en los primeros años de la vida adulta luego, como se observa en la tabla esta protección decrece a partir de los 50 años correspondiéndose con la etapa post-menopáusica donde hay un descenso de los niveles estrogénicos en la mujer.

Tabla 2: Comportamiento de las formas clínicas del Síndrome Coronario Agudo según grupos de edades. Santa Lucía. Años 2008-2009. 

sindrome_coronario_agudo/formas_clinicas_sca

En cuanto a las formas clínicas del Síndrome Coronario Agudo predominó la Angina Inestable con 58 pacientes para un 73.4%, lo que coincide con los estudios realizados por Jiménez (77) y Permanyer (78), en Granada y España respectivamente, donde existe mayor índice de hospitalizaciones por Angina Inestable. Lo que podría asociarse a que los marcadores biológicos utilizados en la presente investigación fueron la CK total y la CK MB que son muy útiles para el diagnóstico precoz pero no se utilizaron las Troponinas que como planteó el autor en el Marco Teórico su alta sensibilidad le permiten diferenciar las Anginas Inestables de los Infartos sin elevación del segmento ST aunque se comportan de forma similar clínicamente y en su tratamiento.

En ambas formas clínicas predominaron los pacientes mayores de 60 años coincidiendo nuevamente con lo planteado por los autores antes señalados.

En la segunda mitad del pasado siglo, se realizaron numerosos estudios que han tratado de demostrar la asociación de ciertos factores de riesgo en el desarrollo de la cardiopatía isquémica. Ya desde los tiempos de Hipócrates se señalaba la asociación entre la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

En 1966, Jeremiah Stamler se refirió al concepto de factores de peligro coronario, establecido por su gran importancia teórico-práctica en relación con la génesis, desarrollo y profilaxis de la enfermedad aterosclerótica de las arterias coronarias, cerebrales y periféricas.

Según el estudio de Framingham, la mejoría en el perfil de estos factores de riesgo puede contribuir a una disminución importante de hasta 60% en la mortalidad por afecciones cardíacas (82).

Tabla 3: Factores de Riesgo Coronario según Sexo. Santa Lucía. Años 2008-2009. 

sindrome_coronario_agudo/factores_riesgo_coronario

En la tabla 3 podemos observar que existe gran número de factores de riesgo, debido a que los pacientes estudiados presentan varios factores de riesgo asociados, lo que coincide con Albis (83) y Abreu (84) Colombia y Caracas respectivamente, en que el 100% de los pacientes ingresados presentaron al menos un factor de riesgo coronario de los estudiados; predominando en ambos sexos la hipertensión arterial, con un total de 51 casos para un 64.6%,

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Hipertensión Arterial (HTA) constituye el primer riesgo de muerte en la mujer y el segundo para los varones en el mundo occidental. Se estima que el 50% de las enfermedades cardiovasculares (ECV) se puede atribuir a la elevación de la presión arterial (PA), siendo el principal riesgo de ictus e insuficiencia cardiaca. El 90% de las personas normotensas a los 55 años serán hipertensas antes de su muerte.

La mayoría de las complicaciones relacionadas con la Hipertensión Arterial (HTA) son prevenibles, pero las bajas de tasas de conocimiento y control de su hipertensión por parte de profesionales y pacientes hacen más dramática la situación actual en salud pública (85).

En Cuba a partir de 1999 se obtuvieron importantes resultados en la detección de personas con hipertensión, a través de la pesquisa activa del médico y la enfermera de familia, lo que produjo un aumento de la prevalencia en pacientes dispensarizados (194,6 por 1.000 habitantes en 2005) (49). Experiencia que ha sido transmitida a Venezuela por la Misión Barrio Adentro por lo que es mayor el número de personas dispensarizadas como hipertensas.

En segundo lugar encontramos mayor incidencia Dislipidemias con un 53.2% y predominio en el sexo masculino, coincidiendo con García (5), no así con Permanyer (78), en su estudio las Dislipidemias fueron el tercer factor de riesgo en importancia.

La calificación de riesgo coronario se ha basado por mucho tiempo en la medición de los niveles de Colesterol total, apoyándose en la teoría lípido clásica de la aterosclerosis, que muestra una clara relación directa entre los niveles de Colesterol total, y la presentación de morbilidad y mortalidad por enfermedad coronaria; entre más altas las cifras de colesterol, más eventos cardiovasculares suceden. Desde los primeros reportes del Framingham Heart Study se encontró que el nivel de colesterol está fuertemente relacionado al desarrollo posterior de enfermedad coronaria en la población.

La historia familiar de Cardiopatía Isquémica con un 46.8% ocupó el tercer lugar, coincidiendo con los resultados expuestos por Albis (83), y Abreu (84) en sus estudios.

Las influencias genéticas en la cardiopatía coronaria se examinaron en una conferencia celebrada en Moscú en 1990 con el patrocinio de la OMS. Es bien sabido que los factores genéticos desempeñan una función importante en la etiología y patogénesis de las enfermedades cardiovasculares e intervienen en la susceptibilidad o resistencia del individuo a la enfermedad. La aplicación de modernas técnicas genéticas ha permitido identificar los marcadores polimorfos involucrados en la regulación y función normal de un gran número de factores de riesgo cardiovascular, muchos de los cuales pueden ser causa de diferencias individuales en el riesgo de cardiopatía coronaria.

Los intentos actuales por determinar marcadores del ADN se concentran en el método del " gen candidato" (86).

En la presente investigación el hábito de fumar y la Diabetes Mellitus constituyen, como muestra la tabla 3 cuartos y quintos en el orden de prevalencia, no por ello dejan de ser importantes.

En cuanto al hábito de fumar los mismos autores plantean que es considerado el más importante de los factores de riesgo modificables después de las Dislipidemias, debido a que los fumadores tienen dos veces más riesgo de padecer Cardiopatía Isquémica y está presente en el 50% de los pacientes portadores de un accidente coronario agudo (82). La sociedad Andaluza de medicina de familia plantea que el tabaquismo se asocia con resistencia a la insulina, atenuación de la relajación dependiente del endotelio y aumento de los niveles de endotelina. Todos estos efectos se agregan a las principales lesiones cardiovasculares directas producidas por el tabaco. Por otro lado, en los fumadores, el monóxido de carbono (10 veces mayor que en los no fumadores) produce hipoxia del endotelio vascular aumentando su permeabilidad al colesterol circulante y formando placas de ateroma. La nicotina aumenta de forma aguda la presión arterial a partir de la media hora posterior al cigarrillo (85).


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