Comportamiento clinico–epidemiologico de los factores de riesgo cardiovascular
Autor: MsC. Yanelis Cervantes Contrera | Publicado:  26/01/2012 | Cardiologia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Comportamiento clinico–epidemiologico de los factores de riesgo cardiovascular .3

• Edad: variable cuantitativa discreta. Utilizamos las edades cumplidas en años y se distribuyeron de la siguiente forma:

 20-29 años
 30-39 años
 40-49 años
 50-59 años
 60 años y más

• Sexo: variable cualitativa nominal dicotómica que se define como sexo biológico y que se corresponde con:

 Masculino
 Femenino

• Tabaquismo: se tuvo en cuenta el consumo habitual de tabaco en cualquiera de sus formas de presentación (cigarros, cigarrillos, tabaco, pipa, etc.) en los últimos tres años y establecimos dos categorías:

 No fumador: no fumó en los últimos tres años
 Fumador: fumó en los últimos tres años

• Sedentarismo: es la falta de actividad física. Se entiende como tal cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que da como resultado un gasto calórico para lo cual debe tener determinadas características de intensidad, duración y frecuencia. La intensidad debe ser suficiente para mantener las pulsaciones entre el 60 y el 85% de la frecuencia cardíaca máxima teórica. Debe tener una duración mínima de 30 minutos y una frecuencia mínima de tres días a la semana. A los efectos de la presente investigación se consideró como sedentaria a toda persona que no realizaba actividad física regular de duración mínima de 30 minutos tres días a la semana. Se interrogó si había realizado actividad física (deporte, ejercicios, etc.) en el momento de la investigación. Se tomaron en cuenta las siguientes categorías de actividad física:

 Gimnasia
 Deporte
 Caminata o similar
 Actividad física laboral equivalente (obreros, trabajadores rurales, etc.)

• Para el consumo de alcohol se consideró a todo paciente que ingería bebidas alcohólicas con una frecuencia de tres o más veces por semana y una cantidad superior a 150 mililitros de ron, 1.050 mililitros de cerveza o 450 mililitros de vino. (11)

• Antecedentes familiares: se tuvo en cuenta la presencia de APF de primer orden (madre, padre o hermano) de enfermedad cardiovascular independientemente el tipo de esta.

• Antecedentes patológicos personales: tuvimos en cuenta los siguientes:

 Hipertensión arterial (HTA): aquellas personas con antecedentes de dicha enfermedad que cumplieran con lo establecido con el programa nacional de hipertensión arterial (HTA).
 Diabetes mellitus: se tuvo en cuenta a toda persona que refiriera ser diabético y que cumpla con los criterios diagnósticos del programa nacional de diabetes mellitus.
 Gota o hiperuricemia: se tuvo en cuenta a todos aquellos pacientes que presenten antecedentes de la enfermedad o que tengan exámenes complementarios que apoyen el diagnóstico.
 Obesidad: se tuvo en cuenta el cálculo del índice de masa corporal (IMC) según la siguiente fórmula:

Índice de masa corporal (IMC) = peso / [talla]2 mayor o igual a 25
Índice de masa corporal (IMC) de 25 a 29,9 (sobrepeso), mayor de 29,9 (obesidad).

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

Se estudiaron 250 pacientes de la población perteneciente a la parroquia Santa Lucía, donde se obtuvieron los siguientes datos demográficos:

Tabla 1. Distribución de los pacientes según grupo de edades y sexo 

factores_riesgo_cardiovascular/grupo_de_edades

Fuente: encuesta.

Al distribuir a los pacientes según grupos de edades y sexo (tabla 1), el 50,8% correspondía al grupo de edades de 50 o más años, donde prevaleció el grupo de 50 a 59 años con 74 pacientes para un 29,6%.

Numerosos estudios coinciden con los resultados obtenidos en esta investigación. Sergio Curto en su investigación sobre factores de riesgos de enfermedades cardiovasculares en Uruguay encontró que el 49% de sus pacientes tenía más de 60 años de edad (45). Igualmente Díaz Realpe J. (6) en un estudio realizado en Cartagena, Colombia, que obtuvo un 51,4% de pacientes mayores de 45 años de edad; estos resultados se corresponden con los obtenidos por la autora. Un estudio realizado por el doctor Alexander Gómez (46) en la comunidad de Santa Bárbara, Barquisimeto, mostró que el grupo de edades más numeroso estaba comprendido entre 20 y 40 años de edad, lo que no coincidió con los resultados de este trabajo.

Como se había expresado, con la edad la actividad del corazón tiende a deteriorarse. Puede aumentar el grosor de las paredes de este, las arterias pueden endurecerse y perder su flexibilidad, cuando esto sucede el corazón no puede bombear la sangre a los músculos del cuerpo tan eficientemente como lo hacía con anterioridad. Debido a estos cambios, el riesgo cardiovascular aumenta con la edad.

Las personas de mayor edad tienen un riesgo superior de sufrir enfermedades del corazón. Aproximadamente cuatro de cada cinco muertes debidas a una enfermedad cardíaca se producen en personas mayores de 65 años de edad. (47-49)

En el presente estudio se considera que estos resultados se deben a que en la comunidad de estudio, al aplicar el índice de Rosset, existen por cada 100 habitantes 9,2 ancianos, lo que se corresponde con un umbral de envejecimiento.

En cuanto al sexo, predominó el femenino con 131 pacientes, lo que se corresponde con un 52,4%.

Al comparar los resultados con la literatura mundial hubo divergencia de opiniones respecto al sexo (50,51). Un estudio realizado en la comunidad de Santa Bárbara, Barquisimeto, por el doctor Alexander Gómez observó que en cuanto al género, hubo predominio del sexo femenino, con una razón mujer/hombre de 2,3. (46)

Reinaldo García en un estudio sobre prevalencia de factores de riesgo coronario en “10 de Octubre” obtuvo que la composición por grupos de edades fue similar para ambos sexos, con predominio del sexo femenino en un 59,5% (50), lo que coincide con los resultados de esta investigación.

López M. y colaboradores apreciaron que el 50,2% de los pacientes estudiados pertenecía al sexo masculino, mientras que el 49,8% restante fueron mujeres. (51)

Gracias a las hormonas sexuales las mujeres generalmente están protegidas de las enfermedades del corazón hasta la menopausia, que es cuando su riesgo comienza a aumentar. Las mujeres mayores de 65 años de edad tienen aproximadamente el mismo riesgo cardiovascular que los hombres de la misma edad. (52,53)

Entre los factores de riesgos modificables, los hábitos tóxicos juegan un papel preponderante, y es uno de los principales grupos donde se puede ejercer una precoz actividad de promoción y prevención para evitar posteriores alteraciones cardiovasculares. (54)

En la tabla 2 se hizo una distribución de la muestra estudiada según los hábitos tóxicos presentes en estos pacientes.

Tabla 2. Distribución de los pacientes según hábitos tóxicos 

factores_riesgo_cardiovascular/distribucion_habitos_toxicos

Fuente: encuesta.

Al analizar la tabla 2, se observó que el 52,8% de los pacientes eran fumadores y 98 pacientes para un 39,2% ingieren bebidas alcohólicas.

Glena Fernández en un estudio realizado en el estado Zulia encontró que el hábito de fumar se presentó en el 53% con 44 pacientes (53); estos resultados se corresponden con los de la presente investigación.

En una encuesta multinacional sobre el hábito de fumar en ocho ciudades latinoamericanas se encontró que en Caracas el 48,3% de la población masculina fuma y que el 26,1% de las mujeres mantenía este hábito tóxico; los porcentajes totales fueron del 36,4% para ambos sexos. (54)

El hábito de fumar se presentó en el 28,5% de los pacientes estudiados en un trabajo realizado por Martínez Sosa J en Ciudad de México (55), resultados que no coinciden con nuestro estudio.


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