La lactancia y su relacion con la presencia de maloclusiones en niños de 0 a 6 años con discapacidad
Autor: Verónica A. Campaña | Publicado:  26/01/2012 | Odontologia y Estomatologia , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
La lactancia y su relacion con presencia de maloclusiones niños de 0 a 6 años con discapacidad .4

Si bien todos recibieron lactancia materna en mayor o menor tiempo, por lo cual hubo algún estímulo para el correcto crecimiento morfofuncional de las estructuras faciales, es innegable que el patrón genético fue dominante y el estimulo insuficiente.

Pacientes con T.G.D, síndrome de West e Hidrocefalia presentaron maloclusión del tipo clase II, y los 3 recibieron lactancia artificial exclusivamente, por tanto no hubo estimulación para la normal posición mandibular.

De los pacientes con trastornos psicomotrices uno de ellos desarrollo una maloclusión de clase II y recibió ambos tipos de lactancia, en una primera etapa lactancia materna y luego artificial mientras el segundo desarrollo una normoclusión y tuvo ambos tipos de lactancia simultáneamente.

Paciente con discapacidad múltiple desarrollo maloclusión de clase II y recibió ambas lactancias simultáneamente.

De los pacientes que desarrollaron normoclusión: Enc, no Evol: recibió lactancia natural exclusivamente, PC: lactancia en una etapa natural y luego artificial, y el paciente con S. de Williams presento ambas lactancias simultáneamente.

Discusión

El presente estudio fue realizado en el Centro de Atención Odontológica del Bebe Especial (COBE), de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, durante el periodo que va de junio 2008 a mayo del 2009.

De un total de 21 niños con discapacidad entre 1 mes y 6 años de edad estudiados, el 52,4% (n=11) correspondieron al sexo masculino y el 47,6% (n=10) al sexo femenino, existiendo un número mayor de varones que de mujeres. Y en lo que respecta a la discapacidad el 57,14% de los niños presentaban Síndrome de Down y 9.52% Trastornos Psicomotrices, el resto se distribuye en discapacidades variadas (Síndrome de West, Williams, PC, T.G.D, etc.).

En lo que respecta a la lactancia el 19,05% de los niños recibieron lactancia materna exclusiva, el 14,29% recibieron lactancia artificial, el 42,86% recibieron algunos meses lactancia natural y el resto artificial, y el 23,81% recibieron simultáneamente lactancia natural y artificial. Lo cual se puede comparar con un estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú realizado durante el periodo Julio Agosto del 2001, donde fueron estudiados un total de 90 niños normales. En el estudio se encontró que el 71.1%(n=64) presentaron una lactancia materna exclusiva y solo el 28.9%(n=26) tuvieron una lactancia artificial o uso del biberón; este resultado no coincide con el estudio de Maldonado 4 quien encontró que el 41.4% de las madres dan de lactar a sus hijos por un periodo de 6 meses; además Chiang 3 encontró un porcentaje de 39.3% de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses; y asimismo Pacheco 6 en su estudio concluyó que la lactancia materna hasta los 6 meses estuvo presente en un 41.8% ; esta discrepancia con estos autores, es debido a que se consideró a la lactancia mixta como parte de la variable "Tipo de Lactancia" conllevando con ello a una disminución del porcentaje de niños que tuvieron una lactancia materna exclusiva.

De los niños examinados en el presente estudio se encontró que 85,71% de los pacientes discapacitados presentaron algún tipo de maloclusión, mientras solo el 14,29% tienen una normoclusión.

De los pacientes con maloclusión el 66,67% corresponde a pacientes con Síndrome de Down que en su totalidad presentaron clase III, lo cual corresponde a una característica de su fisonomía orofacial por un menor desarrollo del tercio medio, de lo cual se deduce que hay un fuerte patrón genético que determina dicha maloclusión, en lo que se refiere al tipo de lactancia recibida solo 3 recibieron lactancia materna exclusiva durante más de 12 meses, 7 recibieron lactancia materna durante algunos meses y el resto completaron con lactancia artificial, y 2 de ellos recibieron ambas lactancias simultáneamente. Ninguno recibió exclusivamente lactancia artificial.

Si bien todos recibieron lactancia materna en mayor o menor tiempo, por lo cual hubo algún estímulo para el correcto crecimiento morfofuncional de las estructuras faciales, es innegable que el patrón genético fue dominante y el estimulo insuficiente.

El 33,33% restante presenta maloclusión del tipo clase II, correspondiendo a pacientes con: Trast. Psicomotriz (11,11%), Discapacidad Múltiple (5,56%), Hidrocefalia (5,56%), Síndrome de West (5,56%), y Trast. G. del desarrollo (5,56%).

Pacientes con T.G.D, sind. West e Hidrocefalia presentaron maloclusión clase II, y recibió lactancia artificial exclusivamente, por tanto no hubo estimulación para la normal posición mandibular

El 14,29% que presento normoclusión (plano terminal recto) corresponde a pacientes con Parálisis Cerebral el cual recibió lactancia artificial y materna simultáneamente, el paciente con Encefalopatía no evolutiva, presento lactancia natural exclusiva y el paciente con Síndrome de Williams recibió ambas lactancia, primero natural y luego artificial.

Coincide con el estudio titulado “Condiciones de salud-enfermedad bucal de niños y adolescentes con síndrome de DOWN. Salud bucal en niños con síndrome de Down”, de Mogollón Pocaterra, J., et col., (200/) El 56,7% de los niños y adolescentes presentó algún tipo de maloclusión se observó una alta prevalencia de maloclusión de angle tipo III que coincide con lo reportado por Dinesh y col en su estudio de maloclusiones y necesidades de tratamiento ortodóntico en individuos discapacitados de South Canara, India.

Y en el estudio de Pirela de Manzano, A., et Col., sobre PATOLOGÍA BUCAL PREVALENTE EN NIÑOS EXCEPCIONALES, observaron lo siguiente:

De los 133 niños (59 femeninos y 74 masculinos) que integraron la muestra: 48,87% (65), 19,55% (26), 5,26% (7), 17,29% (23) y 9,00% (12) tenían diagnóstico médico de Síndrome de Down, sordomudo, Ciego, Autista y Parálisis Cerebral, respectivamente. La edad de los examinados osciló entre 3 y 14 años, integrando el grupo etáreo 7 a 10 años el 42,10% de la muestra.

En el 90,25% de los examinados se observaron alteraciones en las características de la oclusión, registrándose, fundamentalmente, las Clases II 1 II 2 en los subgrupos sordomudo, Ciego y Autista: las Clases III B, III 1, III 2 y III 3, predominaron en el subgrupo Síndrome de Down.

También se puede comparar con un estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú realizado durante el periodo Julio Agosto del 2001, donde fueron estudiados un total de 90 niños normales; en el cual se encontró que los niños que tuvieron una lactancia materna, el 53.3% presentaron un plano terminal recto, el 12.2% un escalón mesial y para aquellos que tuvieron una lactancia artificial, el 18.9% presentaron un escalón mesial y recto. Y en el trabajo de investigación realizado por Carrillo 2 en 91 niños él encontró que el 43% presentaba un plano terminal recto y el 65% una relación canina Clase I no tomando en cuenta para este trabajo el tipo de lactancia que tuvieron los niños. Es necesario e importante señalar que la relación molar tipo escalón mesial y plano terminal recto representan la normalidad desde el punto de vista Fisiológico; en este estudio ambos tipos de relación molar representan el 65.5% de la muestra para aquellas que tuvieron una lactancia materna, por lo tanto coincide con la normalidad estadística, en cambio para la lactancia artificial esto representa casi el 18.9% de la muestra.

En este estudio con 21 pacientes niños discapacitados solo el 21,81% de los niños desarrollaron algún tipo de hábito de succión no nutritivo y el 76,19% no desarrollo hábitos lesivos.

Lo cual coincide medianamente con el estudio realizado en el Centro Educativo Inicial "Condevilla" en el Distrito de San Martín de Porres, Lima-Perú que de los niños examinados encontró que el 24.4% (n=22) presentaron hábitos de succión no nutritiva; pero este resultado no coincide con el estudio de Rojas 7 quien encontró una prevalencia de hábitos bucales de 33.3% del total de la muestra ; así mismo Carrillo 2 realizó un estudio transversal en la que encontró una frecuencia del 42.8% de algún tipo de hábitos bucales; y Vasquez 8 encontró una prevalencia de hábitos bucales de 19.90%.

Conclusiones

El crecimiento y desarrollo de las estructuras orofaciales tiene una influencia genética y hormonal muy fuerte, pero también una influencia ambiental, y todas las funciones que se realizan en la cavidad oral (respiración, succión, deglución, masticación y fonación), estimulan el crecimiento y desarrollo del tercio inferior de la cara. Por ello, el tipo de lactancia, así como los hábitos orales disfuncionales, pueden influir sobre la morfología definitiva de los maxilares y de la oclusión dentaria.

A partir de esta visión, la maloclusión, no significa sólo “dientes mal ubicados” sino que, es una problemática amplia y compleja y constituye un indicador del estado de salud general.

Por lo tanto es para el paciente un gran beneficio poder identificar sus agentes etiológicos y comprender su fisiopatología ya que la evidencia muestra que no se resuelve en forma espontánea, por el contrario, su evolución es progresiva y crónica si se omite el diagnóstico. El éxito del tratamiento de la maloclusión se relaciona con su detección precoz e intervención precoz y oportuna.

Es aun mayor el beneficio si logramos; especialmente en el caso de pacientes discapacitados, desde edades tempranas: prevenir o limitar la maloclusión y sus consecuencias funcionales en el sistema estomatognático.

El principal objetivo de la atención temprana es que los niños que presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban, todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.

Intervención temprana, es un principio fundamental de la discapacidad infantil que implica ‘’inicio precoz de las acciones’’, para neutralizar las consecuencias de la enfermedad sobre la capacidad funcional y desarrollar al máximo los potenciales residuales.


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