Comportamiento de la hipertension arterial en adultos
Autor: Msc. Dra. Yanelis Cervantes Contrera | Publicado:  30/01/2012 | Cardiologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Comportamiento de la hipertension arterial en adultos .5

El ejercicio físico en los hipertensos se recomienda que se realice en condiciones aeróbicas, con participación de grandes grupos musculares, ya que los ejercicios que se realizan en condiciones anaeróbicas aumentan considerablemente presión arterial sistólica y la frecuencia cardiaca, en un tiempo corto (58). De cualquier modo o forma el efecto neto de estos cambios, llamados con frecuencia circulación colateral, es la reducción de la resistencia al paso de la sangre lo cual permite que disminuya la presión que se requiere de parte del corazón para impulsar todo el volumen circulante. Las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) disminuyen en la persona que practica actividad física regular. Este hecho es claramente favorable a la reducción de la presión arterial en el sistema, dado que el efecto directo de estas aminas sobre el corazón es el aumento de la fuerza y la frecuencia de la contracción muscular, ambos factores relacionados con el aumento de la presión (59. Todo esto representa un cambio favorable para la circulación pues implica el estimulo apropiado para detener y aun revertir el proceso arteriosclerótico al menos en sus fases iniciales (60).

En nuestra comunidad hemos detectado en nuestra labor diaria de terreno que muchos pacientes en su mayoría de más de 50 años, abandonan o toman incorrectamente el tratamiento farmacológico, alegando que en ocasiones lo olvidan y en otros casos que no sienten mejoría de su sintomatología y estado general.

En esta tabla también encontramos que el consumo de café represento un porcentaje similar a los dos factores de riesgo anteriormente analizados, con un 80%, lo que coincide con otros autores donde plantean que se estima que el café es la segunda bebida más popular en el mundo después del agua. Con un consumo global proyectado en 117 millones de sacos (7 millones de toneladas) para el 2010, representa uno de los productos básicos de mayor importancia en el mercado internacional (61).

Recientemente, el consumo de café se ha asociado con reducciones en el riesgo de algunas enfermedades crónicas. (62).

Estudios realizados por Bonita Jennifer en el año 2007 expone que la evidencia en cuanto a café e hipertensión arterial es conflictiva. Una revisión crítica de la literatura de 2006 encontró que de 18 estudios poblacionales identificados, cinco no reportaron asociación entre cafeína y presión arterial, seis reportaron una asociación positiva y siete reportaron una asociación inversa. Sin embargo, de la literatura revisada en la reunión de equipo parecen emerger dos tendencias: El consumo de café durante períodos cortos de tiempo eleva la presión arterial: El meta-análisis de Jeeet al que incluyó 11 RCTs con 522 pacientes que consumieron 5 tazas diarias de café durante un promedio de 56 días, encontró que el consumo de café incrementó la presión sistólica en 2,4 mmHg (IC 95% 1,0-3,8 p<0,05) y en 1,2 mmHg la diastólica (IC 95% 0,4-2,1 p<0,05). Los efectos del consumo de café a largo plazo sobre la presión arterial, son menos claros: El estudio de cohorte más grande disponible hasta la fecha, que incluyó 155.594 mujeres de los estudios Nurses Health Studies I y II, seguidas durante 12 años, no mostró una asociación lineal entre el consumo de café y el riesgo de desarrollar hipertensión. En el análisis multivariado se hizo ajuste por índice de masa corporal, edad, ingesta de alcohol, historia familiar de hipertensión arterial, uso de anticonceptivos orales, actividad física, tipo de bebida y consumo de tabaco (63). El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, del cual mucho se ha dicho al respecto, sin llegar a conclusiones unánimes.

Anteriormente, el consumo de café era desaconsejado en personas hipertensas, pero en la actualidad, muchos son los estudios que resaltan sus propiedades positivas para la salud cardiovascular, sin llegar una única conclusión en cuanto a su influencia en la presión arterial (64). La ingesta de café produce un efecto estimulante del sistema nervioso central y puede generar nerviosismo y ansiedad en quienes no están acostumbrados a su consumo. Por esta razón, el café se asocia mayores niveles de presión arterial, sobre todo, en quienes consumen café sin estar acostumbrados a hacerlo. Incluso, parece tener mucho que ver la idiosincrasia del individuo, es decir, en algunas personas podría elevar la presión mientras que en otras no (65). Lo mismo ocurre con el rendimiento físico, por lo que, antes de utilizar café con fines ergogénicos, lo ideal es comprobar su efecto en el organismo (66).

Una explicación de por qué el café podría afectar a unos individuos más susceptibles está en los genes. Así lo ha propuesto este año un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá), que han evaluado si la cafeína podría estar implicada en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en relación con el gen CYP1A2 (67). Opinamos que todavía la relación hipertensión- consumo o no de café esta en controversia, lo que si concluimos es que todo lo que se realice de forma desmedida es perjudicial para la salud, y en nuestra población en general es muy frecuente el consumo del café, costumbre heredada por nuestros antepasados, que siempre ha estado presente en los países latinoamericanos.

El resto de los factores de riesgo estudiados como son: Habito de fumar, Consumo frecuente de alcohol y antecedentes familiares de Hipertensión Arterial, aunque en un menor porcentaje, resultaron ser altos, por lo que decidimos hacer un análisis de las causas de su alta frecuencia.

El consumo de productos del tabaco ha pasado a constituirse en un problema de salud pública tanto en los países desarrollados, como en los de menores recursos (68). La morbilidad y la mortalidad causada por enfermedades que tienen su origen en el consumo de cigarrillos y otros productos del tabaco van en aumento. Se ha pronosticado que el tabaco pueda ser la principal causa de hipertensión arterial y muerte en el mundo a la vuelta de tres décadas. (69)

Adrianza, Delgado, Villamizar en Venezuela en el año 2008 concluyen que todos sabemos que el hábito de fumar cigarrillos y tabaco aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, pero lo que no todos saben es que también aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y especialmente afecciones vasculares periféricas (derrames, ACV, etc.). Si bien la nicotina es el agente activo principal del humo del tabaco, hay también otras sustancias como el alquitrán y el monóxido de carbono que son perjudiciales para el corazón y los vasos sanguíneos (70).

Las personas fumadoras tienen alterado el sentido del gusto por lo que no tienen la necesidad de añadir ingredientes salados o ácidos que penetran más captan los sabores propios de los alimentos, y fácilmente en el paladar. Si se añade mucha sal a las comidas, con el paso del tiempo el paladar se va adaptando a un nivel de sal cada vez más elevado. El consumo excesivo de sal puede provocar en el organismo de quienes fuman un mayor riesgo de hipertensión arterial (71).

El frecuente consumo de alcohol junto con el colesterol elevado y el tabaquismo, son los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria y cerebrovascular (infarto de miocardio y ataque cerebral). El hecho de que el tabaquismo siga en segundo lugar a la ingestión de alcohol lo asociamos a que generalmente las personas que ingieren bebidas alcohólicas ya sea por hábito o costumbre casi siempre son consumidores de cigarro, dos factores estrechamente relacionados entre sí (72).

Respecto a esto WHO en el año 2006 plantea que el consumo de alcohol eleva la tensión arterial, aguda y crónicamente y que estudios transversales demostraron una relación entre la tensión arterial elevada y el consumo excesivo de alcohol. Farreras refiere la existencia de una relación clara entre hipertensión e ingesta elevada de alcohol. Hernández, en su estudio factores psicosociales que influyen en la tensión arterial plantea que el alcoholismo no fue un factor determinante en la evolución de los pacientes con hipertensión arterial. (73).

Las opiniones sobre los efectos del alcohol en la hipertensión son controvertidos algunos autores plantean que la ingestión de una copa diaria de alcohol favorece la circulación sanguínea mientras que otros plantean que la ingesta crónica de alcohol junto a otros factores de riesgo predispone a la hipertensión. Es bueno aclarar que el alcoholismo por si solo no eleva la tensión arterial sino que junto a otros factores de riesgo constituye un determinante de la misma (74).

Otros autores opinan que el consumo de una copa de alcohol aumenta la PAS en 1 mmHg y la presión arterial diastólica (PAD) en 0.5 mmHg. Se ha demostrado que individuos que consumen alcohol diariamente presentan valores de presión arterial sistólica (PAS) de 6.6 mmHg y presión arterial diastólica (PAD) de 4.7 mmHg, más elevados que los que lo hacen una vez por semana, independiente del consumo semanal total (75).

Hay estudios actuales que defienden la postura de que las personas que beben cantidades moderadas de alcohol presentan menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que las que no beben nada. Para nosotros el consumo moderado de alcohol es 50 ml. de una bebida destilada (whisky, Vodka, Ginebra), o una copa de vino tinto o un porrón de cerveza diariamente. Pero el excederse en el consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo de padecer hipertensión, accidentes cerebro vasculares y enfermedades al corazón. Cuanto más exista ingesta de bebidas alcohólicas, mayores son las cifras de tensión arterial y mayor prevalencia de pacientes hipertensos. Esta relación entre el alcohol y el aumento de la tensión arterial podría estar explicado por alteraciones hormonales producidas por el alcohol, es reversible, ya que cuando las personas dejan de consumir alcohol, sus tensiones arteriales descienden, volviendo a elevarse si aumentan nuevamente el consumo (76).

La hipertensión arterial en la mayoría de los casos la causa se desconoce y se denomina primaria, pero existe un componente genético o hereditario que provoca que una persona la desarrolle en algún momento de su vida. Este riesgo aumenta cuando ambos padres son hipertensos (77). A pesar de que los antecedentes patológicos familiares de hipertensión arterial se encuentran en tercer lugar estos no son menos importantes, pues se ha planteado que existe tendencia a la hipertensión arterial en algunas familias y así hemos visto con relativa frecuencia esta afección en varios miembros de una misma familia , según la clasificación internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud año 2007 en un estudio realizado, encontró una alta prevalencia de antecedentes patológicos familiares de hipertensión arterial dentro de la población estudiada, hecho que fue significativo. Aunque este elemento, por si solo no es determinante, si crea las bases para que al interactuar otros factores en conjunto predispongan a la aparición de hipertensión en un individuo ya susceptible de padecer la misma desde el punto de vista genético (78). Los hijos de padres hipertensos suelen tener cifras de tensión más elevadas que los hijos de padres normotensos, lo cual no ocurre con los hijos adoptados. Además, en los gemelos univitelinos existe una mayor correlación entre la presión arterial sistólica y diastólica que en los bivitelinos. Estos hechos demuestran la importancia de la herencia sobre la presión arterial, que depende de varios genes, cuya expresión es modulada por factores ambientales (79).


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