Desarrollo de la conducta criminal de niños, niñas y adolescentes
Autor: Lic. Anaid del Valle Marcano Benavides | Publicado:  29/05/2012 | Medicina Forense y Legal , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
Desarrollo de la conducta criminal de niños, niñas y adolescentes .2

Las instituciones educativas son organizaciones creadas por el Estado con el fin de contribuir en la formación integral de los niños, niñas y adolescentes de una nación, y tienen la misión de llevar en sus manos de manera paulatina la educación de los individuos que en el presente y futuro próximo serán los hombres y mujeres que forjarán el futuro del país. Por eso, la educación es un aspecto esencial del desarrollo humano según lo menciona el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el cual se expresa que ser educado es disfrutar de una vida plena y es disponer de un rango más amplio de oportunidades (alternativas ocupacionales, de información, de recreación…) (PNUD, 1998) para así servirle a la sociedad de manera útil, para el beneficio y bienestar social.

En Venezuela los principios de la educación están establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en su artículo 103, en la que cabe destacar que son profundamente democráticos y progresistas, en cuanto al derecho que tiene todo ciudadano a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades.

De allí que, la educación es un proceso abierto y constante, que compromete a todas las personas, en su papel esencial e irrenunciable. Pero educar es también una tarea decisiva de la institución familiar y esta labor no puede ser eficaz sin la participación, apoyo y la supervisión de la misma. En este caso, los adultos deben motivar el desarrollo personal y ciudadano de los integrantes de dicho núcleo, y la obligación de cultivar al máximo las potencialidades y una personalidad cuya base esté constituida por los valores y principios necesarios para asegurar la armonía dentro del colectivo social, manteniendo el empeño permanente de aprender.

Educar, entonces, una función social primordial del aparato estatal, de la cual la institución de la familia es corresponsable con la institución de la educación y se puede considerar que es en la familia donde recae dicha responsabilidad aun mayor que la institución antes mencionada ya que es en el grupo familiar donde el niño pasará mayor parte de su vida y de su tiempo por tanto el destino de los niños, niñas y adolescentes dependerá enormemente de lo que sus representantes decidan al velar por ellos.

La institución de la familia ha sido estudiada y definida por diversos filósofos y científicos como es el caso de Morgan citado por Engels acucioso investigador que realizó exhaustivos análisis de tribus y civilizaciones de diferentes países del mundo entre los que se observan tribus de los Estados Unidos, la India y las Islas Polinesias, donde se destaca en sus escritos que para aquella época que el concepto de familia se define por los lazos de consanguinidad existente entre sus miembros (Marx y Engels, 1974).

En Venezuela la Ley Orgánica de Protección de Niños Niñas y Adolescente define la institución familiar como “…la que está integrada por el padre y la madre, o por uno de ellos y sus descendiente, ascendientes y colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad”.

De allí que, las estructuras familiares son la base fundamental de la sociedad, en ella deberían irradiar los derechos más nobles y virtudes que conforman una sociedad que hace grande a una nación, que en el ideal deberían trabajar en equipo para obtener el logro de los objetivos comunes planteados en función de las necesidades presentes. Esta institución familiar debe estar ligada por lazos de amor, respeto, autoridad, obediencia, necesario para el desenvolvimiento del individuo en todos los ámbitos de la vida.

En la familia es necesario que tanto la madre como el padre compartan un compromiso íntimo e interpersonal donde los miembros consideren su identidad como apegada de modo importante al grupo con identidad propia ya que los niños, niñas y adolescentes viven un proceso de socialización por medio del cual aprenden los estilos de comportamientos de la sociedad o los grupos sociales de modo que puedan funcionar dentro de ellos Rice (citando a Kalmuss y Seltzer, 1989).

Los niños aprenden valores de la sociedad por medio del contacto con los individuos que le rodean. Por medio del modelamiento o aprendizaje por observación, debido a que los niños imitan la conducta de los modelos que se encuentran a su alrededor Bandura (1976). Lo importante no siempre es lo que dicen los padres; si no lo que los padres hacen, ya que los niños modelan la conducta de sus progenitores.

La institución familiar como base del desarrollo humano de niños, niñas y adolescentes

El Estado venezolano considera tan importante a la institución de la familia en cuanto a la tutela de los menores que ha determinado en el ordenamiento jurídico que este grupo de personas unidas por vínculos legales o consanguíneos que componen la familia tengan obligaciones generales que se encuentran establecidas en la Constitución Nacional y la Ley Orgánica de Protección de Niños Niñas y Adolescente (artículo 5), mencionando la responsabilidad de los padres de forma prioritaria, inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños, niñas y adolescentes el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales y por tanto a ambos les corresponde la tutela y la educación integral de sus representados.

La familia en estos inicios de tercer milenio se observa diversa y cambiante en cuanto a su estructura, por lo tanto se consiguen desde la tradicional familia nuclear conformada por la madre, el padre y sus hijos así como las familias con un solo padre o madre (llamado matricentrismo), la familia extendida que comprende la familia nuclear más otros miembros de la familia con quienes conviven, la familia mixta o reconstruida que consiste en la ausencia de uno de los padres por muerte o divorcio y que se ve sustituido(a) por un nuevo miembro que ocupa su rol.

La familia compuesta que consiste en la formación de una familia donde ambos cónyuges tienen hijos de sus respectivos primeros matrimonios, la binuclear la cual es dividida en dos por el divorcio, la homosexual conformada por adultos del mismo sexo, que viven junto con sus hijos y comparten la expresión y el compromiso sexual, y la familia cohabitantes que consta de una pareja heterosexual que llevan vida sexual, tienen hijos y no han formalizado el matrimonio legal (Rice, 1997).

En cada tipo de familia el rol de los progenitores juega un papel preponderante en la figura del infante. En las familias nucleares tradicionales la figura paterna tiene como función ser un proveedor, el hombre es el responsable de garantizar los ingresos necesarios a la familia a fin de brindarle el sustento que permita al hogar contar con los recursos necesarios por los miembros del hogar para satisfacer sus demandas y así desarrollarse a plenitud siendo él, la figura de autoridad, que inculca disciplina, refleja poder y representa a la familia como el jefe del hogar, Bethencourt (citado por González y Martínez, 2004).

En esta familia nuclear tradicional la mujer es más obediente y sumisa ante el marido y por tanto se ubica en la jerarquía de poder en el hogar en un segundo lugar con respecto al esposo, en este modelo de familia la madre tiene como función ser reproductora, dedicarse a las labores del hogar como son lavar, planchar, cocinar, limpiar la casa, mantener el orden y la operatividad, dar de comer a los miembros de la familia, ocuparse de la salud de los niños, de su vida escolar y velar por el desarrollo humano de sus hijos, es ella quien preside los procesos afectivos, se hace cargo de socializar a los niños y de identificarse fuertemente con los hijos, brindándoles el apoyo emocional que requiere el grupo familiar para su buen desenvolvimiento.

En la actualidad también se presenta la familias nucleares modernas donde tanto el padre como la madre trabajan, y la mujer comienza a ejercer un rol en la sociedad, rol protagónico en el contexto laboral político, económico y personal lo cual la obliga a cumplir con una jornada de trabajo fuera del hogar permitiéndose obtener ingresos económicos e incluso ocupar cargos a veces superiores a los de su esposo ubicándola en la jerarquía del poder familiar en una posición igual a la del padre como proveedora y jefa de hogar, siendo aquí la mujer ya no obediente y sumisa sino una negociadora conciliadora que logra sus objetivos llegando a acuerdos con su pareja.

Este hecho implica que ya la mujer no tiene el mismo tiempo para dedicarse al hogar y al cuidado de los hijos y por tanto a veces traslada determinadas funciones que ejerciera ella en el hogar a terceros, como son el cuidado del mismo a una domestica y parte de la formación de los niños a un familiar o institución educativa. Dedicándose ella a lo más estratégico de su casa.

En Venezuela se observa de manera común la existencia de la familia donde la figura de la mujer y madre juega un papel protagónico y tan preponderante que se puede decir que la familia se proyecta centrada alrededor de ella, a este hecho Hurtado (citado por González y Martínez, 2004), lo denomina matricentrismo. Término que se refiere a la estructura familiar donde la madre es la figura primordial de la familia.

El matricentrismo se produce dentro de la sociedad por diversas causas como son el desempleo, disolución de la pareja, la pérdida del marido o esposo, situaciones que ponen en riesgo la integridad del hogar razón por la cual la mujer asume el liderazgo dentro de su hogar y decide tomar las riendas del mismo, es allí cuando las mujeres ocupan el rol del padre, asumiendo la autoridad, la disciplina, el poder y su función como proveedora de su hogar.
Es importante resaltar que indistintamente del tipo de familia a que se refiera es la mujer quien se hace cargo del hogar se ocupa de las labores domesticas, de atender al marido y a los hijos siendo ella el pilar fundamental donde el niño se cobija para ser educado, es la madre la figura más comprometida con la formación del niño ya que ella es una de las principales garantes del buen desarrollo humano de sus hijos(as).

Al respecto Romero (2010), hace planteamiento alusivos al rol modelador de las madres en materia de consolidar patrones de convivencia sana dentro de los contextos comunitarios, enfatizando que sólo ellas tienen el “poder” de emancipar las conductas delictivas que se convertirán –de no lograrse un control de sus causas- en francas conductas criminales, lo cual convertirá a los sujetos que la proyectan como reproductores de agresividad como vehículo a través del cual poder sobrevivir en medio de una sociedad cada vez más violenta.

El desarrollo humano es el proceso de crecimiento del individuo y se inicia desde la concepción del ser hasta llegar a su fin que es la muerte. El desarrollo humano es el proceso de crecimiento y la forma en que se transforma ante el hacer, pasando por la infancia, niñez, adolescencia, llegando a la vida adulta y como los factores endógenos y exógenos influyen en este ser y lo convierten en la persona que es en la actualidad.


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