Actividad del voluntariado. Factor influyente del envejecimiento activo .4
El trabajo
En los países desarrollados no existe plena conciencia del beneficio potencial que conlleva a mimar a las personas mayores a trabajar más años. Cando el desempleo es elevado, con frecuencia se tiende a reducir el número de trabajadores mayores con forma de crear puestos de trabajo para los jóvenes. (Gulralnick y Kaplan, 1989).
Al concentrarse solo en el trabajo del mercado de trabajo formal, se tiende a ignorar la valiosa contribución de los ancianos al trabajo del sector informal y en las actividades domesticas no remuneradas. (Gulralnick y Kaplan, 1989).
Es importante nombrar las propuestas internacionales para abordar los tres pilares del envejecimiento: salud, participación y seguridad. (Gulralnick y Kaplan, 1989).
2.3 PARTICIPACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES
Las áreas principales de actuación se agrupan en igualdad de oportunidades, cooperación, formación especializada, información e investigación. Dentro de las medidas propuestas para la igualdad de oportunidades destaca la promoción de la autonomía y la participación plena en base a los principios de envejecimiento activo. En otras áreas, cabe señalar la tendencia hacia el fomento de la participación, especialmente de las mujeres mayores, así como la consolidación y creación de nuevos órganos de representación de las personas mayores. (Giró, 2006)
El potencial de las personas de edad es una sólida base para el desarrollo futuro. Permite a la sociedad recurrir cada vez más a las competencias, la experiencia y la sabiduría que las personas de edad aportan, no sólo para asumir la iniciativa de su propia mejora, sino también para participar activamente en la de toda la sociedad. (McDonald, 1996).
Participación activa en la sociedad y en el desarrollo
Una sociedad para todas las edades incluye el objetivo de que las personas de edad tengan la oportunidad de seguir contribuyendo a la sociedad. Para trabajar en pro de la consecución de ese objetivo es necesario eliminar todos los factores excluyentes o discriminatorios en contra de esas personas. La contribución social y económica de las personas de edad va más allá de sus actividades económicas, ya que con frecuencia esas personas desempeñan funciones cruciales en la familia y en la comunidad. (Giró Miranda, 2006)
2.3.1 DIFERENTES TIPOS DE PARTICIPACIÓN
La participación de las personas mayores se desarrolla en diferentes planos sociales que han de considerarse en la elaboración de sus indicadores. Así, se ha parcelado la participación de las personas mayores en las siguientes áreas temáticas (Amorós, P, 2006):
• Participación política. En esta área se aproxima el grado de participación de las personas mayores en el ámbito político. Incluye indicadores relativos a la composición del Gobierno, la Presidencia de los Gobiernos Autonómicos, el Senado, el Congreso, los Parlamentos Autonómicos, la Administración general del Estado, el Poder Judicial y la presidencia de partidos políticos. Por otra parte, se ofrecen indicadores de participación en acciones políticas, seguimiento de la política a través de los medios y conversaciones con temáticas políticas.
• Participación laboral. Este bloque recoge la participación de las personas mayores en el mercado de trabajo a través de las principales macrovariables del mismo: población activa, empleo y desempleo.
Los indicadores se refieren a la tasa de actividad de las personas mayores, su situación profesional, la tasa de desempleo, la inactividad laboral y la formación ocupacional.
• Participación en el ámbito educativo. Este bloque se adentra en la participación de las personas mayores en la educación desde su doble vertiente de formadores y alumnos. Los indicadores se refieren al profesorado en las Universidades públicas y privadas, a la participación en los programas de mayores universitarios y a la realización de cursos. Por otra parte, se incluyen también, por su relevancia en la formación y en la propia participación social, indicadores específicos relacionados con el uso de las TIC.
• Participación social. En esta área se recoge el concepto restringido de participación social, aquel que se refiere a la participación en asociaciones y movimientos sociales. Incluye indicadores sobre participación en direcciones sindicales, asociacionismo, acciones solidarias, movimientos sociales, conciencia ecológica y voluntariado.
• Participación y medios de comunicación. Este bloque incluye información sobre la relación de las personas mayores con los medios de comunicación, especialmente como receptores de información.
Contiene indicadores de hábitos en relación con los medios de comunicación (prensa, radio y televisión).
• Participación en actividades de ocio y tiempo libre. En esta área se han recogido indicadores de participación y asistencia a distintas actividades relacionadas con el ocio y el tiempo libre.
La situación y el contexto que rodea a las personas mayores han sido objeto de debate y, colectivo a tener en cuenta desde los diferentes organismos internacionales y nacionales. Desde los años 80 hasta la actualidad se han sucedido una serie de hitos significativos que han contribuido, en mayor o menor grado, a fomentar la participación de las personas mayores
2.4 PARTICIPACIÓN SOCIAL
Las personas mayores tienen más tiempo para tomar parte en actividades sociales (debido a la jubilación, disminución de roles familiares...), así que la participación social contribuye a mantener la red para el desarrollo social y emocional de apoyo, y a conservar las capacidades cognitivas del individuo.
En algunos estudios los resultados sugieren que las políticas de envejecimiento saludable basado en la promoción de la participación social pueden ser beneficiosas para la población envejecida en Europa.
2.4.1 DIMENSIONES DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
La importancia de la participación social de las personas mayores presenta dos dimensiones: la individual y la colectiva.
Por un lado, desde una perspectiva individual, la participación social de las personas mayores es una de las estrategias que se derivan del concepto de envejecimiento activo, modelo asociado a la prevención de discapacidad y a la promoción de la salud, desde el cual se propugna que cada persona debe afrontar su propio proceso de envejecimiento desde un papel o rol activo y sin desconectarse o aislarse de la sociedad. (IMSERSO, 2008).
Por otro lado, desde una dimensión colectiva, las personas mayores poseen un rico caudal de experiencia vital que debe ser reconocido como insustituible para posibilitar que los cambios derivados del dinamismo inherente a la propia evolución de las sociedades se produzcan de un modo equilibrado. (IMSERSO, 2008).
En este sentido la importancia que representa el tiempo libre en la vida de las personas es fundamental para satisfacer necesidades de tipo axiológico como el ser, el tener, el hacer y el estar, y de tipo existencial tales como el afecto, el entendimiento, la participación, el ocio, la creación, la identidad y la libertad, según lo propuesto por Max Neef en 1986.
Son muchos los estudios y autores que manifiestan el valor y los efectos positivos de la actividad y de la participación, tanto en la salud como en la calidad de vida en general (Monchieli y Krzeimen, 2000). Tanto es así que se afirma que las personas que participan en grupos sociales mantienen un estado de salud superior a los que están socialmente aislados. Y autores como Moen, Fiels, Quick y Homeisfer (2000) manifiestan que la participación social ayuda a los mayores en el proceso de transición desde la vida laboral a la jubilación y a su desarrollo personal e integración social.
La participación se está convirtiendo en el elemento clave de la dinámica social, tanto en los sistemas macro sociales como descendiendo a bases más micro. La práctica participativa tiene repercusiones en todos los estratos de la estructura social, siendo su incidencia especialmente interesante en la cima de la pirámide poblacional. En los últimos años se ha asistido a una promoción de la participación social entre las personas de más edad por parte de diferentes organismos e instituciones. El peso demográfico que las personas mayores tienen en la estructura debe acompañarse con una incursión en la vida activa del sistema social análogo a dicha representación. De esta manera el envejecimiento activo se ha convertido en la fórmula más idónea para impulsar la participación social en las personas mayores. (IMSERSO, 2008).
2.4.2 VOLUNTARIADO EN LAS PERSONAS MAYORES
En contra del tópico y la representación de “poca participación social” de los mayores, desde los escasos estudios y reflexiones existentes se confirma una reciente eclosión del movimiento asociativo de los mayores tanto a nivel internacional como en nuestro contexto español (Kelly, 1993; Rodríguez Rodríguez, 1993, Zayas, 1994; SECOT, 1995, 2001; INSERSO, 1996; Calero, 1996; Bazo, 1996, Rodriguez Cabrero, 1997).
Las actividades voluntarias de los mayores pueden ser, muy variadas: