Fibrosis Quistica. Genetica y Clinica.
Autor: Jose Lopez Castro | Publicado:  4/05/2006 | Medicina Interna , Neumologia , Gastroenterologia , Genetica | |
REGULADOR DE LA CONDUCTANCIA TRANSMEMBRANA DE LA FQ.

El defecto del canal para el cloro en el conducto sudoríparo de la FQ produce un aumento de cloro y de sodio en el sudor. En las vías aéreas, los pacientes tienen menor secreción de cloro y mayor reabsorción de sodio y agua, que provoca una deshidratación de la capa de moco que reviste las células epiteliales, una acción mucociliar defectuosa y tapones de moco en las vías aéreas.

La mutación más frecuente en el gen de la CFTR da lugar a una glucosilación defectuosa de la proteína en el aparato de Golgi/retículo endoplásmico y a una degradación de la CFTR antes de que alcance la superficie celular. La mutación más frecuente provoca la pérdida de una fenilalanina. Esta deleción se produce en una región de la proteína de unión al ATP. Existen algunas mutaciones de un solo aminoácido, las cuales se encuentran principalmente asociadas a pacientes con función pancreática normal.

III- CLÍNICA Y DIAGNÓSTICO.

La lesión inicial en los pulmones es la obstrucción bronquial. Esto facilita la rápida aparición de infecciones pulmonares repetidas que causan importantes fenómenos inflamatorios, los cuales provocan distorsión del árbol bronquial, obstrucción y destrucción del parénquima pulmonar. La afectación pancreática es debida a la obstrucción de los conductos pancreáticos por las secreciónes, lo que da origen al aplanamiento y a la atrofia de las células epiteliales.

A)A continuación expongo las manifestaciones clínicas de esta enfermedad sistematizadas por órganos y aparatos:

1)Aparato respiratorio: sus alteraciones se observan en más del 90% de los enfermos. De hecho, debe sospecharse FQ en cualquier niño con síntomas crónicos o recurrentes de afectación de las vías respiratorias superiores o inferiores. La obstrucción bronquial y las infecciones bacterianas repetidas provocan bronquiolitis, bronquiectasias y fibrosis peribronquial. El primer síntoma de la enfermedad es la tos, que puede aparecer en los primeros meses de vida. Posteriormente se hace crónica. Pueden observarse acropaquias y cianosis central. En la radiografía de tórax se ven regiones de enfisema pulmonar, pulmones hiperinsuflados, diafragmas aplanados y atelectasias lobares. La espirometría muestra un patrón obstructivo, con discreta respuesta broncodilatadora en algunos pacientes.

En fases avanzadas suelen aparecer complicaciones como neumotórax, hemoptisis (a veces masiva), insuficiencia respiratoria y cor pulmonale, que suelen ser causa de la muerte en estos pacientes. Las vías respiratorias superiores se afectan en forma de sinusitis y poliposis nasal.

2)Páncreas: La insuficiencia pancreática exocrina es evidente en el 85-90% de los pacientes. Este compromiso pancreático es progresivo y la insuficiencia pancreática se manifiesta como malabsorción, esteatorrea, creatorrea y signos de malnutrición (retraso de crecimiento, edemas, diátesis hemorrágica,...). las deposiciones son frecuentes, amarillentas, voluminosas y fétidas.

3)Tracto gastrointestinal: El íleo meconial es la manifestación más precoz (se observa en 15% de los casos). La mitad de los casos de íleo meconial se asocian con vólvulo o atresia de intestino delgado y/o peritonitis meconial. La radiografía simple de abdomen muestra asas de intestino delgado distendidas, sin niveles hidroaéreos y ausencia de gas en el colon. Si hay peritonitis meconial pueden verse calcificaciones intraabdominales, seudoquistes meconiales, adherencias peritoneales o ascitis meconial. El tratamiento del íleo meconial suele ser quirúrgico, con una supervivencia superior al 90% en los casos no complicados. En estos pacientes también han sido eficaces los enemas con medios de contraste hidrosolubles, que en algunos casos resuelven el cuadro obstructivo. Los enemas hipertónicos no son aconsejables.

Los pacientes con íleo meconial complicado requieren siempre tratamiento quirúrgico.

En los niños mayores y en los adultos puede producirse un cuadro de obstrucción intestinal similar al íleo meconial del recién nacido.

El prolapso rectal tiene una incidencia del 20% en los pacientes con FQ, y puede ser la primera manifestación de la enfermedad. Los principales factores que determinan su aparición son las deposiciones frecuentes y voluminosas, la malnutrición y el aumento de la presión intraabdominal, debido a las crisis de tos.

4)Hígado y vías biliares: El compromiso del hígado en la FQ tiene una prevalencia del 15%. Se asocia frecuentemente con insuficiencia pancreática. La alteración hepática más común es la esteatosis. La progresión de las lesiones hepáticas provoca una cirrosis biliar focal debido a la obstrucción de los conductillos biliares.

Los pacientes con FQ tienen una elevada incidencia de afecciones biliares; las más frecuentes son la microvesícula y la litiasis biliar. La clínica puede consistir en: cólicos hepáticos, obstrucción de la vía biliar principal por cálculos y colangitis. El tratamiento quirúrgico no es aconsejable.

5)Aparato reproductor: Más del 95% de los varones afectados por FQ son estériles, debido a la ausencia del epidídimo, los conductos deferentes y las vesículas seminales. Los testículos no están afectados. No existen alteraciones anatómicas del aparato reproductor femenino, pero se ha descrito una disminución de la fertilidad, debido a un aumento de la viscosidad del moco cervical

B)Diagnóstico de la FQ:

Se basa en un elevado índice de sospecha, en un niño con síntomas respiratorios crónicos y/o manifestaciones gastrointestinales. Actualmente, la FQ es la causa más frecuente de EPOC y de insuficiencia pancreática exocrina en niños de raza blanca.

Su diagnóstico depende del hallazgo de elevadas concentraciones de sodio y cloro en el sudor. Para ello se realiza la prueba del sudor por iontoforesis con pilocarpina. Concentraciones superiores a 60 mEq/l permiten diagnosticar la enfermedad. Esta prueba no es evaluable durante la primera semana de vida.

Debido a la importancia de realizar un diagnóstico precoz para mejorar el pronóstico, se ha usado la determinación del tripsinógeno sérico mediante radioinmunoanálisis, que está elevado en la mayoría de los pacientes con FQ. No obstante, esta prueba tiene muchos falsos positivos y negativos, por lo que su aplicación generalizada no está bien definida.


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