Implicaciones Bioeticas de los Terminos (Paciente, Patiens, Curantis, Sanantis). Crisis de la Relacion Medico-Paciente. Actuales Modelos Bioeticos Utilitaristas-Contractualistas de la Postmodernidad
Autor: Dr. Juan Herrera Salazar | Publicado:  14/01/2008 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
Implicaciones Bioeticas. Crisis Relacion Medico-Paciente. Modelos Bioeticos.4


El médico debe darse tiempo, detenerse y ser receptivo a lo que expresa la otra persona tanto verbal como no verbalmente. Demostrar interés en la otra persona, en lo que le está pasando y lo que siente es parte fundamental de una comunicación empática, y determinará la relación entre el médico y el enfermo.

 

Etimología del término Curantis: algunas consideraciones sobre el origen del término.

 

Cŭro: cŭro, cŭras, curavi, curatum, cŭrāre. Curo ut? Proveer algo, que (loc). Podemos traducir  Cŭro: tomarse algo a pecho, aver a cuore (loc.). Administrar, buscar, medicare (darle medicamentos), curar una enfermedad, dirigir, procurar, obsequiar,  

 


Conjugación de la forma activa:

 

Participio presente: cŭrans -antis. Futuro: curaturus, -a, -um. Supino: curatum. .

Imperativo presente: I sing. Cŭra. II plur. cŭrāte. Gerundio: Genitivo: cŭrandi. Dativo: cŭrando. Accusativo: ad cŭrandum. Ablativo: cŭrando.

Conjugación en forma pasiva:

Presente Imperativo           Futuro                      Participio Perfecto.

II sing.  cŭrāre               II sing. cŭrātor                III plur.  cŭrantor

II plur.  cŭramĭni           III sing. cŭrātor                curatus, -a, -um

 


Anotaciones sobre  las  Manifestaciones Trascendentales  Presentes en el Proceso de Curación:

 

Los médicos que vivimos en los países de América Latina constatamos con mayor facilidad que nuestros colegas europeos y de los Estados Unidos, lo oportuno de las consideraciones que voy a hacer: La pobreza en que vivimos nos pone en contacto con la medicina tradicional. En nuestro medio también hacemos uso de la tecnología y el moderno armamentarium terapéutico. Otras veces usamos las herramientas provistas por la fe, la oración, que hacemos intervenir en los procesos de curación.

 

Para nosotros es fácil constatar que las recomendaciones que hacemos a nuestros pacientes: sean procedimientos, dietas, prescripciones farmacológicas, ejercicios de rehabilitación, o los más diversos tipos de cura, nos sirven en cuanto estos aceleran el proceso de la recuperación de nuestro propio organismo, proceso que ya está escrito y se dirige solo (con su propia inteligencia) hacia la restitutio ad integrum o un estado de “minor functio laesa”. 

 

Aún algunos sofisticados procedimientos quirúrgicos se basan en la posibilidad  de auto reparación de nuestro organismo, así mismo la remodelación cardiovascular que observamos después de numerosas intervenciones, nos dejan ver la expresión de una fuerza emergente, inteligente, que repara los tejidos dañados y mejora la función.

 

La intervención médica sólo ayuda a nuestra naturaleza a acelerar el proceso de cura. Imaginemos una acumulación de pus, ya delimitada por nuestro organismo: recordando el aforisma latino procedemos: "Ubi pus ibi evacua" con la cirugía ayudamos a la naturaleza, que ya había delimitado el proceso inflamatorio. 

 

Como médicos somos el cauce, para llevar a feliz puerto el proceso de curación, autorregulado e inteligente. Nosotros no dirigimos en un sentido u otro todo el proceso inflamatorio, de curación en sensu lato, este culmina a través de etapas: erradicando un agente infeccioso, delimitando con una barrera fibrótica, o sepultando los bacilos en tejido metastásico calcificado.

 

El simple orzuelo, nos aclara el papel que jugamos para ayudar a resolver el proceso inflamatorio a favor de nuestro paciente. El orzuelo (ordoleum) una foliculitis en un folículo del parpado inferior generalmente, pasa por todas las etapas del proceso inflamatorio: Rubor, calor, tumor, dolor et "functio laesa" para luego con o sin nuestra intervención llegar rapidamente a una “restitutio ad integrum” o cronización del proceso.

 

Algo diferente sucede cuando Mateo dice Jesús enseña y sana: Mt 4: 23, 24. Algunas veces la curación se producía de modo gradual, mientras que en otras era instantánea. Las curaciones y sanaciones que relata la Biblia en los Evangelios son las que más han sido objeto de exegésis por los estudiosos, (históricos y teólogos): contamos con más de cuarenta relatos detallados de sanaciones (milagros de Jesús), y luego una serie de relatos de sanidades realizadas por los apóstoles. No estudiaremos estos relatos; sólo nos servirán para recordar nuestra tradición y el uso de los términos: Curantis, Sanantis, Sana-me.

 


La Postmodernidad y el Paternalismo Político-Científico:

 

Paciente viene del latín: patiens, entis. Pati-padecer, sufrir. El adjetivo paciente significa: “que tiene paciencia” ilustra un aspecto singular de la Relación Médico- Paciente. Este es el sujeto que recibe la acción o padece la acción del agente. El que se somete a un examen o tratamiento. El que hoy en la Postmodernidad sufre las embestidas del Paternalismo Político- Científico.

 

Hablamos del paciente, este sujeto actual, que las sociedades modernas y la Postmodernidad lo convierten en objeto. Este que hoy se rebela y busca soluciones a que devuelvan su centralidad en la Relación Médico-Paciente, como sujeto, persona, objeto sólo en cuanto capaz de reflexionar sobre sí mismo. En el tiempo de Hipócrates constatábamos, o actualmente cuando ejercemos una medicina inspirada en la ética de la virtud, que los pacientes continúan confiando y siguiendo los consejos del médico, válidos por el excelente carácter de estos y su continuo ejercicio virtuoso, que les permite olvidarse de sí mismos y centrarse en el mejor interés de sus pacientes.

 

Por dos milenios configuramos nuestra Relación Médico-Paciente con características que hoy la definen sus críticos como la del “Paternalismo Médico”, que resulta para la modernidad y Postmodernidad ya no de actualidad, anticuada.  Esto debemos reconocerlo: se necesita fortalecer esta Relación: introducir -reintroducir- restaurar nuevos vigores, cierto; pero no simplemente para ser sustituida por una relación desde su inicio viciada como la “del Paternalismo Político Científico” que quiere la Postmodernidad imponer a través de las corporaciones que empujan al hiperconsumismo.

El hombre de la Postmodernidad no debe dejarse seducir y delegar sus decisiones éticas en ámbito, personal, social y político .Debe adueñarse hoy más que nunca con sentido de urgencia de su ética, no para dejar que la empresa científica, se convierta en una empresa de decisión en el ámbito político, y que el interés corporativo prevalezca sobre la ciencia que busca la verdad y el bien. La ciencia de la Postmodernidad no puede convertirse en un útil, que acomoda los datos, para justificar políticas utilitarísticas que benefician grupos de poder.




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