Sobre las molestias que comentas que puede tener tu niño de 4 años... comentarte que mi experiencia en esta dolencia comenzó a los 19 años.
No se si las sensaciones pueden ser las mismas.
Pero lo que yo sentía era presión en la cabeza; como si me estuviesen apretando la cabeza de afuera hacia a dentro, mientras no me intervinieron.
Los síntomas eran: pérdida de visión momentánea, dado que el nervio óptico estaba siendo dañado por la excesiva presión de líquido cefalorraquídeo sobre el mismo.
Cuando me agachaba a recoger algo en el suelo o tenía que realizar una tarea que llevase consigo una postura prolongada tal; al levantarme tenía unos segundo de ausencia de visión.
Con la implantación de la válvula, todo volvió a la normalidad.
He vuelto de nuevo a sentirme muy bien y de eso ya hace años 1987. Imagínate.

Un saludo.

Y ánimo, la vida tiene muchas cosas bellas de las que tu niño va a disfrutar en vuestra compañía.

Alfonso Rodríguez Vázquez

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