Claudia,estoy totalmente de acuerdo contigo y lo que te diagnosticaron a ti fue lo mismo que me dijeron a mi:hiperestimulación del nervio simpático.Es,hablando mal y pronto,una jodienda buena,porque nos pasa porque sí,nuestro sistema nervioso que controla lo involuntario,nos estimula el corazón de un modo en el que no lo daña,pero nosotros lo sentimos como una gran molestia.Lo que dices del componente psicológico es fundamental,tanto en la disminución de las extras como en la manera en que tenemos que tomarnoslas.Lo primero,porque por mucho que lo provoque un sistema involuntario,sí que lo tenemos totalmente somatizado,es decir,nuestra mente en el fondo es la que,nos demos cuenta o no,pone en funcionamiento ese mecanismo,y cuando,y hablo de mi experiencia,cambias tu modo de vida y tu manera de ver las cosas,las extras disminuyen su frecuencia de manera INCREIBLE.Desaparecer,no,porque somos propensos a ellas,pero ahi esta el otro factor psicológico,saber sentirlas como algo normal en nuestro cuerpo de manera que la ansiedad y sus mecanismos no aparezcan,y aunque parezca increible,se puede correr,nadar,escalar,dar una conferencia,conciliar el sueño,y en general,hacer CUALQUIER COSA sintiendo extrasístoles.Llegar a ese punto es la meta,y la liberación es increible,y está al alcance de todos.Los ansiolíticos,que nada tiene que ver con evitar o eliminar las extras,si nos ayudan porque nos calman,pero las extras desaparecen solas.
Un abrazo y Feliz Navidad,y que el año nuevo venga cargado de buenos momentos y alegria!