vicky, totalmente de acuerdo contigo. Yo puedo decir que he llegado a esa "meta". Por fin, después de casi 20 largos años de miedos y ansiedad con las extras he llegado a asumirlas. Gracias a un ansiolítico puedo decir que hoy nada me frena, y llevo una vida normal. Atrás han quedado los días de no querer ni moverme, de tener miedo a hacer cualquier cosa por si palmaba... Ahora voy a nadar. Si me dan extras antes, durante o después, no me agrada, pero sé que no me va a pasar nada. Ya no busco cosas en internet, ya no me despido de mi marido cuando por la noche me dan fuertes porque no pienso que al día siguiente ya no estaré... Por fin descanso de esa pesadilla que era sentir que me moría a cada paso. Y ahora mis extras son menos y más flojitas, con lo que se retroalimenta mi alegría y entusiasmo.

Me ha costado mucho llegar a asumir ésto con naturalidad. El otro día escribí en un post de este foro que ya para mí lo raro sería no sentir extras. Están ahí y son parte de mí, como todo lo demás. Lo que no está ya en mí es el miedo, el peor enemigo que he tenido jamás.

Un beso y mis mejores deseos para todos!