Pues haré esto de la manera más estructurada posible, una parte la contaré cronológicamente y otra a través de conceptos que me impiden ser feliz.
Por hoy serán algunos conceptos que tengo establecidos.
Uno de mis problemas es que idealizo la felicidad, para mi debería ser un estado permanente, en el que no tengan cabida ningún sentimiento negativo, y cuando veo que esto no se cumple me frustro enormemente. Soy lo suficientemente inteligente para comprender que es una percepción absolutamente equivocada, sin embargo, en la práctica no puedo materializar esta comprensión. A veces salgo a correr por las tardes para reventarme de cansancio, poder dormir y con eso aliviar un poco mis ataques de ansiedad. Después de terminar molida de cansancio y acalambrada en ambas piernas me siento en la banca de algún parque y veo a la gente pasar, analizo 5, 10 personas, las veo tan diferentes entre sí, pero imagino que son felices, veo alguna madre de familia de clase media que pasa con los 3 hijos, con los pantalones desgarrados, los zapatos muy desgastados, mochilas rotas y pienso que dentro de sus carencias económicas es feliz porque tienen la oportunidad de educar y ver crecer a sus hijos; veo a ancianos ayudados de bastón, andaderas y pienso que son felices porque pudieron llegar a ese etapa de su vida, imagino que criaron hijos que hicieron hombres de bien, que pudieron encontrar la razón de su existencia y la culminaron con éxito. El punto es que cada persona que veo en la calle hace que me focalice en su felicidad, me intriga como pueden alcanzarla y mantenerla. E irremediablemente pienso en por qué yo no, por qué cada meta que me marco se convierte solamente en un objetivo a alcanzar y después de hacerlo pierdo totalmente el interés en ello y necesito otro más, y hablo tanto de situaciones como de personas. Algo he leído acerca de eso y se llama adaptación hedónica, y si, ciertamente me describe en muchas formas. Esa insatisfacción constante es una de las raíces fundamentales de mi depresión.