Yo sólo te digo, querido Omar, que nadie está exento de que la vida le pegue un revés, tampoco tú. Quizá algún día te ocurra alguna desgracia, y te preguntes si el haber timado a gente enferma, aprovechándote de su desesèración, pudiera ser la causa de ello. Quien sabe. Ojalá algún día te toque lo que mereces, ESTAFADOR.