No se dejen influenciar ni acepten coacciones. Si traen al mundo un hijo con graves malformaciones o si padecen la miseria, nadie, nadie, nadie les ayudará. Mucha gente critica pero no ayuda. No hagan caso a hipócritas y enfermos mentales que pretenden que ustedes sean desgraciadas; eso les hace sentirse mejor. Lo única precaución es la de someterse a una intercención con unas mínimas garantías sanitarias para evitar complicaciones médicas. Nunca hagan caso a las críticas sin cerebro. Los contrarios al aborto son enfermos mentales y siempre arrastran malas intentiones, pero nunca ayudan a quien lo precisa. No se dejen coaccionar por ellos.