Ocurre que ante la presión escéptica-mediática, Iker Jiménez, se deja llevar por el afan de validar su programa con el rigor y seriedad que da el arrimarse o ponerse de parte de lo que es Oficial y científico. De ese modo intenta salvar la cara de la Acupuntura y la de su programa y quehacer; aunque con la contrapartida de centrar el desprestigio en la mayoría de quienes la practican sin ser médicos alópatas. PERO LA REALIDAD ES BIEN DISTINTA, YA QUE:

Por mucha confianza y rigor científico que pueda representar un cirujano, estará igualmente manejando una acupuntura plagada de ridículos errores y lagunas de fondo. Dando pues igual si tiene mucha o poca formación. Si Iker conociese algo de acupuntura jamás se hubiera atrevido a respaldarla en televión. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI se sigan defendiendo ciertos postulados bioenergéticos ridículos, que no hacen sino desprestigiar el legado acupuntural que una vez recibieron chinos e hindues. Legado perdido hace siglos y que hoy no es sino un puzzle malinterpretado; pero que en muchos casos aun así, da buenos resultados. Resultados que no se consiguen por los postulados y regulaciones que se pretenden...

Atentamente,
Paulino.
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La Ciencia da más de Sí...de lo que piensas; pero no la mayoría de los científicos, claro!