En función del peso inicial de la persona y del seguimiento que haga de las dietas (no hay que olvidar que no es el balón el que adelgaza, sino la dieta, que se sigue con más facilidad al disminuir la sensación de hambre).
Habitualmente se obtiene una pérdida que oscila entre 10 y 25 kg de peso.

Hay contraindicaciones para el empleo del balón gástrico. Así, no podrá aplicarse a pacientes con reflujo gastroesofágico, antecedentes de úlcera de estómago o de duodeno, pacientes que tienen que tomar aspirina o anticoagulantes, aquellos con antecedentes de hernia de hiato, etc.