Ese es un problema bastante común, personalmente ya conocí a varias chicas que hacían lo mismo pero nunca fui capaz de darles un buen consejo (porque no me lo habían pedido). En tu caso me esforzaré.

Consejo #1: lee libros, biografias de preferencia.

Nunca fui una persona muy habladora, emocional o social, cuando tenía un problema lo ignoraba y esperaba que éste desapareciera. Quienes me ayudaron en los momentos que necesitaba una mano ni saben que lo hicieron, éstos son: Viktor Frankl en El hombre en busca de sentido, Epicteto y el Enquiridión, David Goggins y su best-seller Can't Hurt Me, Oprah y muchos otros. Personalmente cuando leo sus historias lo que me viene a la cabeza es "joder, pasaron por algo 1000 veces peor y más difícil que yo, y ahí están, siguen de pie; nunca dejaron de luchar y le dieron la vuelta a su situación". Así que, si ellos pueden, yo también, me digo.

Consejo #2: haz deporte, boxeo, pesas, correr, tú eliges.

¿Quieres auto-castigarte? Sal a correr. Verás como puede llegar a ser más doloroso que cortarse jaja. En un año o así, cuando pase la pandemia ya estarás en forma para buscarte un buen gimnasio de boxeo, ábrete con el instructor, él sabrá como hacerte sentir viva. Yo cuando practicaba artes marciales, a veces el agotamiento era tanto que no me apetecía ni pensar, solo quería darme una buena ducha y dormir. Hacer pesas es otro hábito que me ayudaba a liberar emociones. A unas personas les gusta hablar, a mi me gusta el peso muerto. Poner el doble de mi peso en la barra y hacer que ésta se moviera para mí era un tanto terapéutico.

Consejo #3: no ocultes tus emociones, miedos y cicatrices.

Te diré algo, cuando más poderoso y confiante me sentí fue cuando finalmente reconocí mis inseguridades y dejé de mentir/omitir. Si alguien me pregunta sobre algo que yo considere ser una flaqueza mía, se lo digo, punto. Yo decidí que para mí la opinión de los demás no importaba tanto cuanto mis valores. Decidí ser extremamente honesto conmigo y los demás, no quiero llevar una vida de mentiras. ¿Sabes qué fue lo más curioso? Que esas cosas que me avergonzaban, cuando las decía en voz alta me llenaban de poder. Era como decirle al mundo: "¡No me puedes joder! Ya estoy jodido capullo, si quieres pelea aguantaré 12 asaltos".

Consejo #4: Búscate un buen profesional y pide ayuda.

Muchos psicólogos me dan risa, no te voy a mentir. Pero los que realmente saben hacer bien su trabajo tienen mi respeto absoluto. Ellos están equipados con las herramientas y experiencia necesarias para ayudarte con tus problemas y hacerte entenderte mejor. Te recomiendo específicamente la Terapia Cognitivo Conductual pues esta tiene un gran enfoque científico. No te avergüences de ello, vivimos en un mundo de locos, a todos nos vendría bien un poco de terapia. ¿Conoces a alguien que parece tener un vida perfecta? ¿Buen cuerpo, buen sueldo, múltiples relaciones? Yo sí. Por fuera parecen felices y algunas de hecho lo son, pero a mí, varias de estas personas con vidas aparentemente geniales ya me confesaron estar frustrados, perdidos o deprimidos. Es un problema más común de lo que imaginas, lo que pasa es que todos lo ocultamos muy bien. Pide ayuda :)
_________________________
Disfruto mi tiempo curioseando estudios y escribiendo en https://hackeandoexistencia.com/