Hola Juan, en estos momentos podría decir que me considero afortunado de cómo ha sido la evolución de la enfermedad en mi caso. Hace como 3 años ya que la situación se estabilizó, no tengo calcificaciones ni una curvatura mucho más pronunciada de la que ya tenía naturalmente; por desgracia en ocasiones sí tengo dolor a lo largo de todo el tronco del pene, más intenso en la parte donde empezó a manifestarse la enfermedad, que es en la parte izquierda de la base del glande pero es algo que puedo sobrellevar. Las manchas siguen ahí, yo las veo un poco menos oscuras pero quizá es porque ya me he acostumbrado a ellas.
No he seguido ningún tratamiento más allá del que me recetó el urólogo: tamoxifeno y pentoxifilina y solo los tomé hasta que la inflamación desapareció y el dolor fue remitiendo.
Por otra parte, nunca dejé de masturbarme o de tener relaciones tan pronto como me fue posible, no debes culpabilizarte porque esta enfermedad a mi parecer no depende de cuanto te masturbes, te podría haber sucedido en cualquier momento si tenías la predisposición. Sigue trabajando el aspecto emocional que posiblemente sea lo más importante y poco a poco ir aceptando esta nueva realidad, el cerebro muchas veces tiene más que ver que la fisiología en los problemas sexuales. Espero que mejores y que pronto puedas disfrutar de una sexualidad mucho más placentera aunque no sea exactamente igual a la que tenías antes de todo esto, mucho ánimo y a seguir peleando que eres joven y seguro que encuentras la salida!