MI PEQUEÑA
Hoy entiendo que quería decir mi madre cuando aseguraba que mi arrogancia me llevaría al fracaso.

Desde el día que te ayude a pasar el mensaje en si cyber frente a la universidad estoy aterrada por mi indolencia hacia ti.

Tu mirada era triste, tus pasos inseguros y tropezaste con todo, para solicitar ayuda, y esa frase que no puedo olvidar ¡Tu puedes ayudarme? Entre admiración y pregunta, parecías desorientada como cuando uno acaba de levantarse que no sabe dónde está, era cono si todo te parecía desconocido. Mientras yo estaba arropada por la pedantería sintiéndome superior a todos. Y porqué en ese momento no pude advertir que tanta fragilidad que ese estado de indefensión necesitaba mas que pasarle un mensaje? Era que yo no tenía idea de lo que te sucedía en realidad, y pensaba que mis clases eran mas importantes que quedarme contigo a averiguar que estabas pasando.. Y afuera me sentí como un héroe, pensaba que pasarte el mensaje era mi buena acción del día.

Pero pasaron los días y al pensar en ti sentía una mezcla de vergüenza y arrepentimiento.
Hoy estoy convencida que tu no me estabas pidiendo ayuda para pasarte el mensaje sino para ayudarte de una manera mas humana, en sentido global. Siento que te lastime tanto… y pienso que si no te hubiese atacado en mis mensajes, tan crudamente, hoy estuvieses escribiendo, esas cosas que te gusta escribir, palabras extrañas, y frases incomprensibles con gran cantidad de signos.

Si todavía lees los mensajes del Foro ¡Discúlpame!
¡Regresa al caber! Siempre vengo aquí y siempre espero verte!
¡Te prometo sonreír para ti!
¡Vamos a escribir y a utilizar todos los signos que te gustan y vamos a corregirlo todos los errores que encontremos en el camino y vamos a escribirle a Bred para que calme esta mezcla de entusiasmo y depresión!
¡Regresa por favor!
Cada vez que leo tus mensajes siento una opresión en el pecho que no me deja respirar. Me siento culpable.