Mariela, no sé si será a lo que te refieres, pero yo recuerdo haber mencionado el caso de Antonio Puerta, entre otras cosas porque en principio el diagnóstico que aparecía como probable causa de los problemas de mi corazón iba por esos derroteros.
Antonio Puerta, futbolista profesional del Sevilla (club de la primera división española) falleció el 28 de agosto de 2007 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por una encefalopatía postanóxica (falta de nutrientes y oxígeno en el cerebro), causada por shock cardiógeno, pero realmente el diagnóstico final fue que falleció por una displasia arritmogénica del ventrículo derecho, que hablando en cristiano creo que viene a ser una especie de infiltración de materia grasa en el citado ventrículo que lo hace fallar en determinadas condiciones.
El sistema de diagnóstico más fiable y menos invasivo para descartar la existencia de este mal, es la realización de una resonancia magnética, llevada a cabo por un buen profesional. En mi caso, el cardiólogo que me trataba no admitía la realización de dicha prueba en mi lugar de residencia, pues el resultado de la misma no le ofrecía la seguridad necesaria. Al final la prueba se hizo en Madrid y la realizó una Doctora altamente especializada en este tipo de técnica.
Por fortuna, el resultado que arrojó la resonancia fue que no padezco esa displasia arritmogénica ventricular, lo que hubiera sido muchísimo más grave que las extras que soporto, unas veces más y otras menos, pero sin riesgo para mi vida. Tal vez por haber ido de más a menos en la gravedad de las posibles causas de mis extras, me ha resultado más sencillo afrontarlas con una dosis de optimismo mayor que lo que habitualmente leo en este foro, todo ello, en honor a la verdad, con la inestimable ayuda de la gente que lo compone, pues ha sido fundamental leer las experiencias de otras personas para poder creerme que esto no va a matarme y que lo que requiere es fortaleza mental para poder ignorarlas como se merecen.
Un saludo,
Carlos.