Hola Girti, bienvenido.
De anteriores intercambios de opiniones en este foro sobre el tema que planteas, he podido llegar a la conclusión de que en muchos casos las extras desaparecen cuando el ritmo cardiaco aumenta con motivo del esfuerzo físico, pero hay otros en los que persisten. Según cuentas, cuando juegas al fútbol las sientes en los momentos que podríamos llamar de "recuperación", mientras que cuando realmente realizas el esfuerzo (carrera continua con balón o sin él) no las notas. En cierto modo, estás entre los que dejamos de sentirlas cuando hacemos deporte y quienes las perciben igual. Creo que la mejor forma de determinar cómo se comporta tu corazón ante el ejercicio físico es realizarte una ergometría (más conocida como prueba de esfuerzo) que consiste básicamente en correr en una cinta (también se puede hacer en bicicleta estática) estando monitorizado. La prueba consta de distintas fases, incrementando la dureza en cada una hasta alcanzar una frecuencia cardiaca considerada "segura" por el especialista (creo que hacen un cálculo en función de tus características personales, es decir, edad, sexo, etc.) Después de realizada la prueba y tras el período de recuperación, tu médico dispondrá de toda la información sobre el comportamiento de tu corazón durante el ejercicio, de forma que podrá determinar la benignidad de esas extras que sientes durante los partidos.
De todas formas, supongo que cuando acudiste al cardiólogo por este problema, con la pruebas realizadas ya pudo determinar ese carácter para las extras, pero sinceramente no creo que esté de más conocer el comportamiento del corazón durante el esfuerzo.
En mi caso particular, esa prueba nos permitió determinar que cuando el la frecuencia cardiaca aumenta mis extras desaparecen y, al contrario, cuando estoy relajado, siendo además bradicárdico, las ondas piratas se cuelan en los espacios muertos cada vez que quieren.

Bueno, lo dicho, bienvenido al foro y espero haberte sido útil.

Un saludo,

Carlos.