Pruebas de clinica y de laboratorio sobre el origen tumoral
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  27/04/2009 | Oncologia | |
Pruebas de clinica y de laboratorio sobre el origen tumoral.9

Ha quedado demostrado, con experimentos en roedores, cómo disminuye el número de mitocondrias cuando hay una deficiente nutrición: las células pierden energía, no solamente la eléctrica, sino también las energías mecánica y química. Cuando un organismo no se nutre debidamente, forzosamente se debilita también la vitalidad de la conducción nerviosa.

 

Con este importante y sensacional descubrimiento científico del investigador español, el Profesor, Dr. Mario Gosálvez, se ha demostrado la poderosa influencia que tienen las mitocondrias, no sólo por el hallazgo de un nuevo mecanismo o sistema estructural subcelular de gran importancia en la regulación del metabolismo de la energía de la vida, sino también, facilitar con ello unos nuevos conceptos, o estudios, para poder descubrir de forma definitiva cómo se altera la estructura celular en los casos de cáncer, incluso de otras enfermedades de carácter degenerativo y en la senilidad.

 

Dicho descubrimiento, no cabe la menor duda, tiene mucha más importancia y trascendencia de la que en un principio se pensó. A partir de este gran hallazgo científico, convencidos estamos, se abrirá un abanico de importantes y trascendentales investigaciones que, hasta hoy, el mecanismo a seguir se mostraba inescrutable.

 

 

Bibliografía

 

1.     MORROS SARDÁ, J.; Elementos de Fisiología, 8a edición. Página 21. Editorial Científico-Médica, tomo I (1961).

2.     GONZÁLEZ BARÓN, M.; Cáncer y Medio Ambiente. Páginas 43, 49, 51, 59, 62, 63, 67. Editorial Noesis-Madrid (1997).

3.     KANDEL E., JESSELL TH. M. y SCHWARTZ J.; Neurociencia y Conducta. 2a edición. Páginas 25, 33, 35, 47, 51, 67, 68, 71, 72, 129, 133, 146, 162, 169, 175, 187, 188, 203, 239, 241, 243, 245. J. Stummpf, ed., Impr. Grafilles, Madrid (1999).

4.     DEMETRIO SODI PALLARÉS; Magnetoterapia y cáncer. 2ª edición. Páginas 111, 184-186, 188, 189, 193, 194, 198, 199, 141, 175, 193. (1995).

5.     TESTUT-LATARJET; Anatomía Humana; tomo 2. Editorial Slava Editores S.A. (1975).

6.     ORTUÑO ORTIN M.; Física para Biología, Medicina, Veterinaria y Farmacia. 1ª edición. Páginas 331, 361, 362, 369, 370, 377, 380, 399-401. Editorial Hurope, S.L. (1996).

7.     GILLIAN POCOCK y CHRISTOPHER D. RICHARDS.; Fisiología Humana. La base de la medicina. 2ª edición. Páginas 442 y 443. MASSON (2005).

8.     RODNEY A. RHOADES; GEORGE A. TAMMER.; Fisiología Médica. Páginas 587-589. MASSON; (1996).

 

 

Sección III

 

Nutrición y cáncer con Dimetilbenzoantrazeno en ratas “Ad Libitum” y con dieta limitada (Prueba efectuada por el Profesor, Doctor Ribas Ozonas, B.)

 

Durante décadas ha sido estudiada la relación entre la incidencia de tumores y dieta en ratas y ratones, incluyendo el efecto de ingestión total de alimento, su valor calórico y los parámetros individuales. Mientras Tannenbaum 1 estudia el efecto de la desnutrición en el inicio y crecimiento de tumores en ratones, nosotros hemos repetido el experimento en ratas Wistar, introduciendo como nuevo parámetro la administración de un agente cancerígeno: el dimetilbenzoantrazeno (DMBA), agente inductor de carcinomas y papilomas. 2,19

 

Se inició el experimento con 30 ratas Wistar (Fig. 6) que se distribuyeron en jaulas y se mantuvieron siete días en observación, a las que se les proporcionó dieta estándar y agua “ad libitum”. El experimento se prolongó a lo largo de un año, con la observación cotidiana, realización de fotografías y toma de muestras de los tumores correspondientes.

 

Los animales se constituyeron en dos grupos de 15. El primer grupo, mantenido con dieta y agua “ad libitum”. Al segundo grupo, para alcanzar el estado de desnutrición, se le proporcionó una dieta limitada de 6 g/animal/día, con un incremento en relación al transcurso del experimento hasta 10 g/animal/día. La dieta estándar específica para ambos grupos de roedores procede de la Firma Harlam, España, con una composición completa de principios inmediatos, minerales y vitaminas, según el Comité de Nutrición Animal. 19

 

Al inicio del experimento, los animales de ambos grupos fueron distribuidos de dos en dos en las jaulas, de acuerdo con las normas de calidad, seguridad y espacio según normativa de la Unión Europea (Directiva 86/609/CEE). Sin embargo, posteriormente, y en vista de la conducta de los animales desnutridos (que se impedían la bebida unos a otros) se colocó un animal por jaula, para facilitar el libre acceso a la bebida y comida por igual. Se mantuvieron en sus jaulas distribuidas en estanterías “ad hoc” en el animalario de la institución, climatizado, con ciclos estándar apropiados luz/oscuridad, y bajo anestesia con éter se realizaron fotografías con cámara Olympus (Fig. 6). Todos los animales fueron pesados semanalmente.

 

A los dos grupos de animales se les administró 30µg/100g/rata de 9,10-dimetil-1,2-benzoantraceno (DMBA, Sigma, D-3254) por vía subcutánea una vez a la semana, a la concentración de 1mg/ml de dimetilsulfóxido (DMSO, Merck, Articulo-9678, Alemania) mediante jeringuilla de insulina. Se aplicó el programa de dosis según Iversen. 3

 

Este trabajo se enmarca en una serie de experimentos sobre nutrición y dieta, cáncer e intensidad de la transmisión nerviosa. Tannenbaum 1 observó claramente que los ratones con cáncer, sobrealimentados, morían antes que los subalimentados con dieta limitada.

 

En animales desnutridos, con dieta completa pero restringida, sus mitocondrias procesan un restringido número de electrones; la carga eléctrica es limitada y se sintetizan cantidades de ATP más bajas que en condiciones fisiológicas y bioquímicas normales. En las ratas con dieta “ad libitum”, gracias a la síntesis y al significado energético del ATP, con la colaboración de los aminoácidos y proteínas mitocondriales, la velocidad eléctrica tiene mayor impulso; mientras que en las desnutridas, por disponer de escasa actividad eléctrica, las mitocondrias sintetizan también bajos niveles de ATP. (Ver Tabla 2 y Fig. 6).

 

pruebas_origen_tumoral/profesor_ribas_ozonas

 


En la fotografía, el Profesor, Dr. Ribas Ozonas, B. y a su derecha me encuentro esbozando una leve sonrisa que refleja mi forma habitual de ser. El optimismo siempre ha supuesto para mí un arma valiosa para la convivencia, para el trabajo cotidiano y para la salud: relaja nuestro sistema nervioso, que no es poco.

 

El Doctor Ribas Ozonas (a mi izquierda) efectuó un trabajo experimental con 30 ratas; 15 desnutridas y otras 15 nutridas (ver fotos a continuación). Se demostró que un organismo desnutrido ofrece mayores dificultades para la formación y proyección de la malignidad celular, al disminuir el número de electrones (oxidación).

En las ratas bien nutridas se produce una mayor excitabilidad y mayores intensidades eléctricas, al abundar durante su trayecto gran cantidad de electrones (reducción), procedentes de la mielina (grasa, aminoácidos, proteínas, etcétera). Con esta prueba, se confirma también lo que propugnaba el Profesor, Dr. Sodi Pallarés, D., que precisamente fue propuesto para premio Nobel. Decía, que “las células malignas actúan con mayor rapidez cuando existen mayores intensidades eléctricas”. Con la prueba de las ratas se confirma una vez más su postulado.

 

A continuación ofrecemos como muestra del experimento efectuado en el Instituto de Salud Carlos III, de Majadahonda (Madrid), varias fotografías de ratas correspondientes a los dos grupos: nutridas y desnutridas. Lo presentamos en sus distintas fases del experimento.

 

En las ratas nutridas los efectos cancerígenos aparecen antes: a los siete meses. En las desnutridas, los mismos efectos y con las mismas dosis del cancerígeno empleado para los dos grupos, aparecieron a los doce meses.

 

Y concluimos con la siguiente interrogante: ¿Queda aún alguna duda sobre la corriente eléctrica como causa principal de todo proceso tumoral?

 

 

Organismos desnutridos

 

Como consecuencia de la desnutrición, las ratas pierden forzosamente tejido conjuntivo, grasa, aminoácidos y proteínas, esencialmente. La capa de mielina pierde también los mismos componentes que el resto del organismo. Por lo tanto, los nervios pierden cargas eléctricas de signo negativo (electrones).

 

Por otra parte, al hacerse más lenta y con menos fuerza la intensidad eléctrica, el arrancamiento de electrones de la mielina se efectúa con bastante más dificultad.

 

Las leyes de la conducción nerviosa nos dice que, para una eficaz y normal conductibilidad nerviosa, los nervios deben estar sanos y fuertes. De aquí que la formación de la malignidad celular tarde más tiempo en producirse en las ratas deficientemente alimentadas que en las bien nutridas.


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