Presencia de las ciencias sociales en las facultades de Ciencias de la Salud. Reflexiones sobre su necesaria integracion para el estudio del proceso salud-enfermedad humana
Autor: Rosmel del Valle Orfila Vilera | Publicado:  26/03/2010 | Formacion en Ciencias de la Salud | |
Presencia de las ciencias sociales en las facultades de Ciencias de la Salud .7

Así, combinando teorizantes sociales con aquellas ópticas enteramente biologista, los estudiantes tienen la posibilidad de abordar a los seres humanos de manera global, sin limitaciones que por lo general traen consigo el reduccionismo tan nefasto cuando se aborda el proceso salud-enfermedad humano.

Se hace imperativo, entonces, la inclusión de asignaturas propias de las Ciencias Sociales en los pensa de estudios de las distintas carreras universitaria, siempre pensando en un futuro profesional que esté compenetrado y comprometido con los otros a la luz de fomentar valores humanos, éticos y morales de valía para el ejercicio pleno de las profesiones una vez que se egresa de la academia.

Los estudiantes de las Ciencias de la Salud deben comprender que el proceso salud-enfermedad es susceptible de ser impactado por factores ya sean provenientes de virus y bacterias, así como también de agentes del entorno social. Así se tiene que la escasa educación en materia de alimentación balanceada, de educación sexual, de ejercicios, de hábitos higiénicos, etc., repercuten directamente en los individuos ocasionando enfermedades de las más diversas tipologías.

Los docentes universitarios responsables de desarrollar asignaturas de las Ciencias Sociales están obligados a involucrar a los estudiantes en las problemáticas que atañen al campo de estudio de las mismas, y es interesante saber que se disponen de la más variada tipología de estrategias, técnicas y métodos creados para fines muy concretos centrados en la enseñanza-aprendizaje de tales disciplinas.

El conocimiento del arsenal metodológico que posibilite al binomio docentes-estudiantes generar conocimientos partiendo de los contextos societales permite aplicar los enfoques teóricos-conceptuales de las Ciencias Sociales, y partiendo de contrastar la teoría con la práctica social se comprenderá las causales que repercuten directamente en la salud de los seres humanos, considerando así los diversos agentes que anidan en el ámbito de lo social que guardan estrecha relación en el proceso salud-enfermedad.

Por otra parte cabe destacar que la entronización de las Ciencias Sociales en las carreras de las Ciencias de la Salud responde a postulados y directrices de organismos encargados de velar por la salud humana a nivel planetario. Así, instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, la UNESCO, la UNICEF, de Organizaciones no Gubernamentales y Gubernamentales del país, de las regiones y de las localidades, establecen como reto enfrentar las problemáticas de los seres humanos relacionadas a los factores condicionantes y determinantes de las enfermedades, lo cual es un indicativo de la urgente necesidad de una mayor compenetración con los procesos y fenómenos sociales para entender su naturaleza y dinámica.

Muchas de las fallas en materia de efectividad de las políticas de salud, de los programas y planes de promoción de la salud y de una verdadera Educación para la Salud tiene su origen en el desconocimiento de las características sociales y demográficas de las poblaciones a las cuales se pretende aportar poner al tanto en materia de prevención de enfermedades. Aquí, se desprende la necesaria injerencia de preparación en aquellos elementos que giran alrededor de las consideraciones sociales de las comunidades y las Ciencias Sociales juegan un papel decisivo en esta materia.

Menospreciar el status y rol preferencial de las Ciencias Sociales en el concierto de los estudios propios de las Ciencias de la Salud es volver a una especie de época del oscurantismo de la ciencia, donde la ignorancia de aquellas “tribus” de intelectuales muy característico de las Ciencias Naturales (las cuales se encuentran presas en las coordenadas del monismo metodológico y, por tanto, destinadas siempre al reduccionismo nefasto), se convierte en un poderoso obstáculo en los verdaderos propósitos de los estudios universitarios los cuales se debería circunscribir casi exclusivamente en el estudio de los seres humanos insertos en la diversidad de sociocultural.

A su vez, menospreciar la utilidad de las Ciencias Sociales como tenaces acompañantes para la formación de los estudiantes universitarios es otro factor nocivo para el proceso de enseñanza-aprendizaje al negarse, así, la posibilidad de aportar herramientas teóricas y conceptuales que son el fundamento para fraguar actitudes y comportamientos impregnados de los valores humanos, éticos, morales, históricos, etc., de valía justamente en los momentos actuales en que se cuestiona lo humano como una consecuencia directa de la inhumanidad por la que atraviesan las sociedades a escalas local, regional, nacional y mundial.


Referencias bibliográficas

1. Organización Panamericana de la Salud. (2006). Herramientas de Comunicación para el desarrollo de Entornos Saludables. Serie PALNEX para Ejecutores de Programas de Salud. Nº 46. Washington, D.C. E.U.A.

2. Renán E., José. (1995). Salud Integral, el Hombre, la Cultura y la Ciencia. En: Revista Facultad nacional de Salud Pública. Volumen 13(1) julio-diciembre. Universidad de Antioquia.

3. Organización Panamericana de la Salud. (1992). Educación Médica y Salud. Ciencias Sociales y Formación de Recursos Humanos. Volumen 26, Nº 1, enero/marzo.


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