Fitoterapia. El poder terapeutico de las plantas .5
Plantas de acción antiasmática: grosellero negro, fumaria, manzanilla dulce, celidonia, ajedrea, árnica…
EUCALIPTO (Eucalyptus globulus)
Se utilizan las hojas, que contienen aceite esencial, cuyo principal constituyente es el cineol o eucaliptol aunque también contiene: terpineol, carburos terpénicos (-pineno), alcoholes alifáticos y sesquiterpénicos (eudesmol), aldehídos y cetonas. Además, la planta posee taninos, pigmentos flavónicos (heterósidos del quercetol), caliptósido y ácidos fenólicos (gálico, cafeico).
Es antiséptico de las vías respiratorias y urinarias, al eliminarse su esencia a nivel pulmonar y renal, respectivamente. Tiene efecto expectorante, balsámico, broncodilatador y mucolítico por estimulación directa de las células secretoras de la mucosa bronquial. Favorece la regeneración de las células inflamadas de la mucosa respiratoria, fluidifica las secreciones bronquiales y calma la tos. Además, ejerce un ligero efecto hipoglucemiante y tiene capacidad antibiótica y antifúngica. Los taninos le confieren poder astringente.
Se emplea en diversas afecciones respiratorias: bronquitis, gripes, faringitis, sinusitis, tos irritativa, asma... También es útil para tratar las infecciones urogenitales (vaginitis, cistitis).
El eucalipto puede ser neurotóxico, al acelerar el metabolismo hepático de algunos anestésicos, analgésicos y tranquilizantes. A dosis elevadas su aceite esencial puede producir molestias gástricas, hematuria, proteinuria, náuseas, taquicardia, convulsiones y delirio. 10-20 ml de esencia pueden producir la muerte en un ser humano.
Se administra en forma de tisanas y tinturas. También existen preparados comerciales de eucalipto.
TOMILLO (Thymus vulgaris)
Se emplean principalmente las hojas y las flores. Contiene una esencia rica en timol y carvacrol. Otros constituyentes importantes son los monoterpenos (borneol, geraniol y cimeno), ácidos fenólicos (ácido cafeico, ácido rosmarínico), taninos y saponinas.
El tomillo es antitusivo, expectorante, espasmolítico y balsámico, debido al timol y caravacrol. Resulta un excelente bactericida, sobre todo a nivel respiratorio, digestivo y genitourinario. También tiene efecto antifúngico, antihelmético y antiviral. Inhibe los espasmos intestinales y favorece la liberación de ácidos biliares al intestino. Es estimulante del sistema nervioso central.
Se emplea en afecciones respiratorias, digestivas y urinarias. Es útil para eliminar las lombrices intestinales, tan frecuentes en la infancia.
Su ingesta se produce a través de jarabes, tisanas y tinturas.
HISOPO (Hyssopus officinalis)
Se utilizan las hojas y las flores. Contiene, ácidos fenólicos (cafeico, clorogénico, rosmarínico), triterpenos (ácido ursólico y oleanólico), marrubina y tuyona.
Posee propiedades expectorantes, antitusivas y fluidificantes de las secreciones bronquiales. Es estimulante del sistema nervioso central, debido a su contenido en pinocanfeno. Está indicada en bronquitis, catarros, asma, tos seca… Hay que tener en cuenta, que la tuyona puede ser convulsivante; por eso en epilepsia se desaconseja la administración de hisopo.
Se administra en forma de tisanas o tinturas.
TUSÍLAGO (Tussilago farfara)
Se utilizan las hojas y las flores. Contiene mucílagos urónicos, alcoholes triterpénicos (arnidiol y faradiol), flavonoides (rutósido e hiperósido) y taninos. Además, las flores jóvenes poseen senkirkina, un alcaloide hepatotóxico.
Al tusílago se atribuyen propiedades expectorantes, espasmolíticas, antitusivas, emolientes, calmantes y antinflamatorias. Se utiliza en afecciones respiratorias agudas y crónicas: tos irritativa, catarros, bronquitis, faringitis, laringitis, silicosis...
Debido a su contenido en senkirkina, no se aconseja administrar durante mucho tiempo seguido, aunque parte de este compuesto parece ser que se destruye durante la cocción. Esta es una de las plantas prohibidas en el embarazo.
Se consume generalmente en forma de tisana.
BORRAJA (Borago officinalis)
Las partes utilizadas son las hojas y las flores. En la borraja coexisten flavonoides (quercetol, kampherol), antocianósidos, taninos y mucílagos. Al igual que el tusílago, esta planta contiene alcaloides pirrolicidínicos, con efecto hepatotóxico.
Por sus propiedades antitusígenas y antiinflamatorias, se indica para el tratamiento de afecciones respiratorias. También es beneficiosa para paliar el síndrome premenstrual y los trastornos del climaterio.
FITOTERAPIA DEL APARATO DIGESTIVO
Existen multitud de plantas con acción beneficiosa en el tracto digestivo. Hay algunas que estimulan el apetito, otras que tratan la diarrea… Para facilitar su estudio, se clasifican en los siguientes grupos:
Plantas estimulantes del apetito: Se incluyen aquellas plantas que estimulan las secreciones gástricas, y por tanto, fomentan el apetito: genciana, lúpulo, marrubio, trébol de agua, bardana, liquen de Islandia, ginseng, aciano…
Plantas inhibidoras del apetito: glucomanano, fucus, guarline…
Plantas digestivas y eupépticas: Son aquéllas que facilitan la digestión. Entre las plantas que poseen esta acción pueden distinguirse dos grupos:
Plantas con enzimas proteolíticos: la papaya contiene papaína y la piña, bromelina, enzimas capaces de desdoblar las proteínas, por lo que son útiles en gastritis, dispepsias...
Plantas ricas en esencias y principios amargos, que estimulan el peristaltismo y las secreciones digestivas, favoreciendo la digestión: ajedrea, manzanilla amarga, manzanilla dulce, orégano, estragón, ajenjo, hinojo, hierba luisa, melisa, menta, poleo, albahaca, mejorana, anís estrellado, romero, angélica, diente de león, serpol, tomillo, verbena…
Plantas carminativas: Favorecen la eliminación de los gases retenidos en el tracto gastrointestinal y previenen su formación: comino, anís estrellado, hinojo, menta, angélica, melisa, ajenjo, alcaravea, coriandro, hisopo, hierba buena…
Plantas con acción antiúlcera gastroduodenal: Ejercen esta acción, bien por su contenido en mucílagos que actúan protegiendo la mucosa gástrica e impidiendo su irritación por los jugos gástricos (llantén, malvavisco, milenrama, caléndula, consuelda…), o bien por su contenido en saponinas triterpénicas, como el regaliz.
Plantas de acción antiespasmódica: Son capaces de disminuir el tono y las contracciones gástricas e intestinales: angélica, melisa, milenrama, manzanilla romana, caléndula, coriandro, regaliz, anís estrellado, lavanda, hierba luisa, manzanilla amarga, manzanilla dulce, menta, poleo, albahaca, mejorana, orégano, romero, salvia, ajedrea, verbena…
Plantas que actúan a nivel hepático: dentro de estas plantas podemos diferenciar dos grupos:
Plantas coleréticas y colagogas: Estimulan la formación de bilis en el hígado (coleréticas) o aceleran la evacuación de ácidos biliares al intestino (colagogas): boldo, romero, diente de león, tomillo, milenrama, bardana, ajenjo, achicoria, menta, poleo, salvia, ortiga verde…
Protectores hepáticos: Protegen al hígado de la acción de sustancias tóxicas, como el cardo mariano.
Plantas antidiarreicas: Se emplean con este fin las plantas ricas en taninos, por sus propiedades astringentes: salicaria, hierba de San Roberto, anís estrellado, ortiga blanca, ratania, té verde, agallas de roble…
Plantas laxantes: sen, cáscara sagrada, frángula, plantago, glucomanano, semilla de lino…