Fitoterapia. El poder terapeutico de las plantas
Autor: María del Rocío Catalina García | Publicado:  10/06/2010 | Otras Especialidades , Farmacologia | |
Fitoterapia. El poder terapeutico de las plantas .6

MANZANILLA (Matricaria chamomilla)

Existen dos tipos de manzanilla, la manzanilla amarga o romana (Anthemis nobilis) y la dulce (Matricaria chamomilla). Nos centraremos en el estudio de esta última, pues es más conocida y utilizada. Se emplean las inflorescencias.

Está compuesta por mucílagos, esencia rica en camazuleno, que deriva de un compuesto denominado matricida. En la esencia hay además carburos terpénicos (farneseno, cadineno…) y un alcohol sesquiterpénico (el -bisabolol). La manzanilla también está formada por flavonoides (glucósidos del quercetol, de la apigenina y de la luteolina), cumarinas y una lactona sesquiterpénica, la nobilina.

Tiene propiedades carminativas, coleréticas, diuréticas, antiulcerosas, antiespasmódicas, antiinflamatorias, analgésicas y antialérgicas. Actúa como sedante del sistema nervioso central y relaja los músculos intestinales. Es una planta antibacteriana, sobre todo frente a los estafilococos, y antifúngica. Es útil en estados febriles y tiene acción emenagoga, por lo que ayuda a regular los ciclos menstruales.

Está indicada en gastritis, úlceras, espasmos gastrointestinales, vómitos, náuseas, digestiones pesadas, meteorismo, enteritis… También es eficaz en estados de nerviosismo, ansiedad y jaquecas.

Probablemente la infusión de manzanilla sea la más consumida entre la población.

MENTA (Mentha piperita)

Se utilizan las hojas, en las que existe un aceite esencial cuyo principal componente es el mentol, un alcohol monoterpénico. También hay monoterpenos (-pineno, -pineno y limoneno), mentona, eucaliptol y mentofurano. En la menta también encontramos flavonoides (derivados del apigenol y del luteolol), triterpenos (ácido ursólico y oleanolico), ácidos fenólicos y taninos.

Posee propiedades carminativas, antiespasmódicas, coleréticas y colagogas, analgésicas y antiinflamatorias. Se ha comprobado un efecto antifúngico y antivírico frente al virus de la hepatitis A. Además estimula la secreción de los jugos gástricos y ejerce cierta actividad anestésica local. Presenta poder expectorante, ayuda a rebajar la fiebre y estimula el sistema nervioso.

Se utiliza en trastornos digestivos (inapetencia, espasmos, dispepsias, insuficiencia biliar, meteorismo, vómitos, síndrome de intestino irritable…) y en estados gripales y catarrales para despejar las vías respiratorias.

Se consume en forma de infusión, jarabe, tintura o cápsulas.

ANÍS ESTRELLADO (Illicium verum)

Se utilizan los frutos, que están formados por 6-10 folículos reunidos formando una estrella. Contiene esencia rica en anetol, estragol, safrol, cineol, carburos terpénicos (felandreno, limoneno, dipenteno), aldehídos y cetonas anísicas. Coexisten ácidos orgánicos, principalmente quínico y posee un contenido de lípidos relativamente importante.

Tiene acción carminativa, eupéptica, espasmolítica, antiséptica, antidiarreica e inhibe las fermentaciones intestinales. Por tanto, está indicado en gastroenteritis, meteorismo, espasmos gástricos e intestinales, digestiones pesadas...

Es necesario conocer que la esencia, por su alto contenido en anetol, a dosis elevadas puede resultar tóxica, produciendo narcolepsia, convulsiones y delirio. No tenemos que confundir el anís estrellado con el anís estrellado bastardo (Illicium religiosa), que es rico en alcaloides tóxicos.
Se utiliza en forma de infusión o tinturas.

BOLDO (Peumus boldus)

Se emplean las hojas, que presentan sustancias terpénicas, como el cineo, p-cimeno, eucaliptol y ascaridol, y flavonoides (pnemosido y boldosido). Además, el boldo tiene alrededor de 20 alcaloides, derivados de la aporfina. El principal, la boldina, existe en un porcentaje próximo al 30% del total.

Es carminativo y estimulante digestivo, ya que aumenta la secreción de jugos gástricos, colerético y colagogo, diurético y presenta un ligero poder laxante. Es relajante y sedante del sistema nervioso y a dosis altas es hipnótico y anestésico.

Se recomienda en digestiones pesadas, meteorismos, trastornos de la vesícula biliar, cálculos biliares e insomnio. No es capaz de disolver los cálculos biliares, pero evita que se formen nuevas piedras y que aumenten de tamaño las que ya existen.

Hay que tener cuidado con la administración del boldo, pues tratamientos prolongados pueden desencadenar un cuadro tóxico y producir vómitos, diarreas y alteraciones del sistema nervioso.
Se administra en forma de infusión.

CARDO MARIANO (Silybum marianum)

Su nombre alude a la relación establecida desde tiempos antiguos entre las manchas blancas de las hojas y la leche materna de la Virgen María. Se emplean las semillas, que desde muy antiguo han sido utilizadas en el tratamiento de los trastornos hepáticos. Ahora se sabe que este efecto se debe a las sustancias que contiene. El compuesto más importante es la silimarina, resultado de la unión de un flavonoide (taxifolina) con el alcohol coniferílico, que tiene una gran afinidad por el hepatocito.

Esta planta es un hepatoprotector capaz de antagonizar los efectos de sustancias tóxicas, como el alcohol. Está comprobado científicamente que es capaz de regenerar las células hepáticas. Por tanto, está indicado en hepatopatías de diversa etiología: cirrosis, hepatitis vírica, hepatitis tóxica…

También se afirma que es útil para prevenir los mareos en los viajes y aliviar las jaquecas.
Se administra en forma de tisana, tinturas o comprimidos.

REGALIZ (Glycyrrhiza glabra)

Se emplean la raíz y el rizoma, que presentan saponinas de naturaleza triterpénica, principalmente la glicirricina, responsable del sabor dulce. También contiene flavonoides, que dan el color amarillo del interior: liquiritósido e isoliquiritósido.

Aumenta la secreción de moco gástrico, que protege la pared del estómago, por lo que posee capacidad antiulcerosa. Tiene acción antiespasmódica, expectorante, antitusiva, antiinflamatoria, antibiótica y estrogénica. Ejerce un suave efecto laxante. Es útil en afecciones respiratorias y ginecológicas, indigestión, vómitos y úlcera gastroduodenal.

El consumo de regaliz en grandes dosis o durante un tiempo prolongado produce pérdida de K y retención de Na, con la consiguiente retención hídrica. Esto puede producir hipertensión, cefaleas, mareos, edemas, debilidad muscular… No debe ser utilizado por personas que toman corticoides o antihipertensivos.

Se administra en forma de decocción, tintura o simplemente el rizoma natural.

HAMAMELIS (Hamamelis virginiana)

Se utilizan principalmente las hojas, aunque también se puede utilizar la corteza.

El hamamelis se compone de taninos gálicos (hamamelitanino), taninos catéquicos, ácidos fenolícos y flavonoides. Tiene propiedades astringentes, vasoconstrictoras, antihemorrágicas y cicatrizantes. Es emenagogo (regula y favorece la menstruación) y antiinflamatorio. Es eficaz en el tratamiento de las infecciones del tracto urogenital.

Se utiliza en afecciones venosas, varices, hemorroides, flebitis, metrorragias, síndrome premenstrual, congestiones uterinas y sobre todo es útil en el tratamiento de las diarreas.
Se ingiere en tisanas, decocciones o tinturas.

GLUCOMANANO (Amorphophallus Konjac)

Creo que es importante prestar atención a esta planta, pues en los últimos tiempos ha ganado gran popularidad entre personas que desean perder peso.


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