Medicina alternativa-complementaria en enfermedades prostáticas. Cap. 6 – Terapia biologica en cancer prostatico y crecimiento prostatico benigno sintomatico
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  24/06/2010 | Medicina alternativa, complementaria en ... | |
Antioxidantes en pacientes suplementacion prostatica. Medicina alternativa complementaria .6

Los cambios en los niveles plasmáticos de 1,25-dihydroxyvitamin D en respuesta a la ingesta cálcica con las variaciones requeridas para influenciar la proliferación y la diferenciación de las células del cáncer de próstata. En la mayoría de los estudios los niveles plasmáticos de 1,25-dihydroxyvitamin D no se encontraron reducidos en pacientes con cáncer de próstata. En conclusión la existencia de un enlace fisiopatológico entre la ingesta elevada de calcio y la consecuente baja producción de niveles circulantes de 1,25-dihydroxyvitamin D que podría promover el desarrollo de cáncer de próstata permanece solo como una hipótesis. Fraser (2007) refiere los mismas conclusiones.

Krishnan (2007) refería que el calcitriol, forma hormonalmente activa de la vitamina D, inhibe el crecimiento y el desarrollo de muchos cánceres a través de múltiples mecanismos. Este estudio trata de demostrar los mecanismos por medio de la cual el calcitriol inhibe el desarrollo y progresión del cáncer de próstata. Aumentará la expresión del factor de crecimiento como la insulina unido a la proteína-3 el cual juega un rol critico en la inhibición del crecimiento celular del cáncer de próstata al aumentar la expresión del inhibidor del ciclo celular p21. El calcitriol inhibe la vía de la prostaglandina a través de tres maneras: 1) la inhibición de la expresión de la ciclooxigenasa-2 (COX-2), la enzima qu7e sintetiza las Prostaglandinas. 2) la inducción de la expresión de la 15-prostaglandina dehydrogenasa (15-PGDH) la enzima que inactiva las prostaglandinas y 3) disminuyendo la expresión de los receptores EP y FP PG que son esenciales para la señalización de las prostaglandinas. Ya que las prostaglandinas pueden promover la carcinogénesis y la progresión de múltiples cánceres, la inhibición de los circuitos de la Prostaglandina puede adicionarse a la habilidad del calcitriol para prevenir e inhibir el desarrollo y crecimiento del cáncer de próstata. La combinación de calcitriol y fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), resultará en una inhibición sinérgica del crecimiento del cáncer de próstata y ofrecerá una estrategia terapéutica potencial. La Proteína-fosfatasa 5 kinasa mitógeno activada (MKP5) es un miembro de la familia de las fosfatasas que son reguladores negativos de las MAP kinasas. El calcitriol induce la expresión MKP5 en las células prostáticas llevando a una defosforilación e inactivación selectiva de las kinasas stress-activadas p38. Ya que la activación p38 es pro-carcinogénica y es un mediador de la inflamación, la acción del calcitriol especialmente acoplada con la inhibición de la vía de la prostaglandina contribuye a la actividad quimiopreventiva del calcitriol en el cáncer de próstata. La substancia inhibidora mulleriana (MIS) ha sido evaluada por sus efectos inhibitorios en cánceres de los tejidos reproductivos y su desarrollo como un fármaco anticáncer. El calcitriol induce la expresión del MIS en células prostáticas revelando otro mecanismo contribuidor a la actividad anticáncer del calcitriol en cáncer de próstata.

VITAMINA C

En el cáncer de próstata, la vitamina C, actúa como un ‘limpiador’ de radicales libres, inhibiendo con ello la transformación maligna y disminuyendo los cambios o daños cromosómicos provocados por los procesos carcinogenéticos. Tiene entonces actividad antioxidante, antiaterogénica, anticarcinogénica, antihipertensiva, antiviral, antihistamínica, Inmunomoduladora, oftalmoprotectora, y protege las vías aéreas (PDR for Nutritional Supplements 1a. Ed 2001), ayuda a la detoxificación de metales pesados como el plomo. Podría además tener un rol preventivo en ciertos desordenes crónicos degenerativos como la enfermedad cardiaca coronaria y el cáncer. Previene las cataratas y se ha comprobado que inhibe el crecimiento del Helicobacter pilori y por lo tanto podría tener un efecto protector contra ulceras y carcinomas gástricos.

No nos olvidemos de la Terapia Ortomolecular del premio Nobel Linus Pauling quien en 1968 describió el tratamiento del cáncer con masivas dosis de vitamina C, sobre todo en quienes no habían recibido quimioterapia.

El 90% de la vitamina C de la dieta proviene de frutas y vegetales. La pimienta verde dulce, pimientos rojos, y pimientos picantes rojos y chili verde son ricos en Vitamina C, frutas cítricas, mangos, cebollas, coles de Bruselas, coliflor, palmito, col rizada, berza común, mostaza verde, espinacas, fresas, broccoli, vegetales verdes, guisantes verdes, pimientos dulces, espinacas, tomates, nueces y granos contienen poca cantidad de vitamina C. La cocción de los alimentos arriba mencionados destruye la vitamina C. La vitamina C puede actuar sinérgicamente con los flavonoides (flavonoides cítricos derivados del limón, naranja y toronja). Se recomienda una dosis diaria de vitamina C de 250 a 500 mg.

Coulter (2006) refirió los resultados de su trabajo para evaluar la evidencia de que los suplementos de vitamina C y vitamina E son útiles para el tratamiento y prevención del cáncer. La data es extraída de 38 estudios a través de un metaanálisis que demostraron la evidencia que la vitamina C y la vitamina E afectan positivamente la sobrevida en pacientes con cáncer. Solamente tres de los estudios reportaron beneficio estadísticamente significativo. Uno demostraba que la vitamina C en combinación con el BCG, vitamina E en combinación con omega-3 aumentaban la sobrevida en pacientes con cáncer avanzado. Esta revisión sistemática de la literatura no soporta la hipótesis de que el uso de suplementos de vitamina C o E en las dosis probadas ayuden en prevenir o tratar la población tratada. Los estudios que demostraron ‘algo’ de beneficio requerirán estudios confirmatorios.

Berndt (2005) refirió que la vitamina C podría prevenir la carcinogénesis prostática al proteger el ADN del daño oxidativo. Se hizo el trabajo extraído del ‘Baltimore Longitudinal Study of Aging’ (BLSA), en pruebas de sangre colectadas entre 1984 y 1990 determinando las concentraciones plasmáticas de acido ascórbico (vitamina C). De los 498 participantes masculinos a los cuales se les midió la vitamina C plasmática 62 fueron posteriormente diagnosticados con cáncer de próstata. La concentración media plasmática de vitamina C fue de 1.17 mg/dl lo cual es un rango normal a alto en hombres ancianos. El riesgo relativo-edad ajustada de cáncer de próstata para el rango más alto fue de 1.47mg/dl comparado con el rango más bajo que fue de 0.83 mg/dl, de concentración plasmática de vitamina C fue de 1.31. Este estudio prospectivo sugiere que las más altas concentraciones plasmáticas de vitamina C dentro del rango fisiológico normal no están asociadas con una disminución del riesgo de cáncer de próstata.

Maramag (1997) refirió que existen muchos estudios que hablan del rol protector de la vitamina C (acido ascórbico) contra el desarrolla del cáncer y en el tratamiento de cánceres establecidos. Se trataron líneas celulares de cánceres prostáticos humanos andrógeno-independientes (DU145) y andrógenos-sensibles con vitamina C (0-10 mM). Disminuyó la viabilidad celular y la incorporación de timidina al ADN. Dichos cambios se produjeron a través de la producción de peróxido de hidrogeno. Las especies oxigeno-reactivas (ROS) están involucradas en el daño celular inducido por la vitamina C. Las conclusiones aparte de las ya mencionadas está que la vitamina C es un potente agente anticáncer para células cancerosas prostáticas.

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