Capitulo 5. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver
Autor: Diego Bejarano Wallens | Publicado:  25/08/2010 | La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver , Medicina Alternativa | |
Capitulo 5. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver .3

Aunque hay teóricas no convencionales “mi mismo” que reconocemos con franqueza que algunos de los fenómenos que fundamentamos nuestras terapias caen por fuera del alcance científico, los fenómenos no científicos por su misma naturaleza, eluden cualquier intento de verificación, y en consecuencia no pueden criticarse desde la perspectiva científica, pero los fundamentos que tienen carácter científico sí.

Hay que reconocer que nadie ha demostrado hasta ahora la falsedad de las teorías que sirven de soporte a la homeopatía y a la Elemento Terapia, pero si es posible encontrar varios argumentos que convidan a la duda, básicamente son cuatro:

a) El evolutivo
b) El funcional
c) De consistencia científica
d) Y de evidencia experimental

Para reclamar el derecho a pertenecer a la ciencia legítima, es necesario que nosotras las alternativas expliquemos las funciones adaptativas, que tienen o tuvieron las representaciones Sanatotópicas, como los canales eléctricos y electromagnéticos, puntos acupunturano, Meridianos, Chahras, Nadis y las estructuras inteligentes, situadas en los diferentes órganos.

Ya es hora de hablar de terapéuticas válidas. ¿Cuánto debemos esperar para que ocurra este movimiento evolutivo?
Y qué tal cuando nos han dicho que la elemento terapia es más antigua que el hombre, entonces, seguiremos esperando con paciencia infinita, pues aún no se vislumbra en la distancia ese promisorio futuro.

Se habla en forma vaga de resonancias electromagnéticas, de armonía, balancear, desbloquear o estimular la energía, o de neutralizar energías negativas, este punto de transmutación de energía en salud, es uno de los más oscuros en las terapias de curación energética, y es muy difícil someterlo a comprobación experimental.

Las alternativas no hemos explicado aún, como esa energía puede convertirse milagrosamente en curación.
Ni mucho menos hemos definido o sugerido como se lleva a cabo la alquimia biológica de transmutación de energía en salud, ni por que la energía en su forma inmaterial se convierte en comodín para todo tipo de dolencia: la panacea de las alternativas.

Ya es hora de dejar la hostilidad y sentarnos los homeópatas y elemento terapeutas frente al tablero a demostrar y corregir los postulados, o es que un pseudocientífico no puede corregir a otro pseudocientífico, y dejar que lo califique, el químico, el físico y el farmaceuta, y por que no, hasta los mismos detractores de nuestro sistema.

Así la crítica sea inclemente, solo se salva aquel que pruebe tener la razón, ahora bien, para conferirle a estas dos alternativas el carácter de ciencia, debe primero demostrar por medio de experimentos repetidos y repetibles, presenciados por críticos que no tengan intereses directos en lo que se está demostrando, que su eficacia va más allá del efecto placebo - y esto no se ha hecho aún, recuérdese que los antibióticos no tardaron ni un semestre en convencer a todos los médicos del mundo de su poder antibacteriano. Pero para los fármacos homeopáticos, la comunidad médica está esperando desde hace más de doscientos años que los defensores presentemos las confirmaciones experimentales.

Es por esto que sólo creo en los resultados después de que otros colegas repitan con éxito los mismos experimentos que yo he realizado.

Lo más importante es la verificación de los fenómenos por parte de escépticos y opositores, o sea, los indispensables abogados del Diablo. Sólo con este dialogo experimental entre defensores y opositores es cuando se descubren las fallas y se exponen los defectos de las nuevas propuestas. Para que sobrevivan las teorías más aptas.

Ahora bien, todo lo dicho hasta ahora no significa que esté en contra de las osadas fantasías de los grandes creadores, ni de las ideas de alto vuelo, porque ya el sueño ha terminado y tenemos que aterrizar, es necesario someter nuestras fantasías al filtro de la experimentación, y no son suficientes los resultados positivos obtenidos por los defensores de la nueva teoría, ya que de cualquier teoría pueden obtenerse experiencias confirmatorias.

Ahora bien, cuando se tiene la razón no hay motivo de preocupación, sólo después de la tempestad viene la calma y el silencio de los opositores.

Sólo si todos estamos unidos, retomando las leyes, ajustando nuestro sistema, comprobándolo muchas y muchas veces para llegar al consenso, y así un nuevo fenómeno o una nueva teoría científica pasa a enriquecer el acervo cultural humano, sin este trabajo, la teoría no pasa de ser una hipótesis de trabajo. O porque cree compañero que le llaman a la homeopatía y a la elemento terapia literatura y ciencia ficción.

Y como solo hemos presentado una hipótesis de trabajo en estos 200 años, entonces no la consideran como pseudociencia.

Es importante que el escéptico confirme lo que los defensores del sistema afirmamos. Y lo peor es que los escépticos dicen que ha pasado mucho tiempo sin llegar al consenso, un hecho que hace pensar a más de uno que los pretendidos fenómenos homeopáticos y elemento terapéuticos no existen.

Y hasta afirman algunos, con gran elementalidad, que si fuesen verdaderos, hace tiempo lo sabríamos.
Para reconocer como verdadero un fenómeno, primero debe pasar por el filtro de múltiples experiencias confirmatorias, y ojalá provengan de los críticos.

Desconfiando de los fenómenos leves y sutiles, y desconfiar de los interesados directos en probar la existencia del fenómeno, y más si los experimentos son realizados por los autores del descubrimiento. Y triplemente exigente si el fenómeno en discusión muestra características extraordinarias.

Como lo que estoy exponiendo, afortunadamente no temo a las exigencias de los escépticos, hemos a los irritantes abogados del Diablo, ni a sus críticas; porque sé que un fenómeno es real, más temprano que tarde será aceptada su existencia por toda la comunidad. La historia de fenómenos falsos, pero que en algún momento fueron aceptados por los científicos, es larga y llana de incidencias curiosas.

En todas ellas el error se mantuvo casi siempre defendido por los autores del descubrimiento, hasta que al fin la evidencia experimental, controlada y repetida en diferentes laboratorios del mundo, termino por aclarar la situación, por eso algunos afirman que la ciencia es la única disciplina humana que se auto corrige.

Y, ¿Qué relación guarda esta discusión con las medicinas alternativas?
La relación es clara; para soportar las teorías de apoyo se requieren múltiples experiencias, y tienen que pasar el filtro inclemente de los detractores y de los escépticos. Mientras no se logre el consenso entre las dos partes, las teorías seguirán siendo marginales a la ciencia.
Con esto espero aportar un granito de arena para que la verdad salga a la luz. Bienvenidos los investigadores serios y honestos en esta magna obra.

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