Capitulo 5. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver
Autor: Diego Bejarano Wallens | Publicado:  25/08/2010 | La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver , Medicina Alternativa | |
Capitulo 5. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver .5

Pero lo mejor de lo mejor fue cuando conocí la homeopatía del segundo nivel o espiritual ya que la homeopatía por muchísimos años estuvo ubicada en el cuarto nivel pero gracias a la espiritualidad brasilera fue ascendida (ver conferencia).

Hoy en día el homeópata prescinde del hombre integral, y apenas si presta atención más que a algunos de sus trastornos caracterizados tal como figuran clasificados en los inventarios teórico y oficial de las materias médicas, este mismo homeópata, a causa de su propia formación, propende la mayor parte de las veces a descuidar o a ignorar cualquier tipo de interacciones que difieran de las que la enseñanza magistral le recomienda tomar en consideración. Es este mismo homeópata al que le resulta imposible preocuparse del hálito vivificador que ánima al ser humano, y de los ritmos que a este le son propios, como también posee por sus estudios determinada competencia respecto a las cosas patológicas, pero no dispone del equipamiento mental indispensable para captar cualquier otra realidad que trascienda al cómo, o lo anecdótico, solo un tipo de medicina permitirá este adelanto en la comprensión global del ser que hoy se precisa y quiere realizar; la medicina que siendo consciente del problema, que atormenta a tantos homeópatas, posibilitará el interés por el individuo humano en su totalidad.

Es este mismo homeópata el que compra en la farmacia un Berberis 6ªCH y la farmacia le entrega un Berberis 6ªCH sin más información, con una ficha técnica pobre en datos y ninguno de los dos sabe cual es siquiera la “Vibración” de este medicamento y cuanta energía ha liberado, ya que ambos son incapaces de dinamizar el doble etérico de las cosas y los seres, pero como lo podrán hacer, pues casi todos los médicos son Ateos y en consecuencia no creen en la existencia de las almas o espíritus. El médico actual no conoce la medicina del alma: “No somos seres humanos que tienen una experiencia espiritual, somos seres espiritual que tienen una experiencia humana”, si un médico en este momento no tiene en cuenta la parte espiritual no se le puede llamar un científico, lo dice la universidad de Oxford, lo dice Harvard, lo dice Stanford, el que no lo tenga en cuenta esta desactualizado y ha perdido su tiempo. La ciencia académica no tardará en comprobar que el hombre-alma posee un cuerpo fluido, denominado periespíritu, de cualquier forma, la ciencia médica, en su marcha evolutiva terminará por reconocer el poder curativo de los fluidos magnéticos y consagrará la magnetoterapia, como fuente de nuevos recursos en beneficio de la salud.

Esta apatía investigativa impide que el homeópata se interese en el análisis introspectivo del alma que le permitirá comprobar que ciertas molestias de carácter virulento, son el producto de graves “ infecciones morales” existentes en la conciencia de la misma, las cuales por efecto de repercusión vibratoria, afecta a su periespíritu y al cuerpo físico al que está sujeto.

La pregunta del millón es ¿Existe el hechizo? ¿No existe? ¿Existe una magia simpatética homeopática? ¿Será que hay un filtro homeopático? Yo pienso que todos nosotros estamos más o menos hechizados o “encantados” en nuestra vida humana, el fumador veterano está hechizado por la entorpecíente nicotina, el bebedor por el alcohol, el carnívoro por la carne. Realmente es que estamos necesitando de una quebradura de hechizo para volver a readquirir nuestra dirección mental y liberarnos de los objetos que nos “embrujan”. Existen personas hechizadas por el orgullo, por el celo, amor propio y rencor; otras enferman por la acción de las fuerzas ocultas de la envidia, por esa misma causa Jesús nos advirtió; “Donde tú te encuentres ahí estarán tus obras” y yo termino diciendo “El hechizo es una superstición, donde ciertos entendidos consiguen perjudicar al prójimo. Ahora veamos cómo actúan ambos.

A). El mago hechicero experimentado emplea “poderes invisibles para obtener efectos visibles” conforme al concepto de la magia, de la misma forma los científicos emplean los “poderes invisibles” de los ciclotrones, para desintegrar el átomo, como así también la bomba atómica, que más tarde produjo efectos visibles, como la destrucción de Hiroshima, es decir la más perfecta de las brujerías modernas y científicas.

Los hechiceros oficiales de la ciencia, también trabajan con las fuerzas ocultas, como es la energía, accionando a través de los objetos adrede preparados, como son los detonadores, puesto que controlan la carga maléfica a fin de hacerla estallar donde mejor les conviene. Ahora las brujas y hechiceros, también usan algunos espíritus desencarnados como si fueran “ciclotrones vivos” que los ayudan a dinamizar o acelerar el campo atómico de los objetos metalizados, como son las monedas, medallas, llaves, etc.

El mago hechicero ya conocía los efectos de la homeopatía simpatética en el pasado, recibiendo esta información de los antiguos magos, pero a raíz de la inquisición fue ocultada y olvidada en la actualidad fue el doctor Frazer en su libro “La rama dorada” que le vuelve a dar vida a la magia simpatética u homeopática (ver mi conferencia).

El mago hechicero antiguo ya conocía LA MAGIA PROTERVA = con su variante: magia inicial (principal, transmisible, incipiente), es aquella que se utiliza para maleficiar a la persona enemiga que es inaccesible al mago o hechicero, es decir, al sujeto que se haya lejos del oficiante y contra el que no se puede utilizar la magia de contacto.

Las partículas fluídicas desprendidas de los objetos ya dinamizados como acumuladores de fuerza, penetran en el área psicofísica de la persona desprotegida a causa de su reiterada imprudencia y descontrol mental. Esas partículas se acomodan y condensan poco a poco en su forma primitiva en el cuerpo del receptor, eso estimula un campo magnético receptivo, donde el hechicero atrae y dinamiza nuevos elementos o partículas, de cobre, hierro, cadmio, zinc o plomo, etc.

De esta forma la victima recibe una carga de metal fluidificado por el hechicero y catalizado por sus secuaces desencarnados, cuyo hechizo en la mayoría de los casos es un trabajo exclusivo de los desencarnados.

Las partículas de metaloides que fueron proyectadas a la distancia, terminan por materializarse en la circulación sanguínea de la víctima, determinado en breve plazo, graves enfermedades, alcanzando ciertos órganos, cuyo motivo principal es afectarlos paralizarlos o destruirlos.

Los hechiceros saben introducir hábilmente sobrecargas de ciertos tipos de metal en las corrientes sanguíneas de sus víctimas, a fin de ultrapasar el límite aceptado por esos órganos; cuando el cadmio sobrepasa su nivel de tolerancia en la sangre; se condensa y deposita en los riñones; bajo la misma hipótesis, el plomo se deposita en el hígado, el aluminio y el vanadio es concentrado en los pulmones.
Para lesionar el riñón, el hechicero entonces cataliza el cadmio y así aumenta su cuota mínima; para atacar los pulmones escoge el vanadio o aluminio, etc. El hechicero experimentado primeramente hace un examen minucioso de la víctima, de ahí en adelante trata de localizar su vulnerabilidad periespiritual y que objeto o elemento debe escogerse a fin de activar las “partículas fluidas” de metales y metaloides adecuadas para la acción maléfica sobre los órganos debilitados, El trabajo de la brujería comienza mucho antes de dirigir la carga toxica contra la víctima. Para concluir diré: “Toda puesta en marcha de energías para fines destructivos es un acto de hechizamiento.

B). Ahora veamos que opinan los magos de la SIMILIA: (Similar o Semejante) conocida como la magia Simpatética (ver conferencia) u homeopática. Acaso cuándo decimos que los semejante cura lo semejante no nos estaremos refiriendo al “vudú” o a la magia Imitativa:

El mago de la similia también utiliza la magia proterva, con su variante: magia de contacto en que la fuerza mágica es transmitida o dada a la persona mediante la acción reciproca directa con el portador de aquella, consiste en el empleo de drogas mágicas, objetos hechizados etc.

Quiero decir que en pleno siglo XXI siguen vigentes las malas artes, las artes maléficas, la ciencia de maleficiar y de maldecir...., y un lago etc. de perjuicios que nuestros enemigos pueden crearnos a distancia... y, la homeopatía sigue igual, despotenciada, muerta y separada de la magia, pregunta o quién crees compañero que se separó, ¿Quién de quien?, ¿entonces quien es un homeópata simpatético?, es aquel que conoce los secretos de la naturaleza y del alma humana que es dueño de una antigua sabiduría esotérica de la cual hace uso para bien o mal de sus semejantes, según sus propias intenciones.

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