Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias
Autor: Lic. Aileen Alfonso Pérez | Publicado:  30/08/2010 | Medicina del Deporte , Pediatria y Neonatologia | |
Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .2

d) Psicológicos: los aspectos emocionales negativos, pueden llegar a provocar la inhibición de una secreción hormonal.
e) Enfermedades: a veces afectan el crecimiento. Pueden ser prenatales o endocrinas; pero para que produzcan efectos sobre el crecimiento deben ser intensas. La influencia ambiental está determinada por diversos factores del ambiente físico, psicosocial y sociocultural de los individuos, es particularmente importante el nivel de educación e ingreso familiar, así como la composición y estabilidad de la familia, entre otros. La interacción de todos ellos, crea las condiciones de riesgo para contraer enfermedad. Esto hace que la evaluación del crecimiento y desarrollo sea un buen indicador de las condiciones de salud del individuo o grupo poblacional evaluado. Un buen ejemplo de la influencia de los factores ambientales sobre el crecimiento está representado por la menor estatura que alcanzan los adultos provenientes de niveles socioeconómicos bajos, en relación a los de estratos con mejores ingresos, dentro de una misma población.

Dentro de los factores exógenos, es bueno enfatizar también en la importancia que tiene la práctica de la actividad física y el deporte en las edades tempranas. Entre los beneficios que un entrenamiento adecuado puede aportar a los escolares, podemos resaltar las siguientes: 7, 8 produce un mayor nivel de actividad infantil, produce un aumento generalizado del movimiento coordinado, sienta las bases para el aprendizaje y rendimiento posterior, expansiona las posibilidades motoras, permite al niño formarse una imagen deportiva en general y de su deporte en particular, el entrenamiento permite una mejor adaptación a la competición, favorece el proceso de crecimiento, debido a la estimulación que se produce a nivel de tejido óseo y muscular.

Puede corregir defectos físicos que pudieran existir, aumenta el nivel de responsabilidad social, supone un aprendizaje para el éxito o el fracaso deportivo y social, potencia la creación y regularización de hábitos, contribuye a desarrollar el placer por el movimiento, anula las limitaciones del sedentarismo, sirve de estímulo para la higiene y la salud ya que repercuten en el aspecto afectivo, social y cognoscitivo de los niños.

La educación física y el deporte desarrollan capacidades como la percepción espacial, la coordinación motora, la agilidad y el equilibrio. A nivel social, los menores aprenden a asumir ciertas responsabilidades, comprenden las normas establecidas, y vivencian los éxitos y fracasos 7, 8.
La realidad del deporte en edad escolar muestra como el entrenamiento en la infancia, en numerosas ocasiones, está enfocado para la obtención de resultados a corto plazo, lo que constituye una forma de alto rendimiento en edades tempranas. Es entonces cuando sus valores educativos y sus presumibles efectos positivos sobre la salud se ven comprometidos por intereses eminentemente competitivos, lo que produce riesgos para la salud. En la literatura se hace referencia a algunos efectos nocivos como fisiológicos, psicológicos y sociológicos 8, 9.

1) Fisiológicos: alude a la peligrosidad del sobreentrenamiento para el desarrollo físico del niño, afectando a diferentes sistemas, como:

a) Sistema metabólico: provoca trastornos menstruales en las niñas, desequilibrios hormonales, disminución del peso corporal, etc.
b) Sistema inmune: reduce las defensas del organismo frente a las infecciones y otros.
c) Sistema locomotor: produce alteraciones en el proceso de crecimiento, microtraumatismos repetidos que pueden causar lesiones óseas (fracturas por estrés, etc.).
d) Sistema cardiovascular: provoca disminución de la cantidad de hemoglobina, hipertrofias cardíacas y otros

2) Psicológicos: en el sentido en que una excesiva solicitación del psiquismo infantil hacia el resultado, influye negativamente en su personalidad.

3) Sociológicos: puede ser antieducativo y antisocial premiar en el niño su afirmación sobre los demás. Todas estas alteraciones se producirían si existiera un mal enfoque del entrenamiento, objetivos no realistas, que no coincida con los deseos infantiles. El excesivo entrenamiento, no deja tiempo para otras actividades imprescindibles: amigos, familia o tiempo libre.

Por lo antes expuesto es importante que el deporte infantil sea impartido por educadores especializados, que sean capaces de adaptar la actividad de acuerdo con la edad y condición física del menor y evitar así caer en errores que en el futuro puedan influir negativamente en su desarrollo. Actualmente se tiene una gran conciencia sobre los beneficios que aporta la práctica regular de la actividad física, que junto con buenos hábitos alimentarios, pueden ayudar a evitar o retardar la manifestación de ciertas enfermedades 10.

En este sentido el análisis de la composición corporal y los niveles de actividad física en la niñez permitirá, si somos capaces de actuar en consecuencia, definir los estilos y la calidad de vida en la etapa adulta.

El crecimiento y desarrollo constituyen un factor importante para el buen estado físico y mental del niño, tanto es así que diversos trastornos que afectan en la edad adulta pueden tener su origen en la infancia, como es: la obesidad, la ateroesclerosis y la hipertensión arterial; de ahí la importancia del seguimiento nutricional para el desarrollo integral y multifacético del hombre. El conocimiento de la situación nutricional de los escolares de primaria posibilita realizar intervenciones oportunas que eviten secuelas ulteriores 11.

En el Estado Mundial de la Infancia (UNICEF) se enuncia una verdad que no por simple es menos urgente ‘’la buena nutrición puede cambiar fundamentalmente la vida de los niños, mejorar su desarrollo físico y mental, proteger su salud y sentar las bases de su futura capacidad reproductiva 12.

En los últimos años ha tomado creciente interés en diversos países el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) que permite mantener un conocimiento actualizado al respecto. Según el programa de las Naciones Unidas existe en sus últimos informes un índice de desnutrición del 40,6% a nivel mundial. Resulta preocupante que no existan programas enfocados a la atención del niño mayor de 5 años en países como Honduras, muchos países de América Latina carecen de estrategias de intervención para ayudar a resolver la desnutrición que es considerada un problema mundial ya que sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad y morbilidad en los países en desarrollo. Se ha calculado que más de 400 millones de personas en todo el mundo están desnutridas y se espera que este número aumente a medida que lo hace la superpoblación.

En países industrializados como los Estados Unidos, el principal problema de nutrición es en exceso, en virtud del cual la gran cantidad de calorías y grasas presentes en la dieta conducen a un aumento desproporcionado de la prevalencia de las enfermedades metabólicas 13, 14,15.

El Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) en Cuba está implantado desde el año 1977, con el objetivo de contribuir a la planificación de programas e intervenciones dirigidas al mejoramiento de la alimentación y la malnutrición, así como evaluar el estado nutricional, mediante indicadores antropométricos.

En este mismo decenio, en sus inicios nuestra salud pública identifica y prioriza el grupo poblacional de la mujer y el niño con el más alto grado de atención 14, 15.

El programa materno-infantil es un ejemplo de las posibilidades que nuestro país brinda en aunar todos los esfuerzos de la organización por las autoridades políticas y del gobierno en la consecución de un objetivo estratégico que permitió la reducción de la mortalidad infantil en un 50% en la primera década y su disminución en grado similar en la segunda de este grupo priorizado 16, 17.

La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de sus tablas de referencias elaboradas por el National Center for Health Statistics (NCHS), ya que los pesos y tallas de niños provenientes de grupos socioeconómicos alto y medio de países subdesarrollados son similares a los de niños de países desarrollados con antecedentes comparables. En cambio en nuestro país son usadas con más frecuencia las tablas de referencia nacionales. En 1974 Jordán y colaboradores confeccionaron las normas nacionales de peso para la talla, recomendando que el límite de la normalidad sea fijado entre el 10 y el 90 percentil, tanto para el peso como para la talla y señala que cualquier niño, por debajo de esos límites, debe ser examinado dada la posibilidad de detectarse alguna afección; no obstante, muchos son normales 17, 18.


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