La globalizacion. Su influencia negativa en el sistema de valores y en el sector de la salud. El papel del personal de salud en la arena internacional
Autor: Dr. Ernesto González González | Publicado:  31/01/2011 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
La globalizacion. Influencia negativa en el sistema de valores y en el sector de la salud .5

A cada hombre se le brindan los valores de forma incanjeable, único, pero sin primacía ni exclusividad, sino con la voluntad de compartir, puesto que la consecuencia más importante desde el punto de vista social de la posesión de un valor es la voluntad, necesidad y capacidad de compartirlo. El hombre vive sus valores de forma implícita, aprehendida; los eleva en sus actos vitales, prácticos, más por afectividad que por el propio raciocinio de la convicción; porque las siente como esencia para su guía dentro del camino que ha escogido. La carga afectiva de la familia es el principal crisol de los valores.

Con respecto a la crisis económica del país; implicó por parte de la familia cubana la búsqueda de vías para el mantenimiento vital, lo que hiperbolizó la función económica sobre la afectiva, la educativa y otras. Los padres dedican ahora más tiempo a obtener remuneración, que a compartir en el hogar; y el mensaje que llega al niño es el de la producción de riquezas materiales. Se instituye una ética del tener (4).

Vale aclarar que no se trata de comparar dos etapas, y defender la superioridad de una sobre otra: Es absurdo negar el desarrollo. La inteligencia y lucha por el respeto a los espacios individuales son también valores legítimos; además no se puede asegurar que los valores tradicionales se vivenciaron por personas de un modo verdaderamente interiorizado.

Mirando la crisis de valores desde la institución educativa, hay que señalar, que en la escuela coexisten profesores y alumnos; incluso por más espacio de tiempo que el que se comparte con la familia en el hogar; y esto se comporta así al menos hasta los once años de vida; de modo que en este espacio se producen aprendizajes de vida; se construyen formas de ser y hacer; valores que marcarán al ser humano por el resto de su vida. La escuela tiene como misión social, además de educar por medio del conocimiento; desarrollar plenamente la personalidad, lo cual incluye desarrollo de capacidades, habilidades, sentimientos y valores en las nuevas generaciones (4).

Todo lo anterior, agravado por la situación económica; puso en crisis valores esenciales, y produjo fenómenos que estaban lejos de lo pensado por nuestro proyecto social: el consumo de drogas; el jineterismo; la deserción escolar; la falta de interés por los estudios medios y superiores. Esto no sólo se manifestó en adultos, sino también en adolescentes y jóvenes. La cuestión ahora es redefinir valores; hacer ejercicio de la negación dialéctica. Hay que asimilar lo nuevo que es bueno, y traer a los escenarios actuales lo viejo que también es bueno; pero redimensionarlo, y contextualizarlo en la situación actual concreta.

En la familia; el respeto del que se hablaba antes, necesariamente tiene que ser comprendido desde la perspectiva de las circunstancias contemporáneas (4).

VALORES QUE SON NECESARIOS POTENCIAR EN EL CONTEXTO ACTUAL.

• Respeto: No como normativa de cultura educativa; como sumisión ilimitada al poder patriarcal; sino como definición existencial de las relaciones humanas. Respeto al derecho ajeno, a las diferencias, a la individualidad y a la opinión y decisiones de los otros.

• Honestidad: Como transparencia comunicativa, informativa, claridad de intenciones y motivos, disponibilidad a facilitar el encuentro con la verdad.

• Sensibilidad: Desarrollar la capacidad de sentir y ponerse en el lugar del otro; comprensión empática. Son las bases de la solidaridad, la amistad y la colaboración.

• Compromiso y responsabilidad: Comprometerse con el bienestar humano, con la potenciación de una vida más plena; lo que incluye el cuidado del medio ambiente y con la felicidad.

• Autonomía y autoestima: Estos son valores nuevos y emergentes. No se puede dar lo que no se tiene. No puede haber compromisos con otro, si no se hace con uno mismo primero. No se puede amar y respetar a otros, si se violan los más legítimos derechos personales. Sólo aquel que decide por sí mismo, asume las implicaciones de sus decisiones (4).

En el mejoramiento de las relaciones humanas, está la solución de la mayoría de estos problemas. El lugar real de la existencia del ser humano, son los vínculos; las relaciones personales: La relación socializa, hace crecer, promueve la espiritualidad humana; es una necesidad impostergable para la existencia y subsistencia del hombre.

El respeto, el amor y la solidaridad, son valores que nacen en el marco de la relación. Nos referimos a una relación afectiva; la cotidianidad acorta tanto el tiempo, que se olvida la importancia de dar cariño, de ser afectuosos. Las funciones informativas y reguladoras de la comunicación, tienen que ceder espacio y conjugarse con la afectiva. Los valores se generan desde una profunda relación humana, desde los sentimientos más auténticos.

En Cuba, la infraestructura social tiene creadas las condiciones para la existencia de redes de apoyo positivas, evidenciado en la relación familia y comunidad, etc. Se ha mantenido los nexos entre los parientes, y la familia sigue constituyendo para el cubano un valor muy fuerte. En la escuela se ha iniciado la “ Tercera Revolución Educacional”; que tiene como principio, la atención individualizada y la formación, con énfasis en lo educativo, más que en lo instructivo. Partiendo de esta realidad actual; hay valores que son necesarios fomentar en la escuela:

• Creatividad y capacidad de innovación.
• Autenticidad
• Autoestima.
• Sentimiento grupal.
• Comprensión.
• Patriotismo
• Autonomía
• Productividad
• Honestidad
• Sensibilidad
• Solidaridad
• Amor
• Incondicionalidad
• Responsabilidad y compromiso.

Es necesario aprender a ser; que significa:

• Aprender a conocerse a sí mismos
• Reconocer y comprender la propia identidad. Promover lo auténtico de la responsabilidad, de lo genuino de cada ser humano.
• Aprender a aceptarse como el ser humano que es.
• Aprender a tomar decisiones, a realizar elecciones conscientes.
• Asumir la responsabilidad de los actos y resultados propios.
• Aprender a enfrentar positivamente las situaciones de la vida; experiencias vividas.
• Desarrollar la autocrítica y la coherencia.
• Aprender a auto cuidarse y promover la salud integral.
• Aprender a estimar, disfrutar y crear los valores positivos de la vida: la belleza, el amor, bondad, verdad, justicia, dignidad, felicidad, patriotismo, etc.
• Cultivar la perseverancia, firmeza y la focalización de los objetivos trascendentales.

Enseñar a que otros aprendan a ser, es posible únicamente desde las relaciones humanas; desde la comunicación. Ninguna transmisión fría y despersonalizada va a resolver el problema de la formación de valores.

La formación en valores y la ética en el entorno del Sector de la Salud tiene una vital importancia, debido fundamentalmente al carácter humano de la profesión, que involucra no sólo a profesionales, técnicos, personal de servicios administrativos, responsabilizados con procederes informativos, de atención médica, vinculadas con la salud pública, objetiva en el orden social o ambiental, de dirección u otros aspectos constituyen una reflexión filosófica y racional de la moral, los principios, los valores y la ética (17).

La formación de recursos humanos en el campo de la salud mantiene las ideas rectoras de la Universidad cubana en cuanto a la formación de valores éticos y morales del profesional y la integración de la universidad con la sociedad a través de la vinculación del estudio con el trabajo en el pregrado, así como en sus principios y valores, y es por ello que se requiere de un proceso continuo de perfeccionamiento que permita modular esos cambios y que garantice que se incentiven y mantengan los valores compartidos por la sociedad cubana. De ahí la relevancia y el énfasis que se ha puesto en estos aspectos tanto en los programas académicos para la formación y educación a lo largo de la vida y en las estrategias de desarrollo en los diferentes sectores sociales que constituyen los escenarios de actuación.

El reforzamiento y la creación de valores es un trabajo profundo que requiere tiempo y hay que acometerlo con sistematicidad y profundidad definiendo acciones que van desde el plan y contenido curricular, el personal docente, que incluye profesores, directivos y líderes formales e informales, y el contenido extracurricular.


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