La gripe aviar, enfermedad emergente.
Autor: Dr. Marco J. Albert Cabrera | Publicado:  25/04/2006 | Medicina Interna , Neumologia , Enfermedades Infecciosas | |
INTRODUCCION.

Dr. Ricardo V. De la Fuente Crespo
Especialista de 1er Grado en Medicina Familiar
Prof. Dr. Marco J. Albert Cabrera
Especialista de 2do Grado en Medicina Interna
Profesor Auxiliar.


Introducción:

Las Infecciones Respiratorias han sido un considerable problema para los seres humanos a través de los siglos (1).

La gripe es una infección de las vías respiratorias de origen viral. Se distinguen 3 tipos de virus de la gripe: A, B y C, según las características de su estructura. El tipo A es el que se presenta con mayor frecuencia (2).

Desde inicio de los años 50 del pasado siglo se han ido descubriendo gradualmente los virus respiratorios por medio de cultivos celulares. Los últimos habían sido los coronavirus en la década de los 60; no se descubren más hasta el 2001 en que se hace el hallazgo a partir de muestras respiratorias de niños con bronquiolitis. Un año después, en noviembre de 2002 el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) apareció súbitamente como Neumonía Atípica, encontrándose un nuevo virus perteneciente a la familia de los coronavirus como la causa de dicha de dicha infección. En 2004 se descubre en Holanda un segundo coronavirus (CoV-NL63) y en 2005 en Hong Kong se describe un tercero (CoV-HKU1). Además se encontró que varios subtipos de virus de Influenza A previamente conocidos que infectaban solo a pollos y aves salvajes, se han transmitidos directamente al hombre (1).

Aunque la mayoría de los virus de la gripe aviar no infectan a los humanos (3), se vio que los primeros casos en el hombre con niveles comparativamente altos de letalidad se registraron en 1997 y 1999. Tal situación es un fenómeno especial para la epidemiología que requiere interpretación teórica y un profundo análisis ecológico y evolutivo. Modelos epidemiológicos proyectan que otra pandemia de gripe podría ocasionar entre 57 y 132 millones de consultas de pacientes ambulatorios, entre 1 y 2,3 millones de ingresos hospitalarios y entre 280 000 y 650 000 defunciones en menos de 2 años tan solo en los países industrializados (2). El Servicio de Salud Animal de la FAO explicó que debido a los patrones migratorios de los pájaros el mundo entero corría peligro (4). Se prevén tasas elevadas de morbilidad y de bajas laborales, lo que contribuirá a perturbar la organización social, laboral y económica (3,5).

La gripe aviar (Influenza Aviar ó IA), es una enfermedad infecciosa de las aves de etiología viral, muy contagiosa causada por las cepas A del virus de la gripe, fue identificada por primera vez en Italia hace más de 100 años, se da en todo el mundo. Puede afectar a todas las especies de aves, pero algunas son más resistentes a la infección que otras (6). El virus de la gripe aviar normalmente puede causar infección en los cerdos, otros susceptibles son los felinos, caballos, mamíferos marinos y el hombre.

Los virus de la gripe aviar son miembros de la familia Orthomyxoviridae, género Influenzavirus tipo A. Los virus A de la gripe carecen de mecanismos de ¨corrección de pruebas¨ y reparación de errores que ocurren durante la replicación, por lo que la composición genética del virus va cambiando conforme se va replicando en el hombre y los animales, y la cepa de partida se ve reemplazada por una nueva variante antigénica (deriva antigénica) (6).

Estos virus están divididos en subtipos sobre la base de sus proteínas de membrana hemaglutinina (H) y neuramidasa (N). Hasta la fecha se reconocen 15 subtipos de hemaglutininas del virus de la gripe aviar (H1-H15), y 9 subtipos de neuramidasa (N1-N9), lo que representa un amplio reservorio de virus gripales potencialmente circulando en las poblaciones de aves (6). Hasta ahora todos los brotes de la forma muy patogénica han sido causados por los virus A de los subtipos H5 y H7.

Investigaciones recientes han demostrado que los virus de baja patogenicidad pueden, después de circular durante períodos a veces breves en una población de aves de corral, mutar y transformarse en virus hiperpatógenos. Esto ocurrió en 1983-1984 en EEUU, la cepa H5N2 tuvo inicialmente baja letalidad, y en 6 meses adquirió alta virulencia con mortalidad cercana al 90%, hubo que sacrificar 17 millones de aves para controlar la epidemia. Lo mismo ocurrió en Italia entre 1999 y 2001 durante una epidemia por cepa H7N1, de baja patogenicidad que había mutado al cabo de 9 meses a variante hiperpatógena, por lo que murieron 13 millones de aves entre enfermas o sacrificadas.

La infección causa un amplio espectro de síntomas en las aves, desde una variante leve dada por conjuntivitis y síntomas respiratorios ligeros hasta neumonía y síndrome de insuficiencia respiratoria aguda rápidamente mortal, tornándose en esos casos altamente contagiosa y que da lugar a graves epidemias (6). Lo mismo ocurre en casos humanos.

Desde la última década ha sido relativamente frecuente la aparición de brotes de IA altamente patógenos en aves de corral -en particular a pollos y pavos- (3), la enfermedad es muy contagiosa, produce la muerte rápidamente y se propaga con facilidad de una granja a otra, por lo que esas aves son especialmente vulnerables a esas epidemias de gripe fulminante.

Estos brotes son originados por la transmisión desde aves salvajes infestadas con virus de baja patogenicidad. Además, también se ha citado como una causa frecuente de epidemias la diseminación por el contacto directo o indirecto de las aves domésticas con las aves acuáticas migratorias –en particular los patos salvajes- que constituyen su reservorio natural y además son también más resistentes a la infección. Los mercados de animales vivos son otro eslabón importante en la propagación.

Los estudios han revelado que las aves infectadas pueden eliminar grandes cantidades de virus en las heces al menos por 10 días, y también por vía oral (6). El virus puede sobrevivir durante mucho tiempo en los tejidos y en las heces de aves enfermas; así como en el agua, especialmente cuando las temperaturas son bajas. En el agua, el virus puede sobrevivir hasta 4 días a 22 ºC, y más de 30 días a 0 ºC; en material congelado sobrevive por tiempo indefinido. Los virus de la gripe aviar se vuelven mas activos con el descenso de la temperatura ambiental.

La evolución de esta y otras enfermedades virales, probablemente no están directamente afectadas por los cambios climáticos de hecho por el éxito de haber emergido. Puede ser mejor explicado por la industria de los rebaños de aves que incrementa el riesgo de epizootias; los hábitos dietéticos y la restricción demográfica, así como la negligencia en la vigilancia y reporte de los primeros casos.

Esta enfermedad ha emergido en mamíferos y entre seres humanos. La reciente transmisión cruzada de IA entre especies subraya la amenaza de influenza pandémica.

Pueden existir a menudo factores específicos que son precipitantes en la emergencia de una enfermedad como son: ecológicos, ambientales y demográficos que exponen a las personas a un incremento del contacto con el huésped natural de un agente zoonótico poco común, o que promueva la diseminación de un patógeno. Estos factores están incrementando su prevalencia, sugiriéndonos que las infecciones continuarán emergiendo y probablemente incrementándose como fenómenos.

Tales infecciones a la especie humana han sido esporádicas y causadas por los virus de la IA H7N7 y H5N1 de alta patogenicidad (HP). Algo que caracteriza a esta última categoría es su rápida aparición, la gravedad de sus síntomas y su evolución fulminante con una mortalidad muy cercana al 100%. También han circulado virus de la cepa H9N2 de baja patogenicidad (LP) en Asia y Europa.

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