Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B
Autor: Dra. Marlenis Sánchez Tuzón | Publicado:  29/07/2011 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Gastroenterologia , Articulos | |
Comportamiento de la seroprevalencia del antigeno de superficie para la hepatitis B .4

El análisis de las variantes genéticas que circulen en poblaciones étnicamente definidas (indígenas y raza negra), puede aumentar la probabilidad de observar variantes autóctonas del virus de la hepatitis B (VHB) en esos grupos étnicos y de esta forma se pueda deducir como fueron introducidos o cuál es el origen del Virus de Hepatitis B en Venezuela y por extensión, en América del Sur. (6)

Tabla N° 3. Pacientes con antígeno de superficie positivo asociado a otras enfermedades transmisibles como: hepatitis C, Dengue y Chagas realizadas por el método de UMELISA. CMDAT “Francisco de Miranda”. Estado Falcón. Enero- Diciembre del 2008 

hepatitis_B_antigeno_superficie/antigeno_asociado_enfermedades

Fuente: Hoja de registro de entrada de muestras al laboratorio SUMA del CMDAT “Francisco de Miranda”.

Los avances en los estudios de la Infectología proporcionaron un reto en el desarrollo de procedimientos técnicos de laboratorio para ofrecer con la más alta calidad el estudio masivo de las poblaciones que de un modo u otro pudieran ser de riesgo en la propagación de las infecciones.

En las diferentes vías de infección: parenteral, sexual, vertical, etc., se han trazado estrategias, permitiendo esto organizar los procedimientos metodológicos del pesquisaje según su nivel de riesgo.

Con el fin de determinar la seroprevalencia de enfermedades transmisibles como la hepatitis C, Chagas y Dengue en los pacientes con antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (VHB) positivos, se encontró que la mayor prevalencia fue con el Dengue con el 2,27%, seguido de la hepatitis C y el Chagas con iguales resultados (1,5% respectivamente).

El VIH, la hepatitis B, la hepatitis C, la enfermedad de Chagas y la Sífilis son enfermedades con altas tasas de prevalencia especialmente en países subdesarrollados. El curso crónico y/o letal al igual que la facilidad con que se trasmiten estas enfermedades las convierten en un verdadero problema de salud Pública. (21)

La incidencia del dengue ha aumentado extraordinariamente en todo el mundo en los últimos decenios. Unos 2,5 mil millones de personas (dos quintos de la población mundial) corren el riesgo de contraer la enfermedad. La OMS calcula que cada año puede haber 50 millones de casos de dengue en todo el mundo. Sólo en 2007 se notificaron más de 890 000 casos en las Américas, de los cuales 26 000 de Dengue Hemorrágico. (22,23)

La enfermedad es endémica en más de 100 países de África, las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. (22,23)

A medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, no sólo aumenta el número de casos, sino que se están produciendo brotes explosivos. En 2007, en Venezuela se notificaron más de 80 000 casos, entre ellos más de 6 000 de DH. (22,23)

Las infecciones por dengue provocan un espectro de presentaciones que varía desde un proceso asintomático, fiebre indiferenciada o fiebre por dengue (FD) hasta fiebre hemorrágica por dengue (FHD) y evolucionar a síndrome de shock (SSD), presentándose con frecuencia manifestaciones sistémicas, debido al marcado tropismo del virus por los órganos del sistema monocítico - macrofágico, como son la médula ósea, bazo, nódulos linfáticos e hígado. En este caso, el dengue puede producir afección en el hígado, caracterizada por inflamación y reducción de su capacidad funcional, pudiendo dar lugar a resultados anormales en pruebas de funcionalismo hepático. Algunos autores sostienen que el virus dengue es hepatotropo, dado que han detectado antígenos del virus dengue en hepatocitos y partículas virales en muestra de biopsia de hígado en pacientes con fiebre hemorrágica por dengue (FHD). El virus dengue puede infectar el hígado y causar hepatitis. (24)

Diferentes estudios realizados en regiones asiáticas en las que el dengue es hiperendémico, reportan la presencia de daño hepático en la infección por dengue, con incremento significativo de la alanino-aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST) y en el examen físico dolor abdominal, ictericia y hepatomegalia, similar a lo encontrado en otras hepatitis causadas por virus hepatotropo clásicos. (24)

En el continente americano, ha ocurrido un aumento constante de la incidencia de dengue debido al rápido crecimiento de la población, urbanización no planificada, inadecuado suministro de agua, dificultades en la recolección de residuos sólidos, con el consecuente incremento del mosquito vector, aunado a esto, las migraciones y el incremento en los viajes facilitan también la diseminación de los serotipos virales. (24)

En Venezuela, y especialmente en la región zuliana, se ha observado un incremento en los últimos años de fiebre hemorrágica por dengue (FHD) acompañado con manifestaciones clínicas de disfunción hepática, lo que hace más difícil para el médico realizar un diagnóstico diferencial en el campo de las infecciones de origen viral, subestimando muchos casos por no tener la posibilidad de un diagnóstico serológico confirmatorio. (24)

La autora considera que las tasas de prevalencia encontrada en su trabajo son bajas si tenemos en cuenta lo reportado por la literatura de que estas enfermedades constituyen verdaderos problemas de salud en Venezuela, no obstante reviste gran importancia la vigilancia epidemiológica de estas entidades.

De especial cuidado se debe tener en los enfermos hepáticos en prevenir el contagio del dengue pues las manifestaciones hepáticas se tornan más graves en los pacientes que ya presentan una enfermedad previa como hepatitis o cirrosis. (25)

La infección por el virus de la hepatitis B en los individuos con hepatitis C es relativamente frecuente dado a que ambas infecciones tienen mecanismos de transmisión similares, por lo que el pronóstico claramente es peor, que cualquiera de las dos por separado. (26)

La transmisión de la enfermedad de Chagas a través de la transfusión de sangre es un riesgo reconocido. (27)

Es una zoonosis propia del continente americano que presenta varias vías de transmisión. En su forma natural se transmite por medio de un insecto vector y se han reportado casos adquiridos a través de trasplantes de órganos, leche materna, vía transplacentaria y transfusión sanguínea. La transfusión sanguínea se reconoce como medio de transmisión de esta enfermedad a partir de 1960, al diagnosticar Camargo y Lesser en forma accidental dos casos de esta parasitosis en fase aguda, en hospitales de Sao Paulo. (27)

Esta vía se considera como la segunda en importancia en la dinámica de transmisión, y cada vez adquiere mayor relevancia, ya que aún en países donde la enfermedad de Chagas no se presenta en forma endémica, se han reportado casos postransfusionales. La implicación de la transfusión sanguínea como riesgo de adquirir la enfermedad de Chagas se ha estudiado en diversos países de América Latina, variando los resultados entre el 2.1% y 46.7%. (27)

Se considera que la enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica de América, que se distribuye desde México hasta Argentina, aunque existen vectores y reservorios incluso en el sur de los Estados Unidos, y en la actualidad se considera una enfermedad, aunque esporádica, con casos identificados en Canadá y EE.UU. Se estima que son infectadas por la enfermedad de Chagas entre 15 y 17 millones de personas cada año, de las cuales mueren unas 50.000. La enfermedad tiene mayor prevalencia en las regiones rurales más pobres de América Latina. (28)

En Venezuela, la enfermedad de Chagas se considera como un problema de riesgo para aproximadamente 6 millones de personas, que viven en 198 municipios de 14 entidades federales, dentro de un territorio de 101.488 Km2; que incluye, entre los estados más afectados, a Trujillo, Lara, Portuguesa y Barinas, debido a sus características geográficas de pie de monte, con zonas cafetaleras y viviendas de bahareque y paja, que facilitan la infestación por triatominos como son el Rhodnius prolixus, Triatoma maculata y Panstrongylus geniculatus, vectores de la enfermedad. El principal vector intradomiciliario en Venezuela, es el Rhodnius prolixus que puede ser encontrado en 22 estados y en el Distrito Metropolitano. (29,30)

La enfermedad de Chagas, ha disminuido como consecuencia de la aplicación de insecticida y el mejoramiento de las viviendas, de alrededor del 45% de ellas en los años cincuenta a menos del 10% en la década del noventa, sin embargo, la detección de un brote de Chagas agudo, por transmisión oral en el Distrito Metropolitano fundamentalmente urbano, plantea la necesidad de considerarla una enfermedad emergente, dado que en el país se desconocía hasta el momento, esta vía de transmisión. (30,31)

En el período 1997-2006, la tasa de mortalidad por esta enfermedad tuvo una tendencia al descenso, presentándose en 1.997 una tasa de 3,4 por 100.000 habitantes y en el 2006 una tasa de 2,5 por 100.000 habitantes. La tasa más alta del período, se observo en el año 2000 con 3,6 por 100.000 habitantes. (31)


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