Una perspectiva bio-integral comparativa entre el Conductismo y el Cognoscitivismo como teorias de aprendizaje
Autor: Mg. Doris Lucia Gudiño | Publicado:  30/09/2011 | Formacion en Ciencias de la Salud , Articulos | |
Perspectiva bio-integral comparativa Conductismo y Cognoscitivismo como teorias de aprendizaje .4

Concepción de la Enseñanza.

Para el enfoque conductista la enseñanza es concebida como la herramienta necesaria para que un individuo simule, imite y repita un determinado modelo. Mientras que para el enfoque cognoscitivo, la enseñanza es concebida como el medio por el cual un grupo de individuos con diferentes medios socioculturales se interrelacionan para compartir experiencias, aspiraciones, conocimientos, entre otros; con la finalidad de permitir cambios de actividad que conlleven a un aprendizaje significativo.

Concepción del Aprendizaje

Para el enfoque conductista el aprendizaje es percibido como un cambio relativamente permanente en la potencialidad de la conducta y el mismo se obtiene sólo a través de la práctica. Por el contrario, para el enfoque cognoscitivista el aprendizaje es percibido como un acto o proceso interno en el cual el individuo es capaz de organizar en sus estructuras cognitivas sus experiencias de aprendizaje y transferirla luego al mundo contextual en el cual interacciona.

Precepto en el cual Sustentan el Aprendizaje

El enfoque conductista sustenta su precepto sobre la tesis de que el individuo aprende a través de un mecanismo llamado estimulo respuesta (E- R). Mientras que para el enfoque cognoscitivista sustenta su precepto sobre la tesis de que los individuos al nacer traen consigo unas estructuras cognitivas que se vean desarrollando a medida que la persona se interrelaciona con el contexto social, cultural, psicológico, afectivo que le circunda.


Forma de Percibir al Alumno

El conductismo percibe al alumno como un ente pasivo, memorístico, no reflexivo, ni analítico; un individuo alienado que aprende de manera mecánica y por repetición. En contraposición, el cognoscitivismo percibe al alumno como un ser crítico, reflexivo, participativo y capaz de transferir el aprendizaje a situaciones reales de su cotidianidad ya que él funge como autor de su propio aprendizaje.

La Transferencia del Conocimiento

La transferencia en el enfoque conductista es percibida como el acto de generalizar, el cual es el proceso donde los organismos que aprenden tienen la capacidad de recordar, evocar acciones o eventos que aprendieron en un determinado momento y luego las pueden trasladar a otras situaciones parecidas. Aquí la transferencia de conocimiento se verifica sólo cuando existe identificación de contenidos por parte del aprendiz. Por otro lado, para el enfoque cognoscitivistas la transferencia se cimenta sobre la manera o forma que tienen los individuos para organizar en las estructuras cognitivas sus nuevos esquemas de aprendizaje. En este enfoque la transferencia de conocimiento puede constatarse cuando la persona que está aprendiendo llega al nivel de discernimiento o insight y puede por sí solo transferir sus epistemes construidos al mundo perceptual que le rodea.

Forma de Percibir los Objetivos

Para el conductismo los objetivos son conductuales y juegan un papel fundamental en este enfoque, ya que es a través de ellos como se miden los resultados del aprendizaje. Por esta razón los objetivos deben ser redactados de la siguiente manera:

1- Deben llevar una conducta final que no es más que expresar claramente el tipo de destreza o habilidad que deberá demostrar el aprendiz al finalizar el objetivo. Se representa a través de un verbo en infinitivo o en tercera persona.
2- Debe expresar claramente las condiciones bajo las cuales se deberá demostrar la conducta final. Esta característica se manifiesta a través de todos los elementos que se dan, que se permiten o prohíben en el momento de mostrar la conducta deseada.
3- Deben expresar un patrón de rendimiento que pueda ser representado por un criterio de calidad, cantidad o tiempo.

Mientras que, para el cognoscitivismo los objetivos se estructuran bajo la óptica del cómo se va a evaluar y cómo se va a enseñar. Estas dos variables van a la unísona, ya que ambos procesos deben realizarse según este enfoque de manera simultaneas en el aula y no de forma separada. Por esta razón, no habrá objetivos específicos, sino un bloque de contenidos epistémicos abocados al desarrollo integral y multidireccional del sujeto o persona que aprende. Estos bloques de contenidos van irrigados de ejes transversales que son un cúmulo de valores en los cuales se deben cimentar tanto el docente como los alumnos que integran el proceso. Los bloques de contenidos van dirigidos al logro del desarrollo conceptual, actitudinal y procedimental del educando.

Forma de Percibir a la Evaluación

Para el enfoque conductista la evaluación es concebida como un mecanismo objetivo en el cual el énfasis se hace sólo en la medición de los resultados que pueden ser observables y verificables. Se asume, por lo tanto, a la evaluación como el mecanismo que sirve sólo para medir el rendimiento académico o conceptual de un educando; variable con la cual el evaluador puede aplicar instrumentos de medición para comprobar y verificar si realmente los objetivos y las conductas previamente establecidas se alcanzaron.

Mientras que para el enfoque cognoscitivo, la evaluación es concebida como un proceso integral, continuó y lo estructura bajo la óptica o la tesis de que cada individuo tiene el potencial de organizar y conformar su propio aprendizaje, utilizando para ello sus individualidades y su mundo perceptual. Por esta razón, se asume una evaluación contínua, subjetiva, mutua, sistémica y de auto- coevaluación.

Concepciones Evaluativas donde se Sustentan

En el enfoque conductista la evaluación es concebida como el acto posible para medir, evaluar y cuantificar lo aprendido. Por ello, se sustenta la evaluación sobre las concepciones de la evaluación como Sinónimo de Medición, la del Logro de Objetivos y, la del juicio del experto. En contraposición, al enfoque conductista, el enfoque cognoscitivo concibe a la evaluación como un proceso continuo, integral, multidireccional y permanente. Por ello, se sustenta el proceso evaluativo sobre las concepciones de la Toma de Decisiones, el Mejoramiento de la Calidad de Vida, la Adaptativa, la Iluminativa y la Respondiente.

Plataforma Filosófica en las cuales se Sustentan

El enfoque conductista se ubica dentro de la corriente filosófica positivista, ya que ésta sustenta su premisa sobre el estudio de los fenómenos concretos, demostrables y rechaza todo conocimiento que no pueda ser verificable de manera concreta u objetiva. Mientras que el enfoque cognoscitivista se ubica dentro de la corriente Estructuralista, ya que la misma, de acuerdo a Sabino (2006), es de “carácter holística basada en los principios de totalidad y autorregulación como de carácter formal” (p. 12).

Piaget asumió una postura propia hacia la forma cómo el hombre adquiere el aprendizaje y lo cimentó sobre una epistemología genética, en el cual según Araya de Neira (2000), “El sujeto es un sujeto epistémico, es decir, sujeto en quien el conocimiento es posible y el conocimiento es la consecuencia del encuentro y la interacción dinámica entre un sujeto y un objeto” (p. 95). Para desarrollar esta postura epistemológica, Piaget utilizó herramientas de la ciencia que le permitieron recolectar una información objetiva y mensurable, utilizando en ello la técnica de la observación directa sobre el comportamiento infantil fundamentalmente en la forma cómo los niños construyen sus conocimientos y la manera cómo éstos pasan de un estudio de menor complejidad a otro de mayor complejidad.

Cabe señalar dentro del enfoque epistemológico de Piaget, una serie de etapas en las cuales describe el desarrollo evolutivo y de maduración de la inteligencia humana. Desarrollo que se logra con la aportación de una serie de factores que van desde el aspecto biológico, afectivo, psicológico hasta el mundo social en el cual se interacciona el individuo o sujeto que aprende. Se describen por lo tanto, cuatro etapas fundamentales en el desarrollo intelectual del ser humano: la sensorio motora que va de 0 a 18 meses de edad, la preoperatorio que oscila entre los 18 meses hasta los 7 años de edad, la de las operaciones concretas que va desde los 7 a los 12 años de edad y, por último, la etapa de las operaciones formales desde los 12 años en adelante. Es importante acotar que dichas etapas son continuas y cada etapa posterior se levante sobre etapas anteriores o se deriva de ellos.


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