Aplicacion del Modelo de Gail para cancer de mama. Consulta planificacion familiar
Autor: Lic. Regla López Castellón | Publicado:  13/02/2012 | Ginecologia y Obstetricia , Oncologia , Articulos | |
Aplicacion del Modelo de Gail para cancer de mama. Consulta planificacion familiar .5

Tabla 9: Comportamiento del riesgo según ingestión de anticonceptivos orales. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008.

modelo_Gail_cancer_mama/tabla9_conocimiento_anticonceptivos

La mayoría de los autores de la bibliografía consultada coinciden en el criterio que los anticonceptivos orales pueden aumentar ligeramente el riesgo de sufrir cáncer de mama, dependiendo de la edad, el tiempo de uso y otros factores. Un total de 18 de los 21 estudios realizados desde 1980 con respecto a la conexión entre la píldora y el cáncer de mama, mostraron que las mujeres que toman estas tienen un mayor riesgo de cáncer que las que no la toman. La influencia de estos fármacos sobre el riesgo de desarrollar cáncer de mama varía en función del grupo de edad, existiendo un pequeño incremento entre 20 y 34 años, no se incrementa entre 35 y 44 años y pequeña disminución del riesgo entre 45 y 54 años. Existe un problema fundamental a la hora de obtener conclusiones, al respecto se utilizan múltiples formulaciones. Lo que parece claro es que el riesgo de padecer cáncer de mama disminuye al suspender el tratamiento y a los 10 años es equivalente al de las mujeres que no los han recibido. Las mujeres que toman la píldora durante 4 años o más, aumentan en un 72% el riesgo de contraer cáncer de mama, es decir, que tienen un riesgo de un 72% más de probabilidad de contraer la enfermedad.

Tabla 10: Comportamiento del riesgo según tiempo de ingestión de anticonceptivos orales. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008.

modelo_Gail_cancer_mama/tabla10_ingestion_anticonceptivos

El uso de estrógenos o de combinaciones de estrógenos y progestágenos durante más de 5 años se considera factor de riesgo. Sin embargo, existen otros autores que plantean que el uso de anticonceptivos orales no se relaciona con la aparición del cáncer de mama.
En nuestro caso, dicha relación no resultó significativa, lo que no difiere de algunos estudios.

Tabla 11: Comportamiento del riesgo según uso de terapia hormonal sustitutiva. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008.

modelo_Gail_cancer_mama/tabla11_terapia_hormonal

Se ha demostrado que el uso de terapia de sustitución hormonal, terapia que se utiliza para aliviar los síntomas de la menopausia, aumenta el riesgo de sufrir cáncer de mama.

El tratamiento con estrógenos tiende a incrementar el riesgo de cáncer de mama, en función a la duración del tratamiento: 2% /años 49% tras 20 años. RR: 1,5 veces más tras 10 años de tratamiento, por lo que esta terapia parece aumentar a largo plazo (más de 10 años) el riesgo, aunque los estudios al respecto no son del todo concluyentes. Un grupo de autores apoya el criterio que la asociación de progestágenos no influye en el riesgo. Sin embargo, otros autores plantean que la terapia sustitutiva en peri menopáusica, con estrógenos, solo aumenta el riesgo ligeramente y es posible que sea en casos de patología mamaria previa.

Tabla 12: Comportamiento del riesgo según tiempo de uso de terapia hormonal sustitutiva. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008.

modelo_Gail_cancer_mama/tabla12_tiempo_uso

Cuando se asocian progestágenos, el riesgo puede no estar disminuido, aunque no esta claro. Un último grupo apoya la idea de que el tratamiento con estrógenos en la menopausia no aumenta el riesgo de cáncer de mama, o este es muy pequeño, tras más de 10 años de utilización. Nuestros resultados no mostraron diferencias significativas al relacionar el uso de terapia hormonal sustitutiva con la presencia de riesgo, aunque hubo un ligero predominio del riesgo en las pacientes que usaron dicha terapia.

Tabla 13: Comportamiento del riesgo según ingestión de bebidas alcohólicas. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008

modelo_Gail_cancer_mama/tabla13_bebidas_alcoholicas

Al relacionar el consumo de bebidas alcohólicas con la presencia de riesgo para cáncer de mama, no existieron diferencias significativas entre las que tenían antecedentes positivos de consumo y presentaban riesgo (6.3%) y las consumidoras sin riesgo (8.0%).

El consumo de alcohol durante años se ha visto asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama. La Ingestión de alcohol (más de 1 o 2 tragos al día) se relaciona con un incremento en la incidencia del cáncer de mama, aunque las vías por las cuales este hábito lleva a la aparición de esta neoplasia, no están aclaradas. El alto consumo supone un incremento del riesgo de un 50%. En nuestro trabajo no existieron diferencias significativas entre las que tenían antecedentes positivos de consumo y presentaban riesgo, y las consumidoras sin riesgo, estos resultados no entran en discordancia por lo encontrado en otros estudios.

Tabla 14: Comportamiento del riesgo según exposición a radiaciones ionizante (RI) en el tórax. Consulta de planificación familiar del área 1. Noviembre/2007 – Octubre/2008.

modelo_Gail_cancer_mama/tabla14_radiaciones_ionizantes

Al relacionar el comportamiento del riesgo según exposición a radiaciones ionizante en el tórax resulta llamativo señalar que el 87.5% de las pacientes con riesgo recibió radiaciones en el tórax, lo cual al realizar un análisis estadístico resultó significativo

Las personas que han estado expuestas a radiaciones como tratamiento, particularmente durante su infancia o adolescencia, pueden tener un riesgo alto de padecer de cáncer de mama, sobre todo quienes recibieron radiación en el tórax por un cáncer anterior. Otros plantean que la irradiación en el tórax que recibieron mujeres menores de 30 años, hace más de 10 años, (regímenes antiguos) aumentan el riesgo. Lo que si parece estar claro es la relación que tienen las radiaciones con la presencia de riesgo de padecer esta entidad. En el presente estudio no se encontraron mujeres con antecedentes de exposición a radiaciones ionizantes por lo que no consideramos necesario ahondar al respecto.

CONCLUSIONES

Se concluye que el Modelo de Gail para el riesgo predictivo y la generalidad de las variables incluidas en él, son de utilidad para diferenciar a grupos de mujeres con un riesgo incrementado para neoplasias de mama en nuestra población. Se pudo corroborar además, que otras variables no incluidas por este modelo, son de utilidad para valorar de forma más integradora, dicha predicción.

RECOMENDACIONES

1. Generalizar la utilización del modelo de Gail para predecir la posibilidad de padecer cáncer de mama, dados los beneficios que esto pudiera conllevar en las estrategias futuras priorizando a las pacientes con riesgo, lo que se revierte en ahorro de recursos y mejor calidad de vida.

2. Elaborar una estrategia de intervención para el seguimiento de las pacientes diagnosticadas con riesgo.

3. Evaluar la incorporación de nuevas variables a los modelos predictivos existentes.

4. Realizar un programa de pesquisaje de cáncer de mama, comenzando con adiestramiento a la población femenina sobre el auto-examen de mama, el examen médico periódico y la utilización de medios diagnósticos como la mamografía en los casos de mayor riesgo o sospecha.

5. Realizar actividades educativas con la finalidad de disminuir los factores modificables.


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