La Mision Barrio Adentro en Venezuela y la globalizacion. Debilidades institucionales
Autor: Gustavo Alcántara Moreno | Publicado:  31/07/2012 | Gestion Sanitaria , Articulos | |
La Mision Barrio Adentro en Venezuela y la globalizacion. Debilidades institucionales .1

La Misión Barrio Adentro en Venezuela y la globalización. Debilidades institucionales (2003-2009).

Gustavo Alcántara Moreno. Politólogo, Abogado, Magíster en Ciencias Políticas (CEPSAL-ULA), Doctorando en Ciencias Humanas (Universidad de Los Andes).

Departamento de Ciencias de la Conducta, Facultad de Medicina, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

Resumen.

El presente artículo tiene como propósito realizar algunas apreciaciones sobre las debilidades institucionales del programa de salud “Misión Barrio Adentro” en Venezuela. La perspectiva teórico metodológica utilizada fue el nuevo institucionalismo, particularmente el institucionalismo contextualizado. Se hizo particular énfasis en el contexto de la globalización desde abajo y el globalismo, como fuerzas que influyen en la implementación de dicha política de salud. Se propone que, para que la Misión Barrio Adentro pueda concretarse y lograr un desarrollo institucional aceptable, es indispensable que se adecue y elabore conforme a las características históricas y sociopolíticas de Venezuela.

Palabras clave: Misión Barrio Adentro, Venezuela, institucionalismo, globalización.

Abstract.

This paper aims to make some appreciations on institutional weaknesses of the health program Mission "Barrio Adentro" (MBA) in Venezuela. The methodology utilized was theoretical perspective the new institutionalism, particularly institutionalism contextualized. It was highlighted in the context of globalization from below and globalism, as forces that influence the implementation of that health policy. It is proposed that for the MBA can materialize and achieve acceptable institutional development, it is essential that fits and prepared according to the historical and sociopolitical characteristics of Venezuela.

Key words: Mission Barrio Adentro, Venezuela, institutionalism, globalization.

Introducción: la diplomacia médica cubana

A partir de su llegada al poder en 1959, el gobierno revolucionario cubano acogió la idea de desarrollar la atención médica universal y gratuita como un derecho humano fundamental y establecieron en la nueva Constitución la responsabilidad del Estado de garantizar dicho derecho.

Además, esta noción pasó a conformar uno de los principales elementos a través de los cuales exportar la revolución cubana a nivel mundial, apoyándose en las bondades de sus resultados para la población, entre los que resaltan el acceso gratuito y universal a todos los servicios sanitarios, el aumento de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad infantil.

Se constituyó así una suerte de diplomacia médica, encuadrada dentro de una cooperación bilateral en salud Sur-Sur (Alcántara Moreno, 2011a) que pasó a conformar, en la época de la Guerra Fría y bajo el apoyo tutelar de la fenecida Unión Soviética, un eje clave de la política exterior cubana hacia los países en vías de desarrollo.

En tal sentido, ya en tiempos recientes de globalización, con el patrocinio del gobierno venezolano de Hugo Chávez y de la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), esa diplomacia médica pasó a ser una política regional de salud, sustentada bajo los cimientos globalizadores de la Atención Primaria en Salud (APS) enunciada en 1978 en la Cumbre de Alma Atá, e institucionalizada al interior de Venezuela, como país receptor de la ayuda médica, en la Misión Barrio Adentro (MBA).

Según Feinsilver (2008), “la ayuda de Venezuela en el marco del ALBA ha generado el respaldo financiero necesario para permitir la expansión de la diplomacia médica cubana mucho más allá de lo imaginable, pese a que Fidel (Castro) venía trabajando obsesivamente desde hacía décadas para transformar a Cuba en una potencia médica internacional” (p. 110).

En lo externo, en opinión de Díaz-Polanco (2006) la Misión Barrio Adentro (MBA) ha servido como “efecto-demostración, apuntando a neutralizar la hegemonía estadounidense en la región y a establecer patrones propios de desarrollo, así como proponer la transformación del sistema político hacia el llamado "socialismo del siglo XXI". Se pretende que esta transformación tenga carácter transnacional”.

De manera que, con lo anterior se haría frente y contrapeso a la hegemonía cultural norteamericana, en un escenario de globalismo ideológico con énfasis en el sistema neoliberal dominado por las grandes multinacionales de la salud en éste caso, con énfasis en el consumismo de medicamentos y la tecnología biomédica de punta como mecanismos para solucionar los problemas de salud de la población. Todo lo cual apunta hacia un desmesurado énfasis en el nivel curativo y de rehabilitación, antes que en la APS y la promoción de la salud.

Esta sería una clara manifestación de globalización desde abajo como antítesis de la globalización neoliberal o globalismo (Alcántara Moreno, 2007), que presiona por el establecimiento de un mundo multipolar, que ha intentado tomar cuerpo legal e institucionalizarse por vía del ALBA, el Foro Social Mundial y demás acuerdos y tratados internacionales, entre los que destaca el Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela, que permite la participación e injerencia de Cuba en el diseño, formulación y aplicación de la Misión Barrio Adentro (MBA).

Con respecto al globalismo, según Held y McGrew (2003), existe una corriente académica que puede denominarse como escéptica con respecto a la globalización, pues considera que la misma “contribuye a justificar y legitimar el proyecto global neoliberal, esto es, la creación de un mercado libre global y la consolidación del capitalismo anglo-americano en las principales regiones económicas del mundo” (p. 16). Así, ésta corriente reduce la globalización a su dimensión económica, equiparándola con la ideología neoliberal, al tiempo que soslaya las dimensiones política, cultural y ecológica de dicho fenómeno.

De manera que, el término pertinente para denominar a esta visión escéptica del fenómeno, sería “globalismo”. Autores como Beck (1998), entienden el globalismo como “la concepción según la cual el orden mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo” (p. 32).

Así pues, el anterior configuraría un trasfondo con raíces en la globalización desde abajo, para la gestación de la Misión Barrio Adentro (MBA). A partir de este punto, es posible realizar algunas apreciaciones de la Misión Barrio Adentro (MBA) desde la perspectiva del nuevo institucionalismo, particularmente el institucionalismo contextualizado (Alcántara Moreno, 2009).

2. La Misión Barrio Adentro (MBA) desde el institucionalismo contextualizado.

Según Nohlen (2005), la premisa principal utilizada por el nuevo institucionalismo, desde la premisa histórico-empírica, señala que “aunque las instituciones cuentan, su real importancia y el desempeño de tal institucionalidad dependen de la contingencia política, o sea de estructuras sociales de la memoria histórica, de la cultura política” (p. 98). Por lo tanto, al reflexionar sobre las instituciones es necesario disertar sobre su vínculo con el contexto.

De hecho, el enfoque histórico-empírico exige que a partir de las realidades específicas de cada caso, se haga un examen crítico del conocimiento teórico sistemático en función de una receta específica para el caso concreto; esto en contraposición con la pretensión de la existencia de recetas universalmente válidas para todos los casos.
Estas consideraciones son fundamentales para emprender el análisis institucional de la Misión Barrio Adentro (MBA), en un contexto de globalización que interactúa con ciertas y determinadas características culturales y sociopolíticas propias de Venezuela.

De manera que, la primera debilidad para institucionalizar la Misión Barrio Adentro (MBA) gira en torno al hecho de haber sido aplicado por una misión médica cubana que posee valores, creencias y costumbres que pudieran no coincidir con el contexto social venezolano. En este punto resulta útil tener en cuenta el institucionalismo contextualizado.

Ciertamente Cuba desplegó su programa de APS en un contexto caracterizado por un régimen político de corte socialista, con un partido hegemónico y un liderazgo personalista y autoritario. Estas características políticas permitieron conformar un sistema de salud inspirado en el modelo soviético, instaurado en 1921 por el Comisario de Salud del pueblo, A. Semashko, que planteaba un modelo controlado por el gobierno a través de un sistema de planificación central, financiado a través del presupuesto del Estado, con participación de la población en la totalidad de las actividades relacionadas con la protección de la salud, en el cual hay una inexistencia formal del sector privado y se hace énfasis en la medicina preventiva.


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