El Lupus.
Autor: Federacion Española De LUPUS. | Publicado:  24/04/2006 | Reumatologia , Divulgacion Medica | |
Tratamiento del lupus

EL TRATAMIENTO DEL LUPUS (PRINCIPIOS GENERALES)

 

INTRODUCCIÓN

 

Aunque el espectacular progreso en el futuro de los pacientes con lupus durante los últimos años podría atribuirse a los avances en el tratamiento, es más probable que el pronóstico mejor sea debido al amplio reconocimiento de la enfermedad (especialmente en su forma más leve) por médicos de todo el mundo. Sin embargo, han existido progresos significativos en el tratamiento. Estos se relacionan más con el mejor uso de los medicamentos existentes que con los nuevos “grandes avances”. En esta guía resumiré algunos de los aspectos más importantes del tratamiento, basados en publicaciones escritas en algún otro lugar (Boletín Médico Británico, vol. 2 pág. 1029, 1979 y Clínicas de Enfermedades Reumáticas, (Saunders 1982, vol 8 nº 1 cap. 20).

 

MEDICAMENTOS

 

En el próximo capítulo se tratarán aquellos medicamentos utilizados específicamente en el LES. Esta sección se ocupa de dar consejos sobre el uso de los medicamentos en general. No hay duda de que muchos pacientes con lupus tienen un particular historial “alérgico”, (desarrollan erupciones y otros efectos secundarios debidos a variedad de medicamentos). Entre estos medicamentos los más frecuentes son probablemente los antibióticos, las sulfamidas y la penicilina en particular, los cuales requieren ser administrados con cuidado. Desgraciadamente, no existe una forma clara de predecir la persona, que, por ejemplo, mostrará sensibilidad a la penicilina. Es necesario que tanto el paciente como el médico tengan sospechas sobre los sarpullidos que se desarrollen en un período de una semana o dos desde que se empezó con el nuevo medicamento. No es necesario decir que el distinguir entre una erupción por medicamentos y una debida al lupus puede ser muy difícil y no se debería dejar sin diagnóstico.

 

ANTICONCEPTIVOS ORALES

 

Hay razones teóricas sobre por qué la contracepción oral con muchos estrógenos podría ser perjudicial en el LES, y, de hecho, una o dos pacientes parece que han desarrollado sus síntomas al empezar a tomar la píldora. Afortunadamente, no se ha demostrado que éste sea un problema frecuente, y según la experiencia de la mayoría de las clínicas de lupus, existen pocas evidencias que señalen a nivel general un efecto perjudicial. En las pacientes con jaquecas o tromboflebitis es poco aconsejable el uso de anticonceptivos orales. Para la mayoría de los pacientes con LES, la utilización de anticonceptivos bajos en estrógeno no ha creado problemas.

 

LUZ SOLAR

 

Una de las características bien conocidas del lupus es la sensibilidad a la luz solar. Henrietta Adarjem, quien ha contribuido mucho a la educación sobre el lupus, llamó a su libro “El sol es mi enemigo”.

 

No hay duda de que la luz solar (más específicamente la luz UVA) tiene un efecto importante de activación de la enfermedad. Muchos pacientes se dan cuenta de que sus erupciones, así como los dolores musculares y otros síntomas, empeoran después de un período de tiempo tomando el sol. Sin embargo, la sensibilidad al sol no es un problema universal, y la mayoría de los pacientes cuyo lupus está bajo control no tienen necesidad especial de evitar la luz solar. Las cremas protectoras simplemente son de ayuda limitada. Varios grupos locales de lupus han recogido información de los fabricantes de sus propios países y han proporcionado importantes consejos en la elección del maquillaje y las cremas protectoras.

 

ESTILO DE VIDA

 

Este título, bastante omnipresente, aparece en muchos artículos sobre el lupus. Con la evolución que se ha producido en el conocimiento del el lupus, está claro que, para la mayoría de los pacientes, es totalmente posible una vida normal y activa. Incluso en los pacientes que están sufriendo un largo y aparentemente interminable brote de la enfermedad, es probable la mejoría o la “remisión” de la enfermedad. La enfermedad “se consume” por sí sola.

 

COMIDA

 

Los pacientes con distintos tipos de enfermedades reumáticas preguntan por la dieta. ¿Afecta la comida en el lupus? ¿Hay alguna dieta que ayude? ¿Hay dietas “especiales”?.

 

Las respuestas a estas preguntas no son tan sencillas como en su momento parecían. Aunque ha habido pocas pruebas científicas de que el factor dietético afecte a cualquier de las enfermedades reumáticas, no hay duda que muchos pacientes, incluyendo un pequeño número con lupus, están convencidos de que ciertos alimentos causan un incremento de los síntomas articulares. Durante los últimos años, se han acumulado pruebas que sugieren que en determinadas circunstancias, la comida o los productos alimenticios pueden, después de la absorción a través del intestino, causar una reacción alérgica. Ejemplos obvios son algunos casos de alergia a la leche en niños. Se ha demostrado en un pequeño número de pacientes con artritis que están peor después de tomar ciertas comidas.

No es seguro si lo mismo es aplicable a ciertos pacientes con lupus, aunque lo más probable es que sí.

 

ENFERMEDAD RENAL

 

El seguimiento de los enfermos que desarrollan afectación del riñón es generalmente más agresivo, siendo su propósito el rápido control de la enfermedad, aunque a costa de dosis más altas de esteroides y otros medicamentos. Para los que desarrollan una “retención de líquidos”, con aumento de peso y acusada hinchazón de tobillos, puede que sea necesaria una medicación extra en forma de diuréticos, así como medias de descanso elásticas. Las medias elásticas modernas de tejido fino, que han sustituido a las gruesas y horrorosas medias de antaño, ayudan a devolver el líquido desde las piernas al cuerpo.

 

TENSIÓN ARTERIAL

 

En algunos enfermos el aumento de la tensión arterial llega a ser un problema. Esto es más frecuente en los enfermos con enfermedad renal, aunque no está limitado a este grupo de pacientes. Es importante saber que el aumento de la tensión arterial en el lupus puede que sea un fenómeno relativamente temporal. Sin embargo, de todas las características del LES, quizás esta requiera la atención más meticulosa.

 

Desgraciadamente para el enfermo, el tratamiento de la tensión arterial normalmente requiere la toma de pastillas (a menudo 2 o 3 tipos). La tentación de “tirar las pastillas” le asalta a todos los pacientes. Es en esta situación, cuando el paciente se siente bien, cuando la tentación es más fuerte. Sin embargo, tener una tensión arterial alta sin tratar puede ocasionar daños ocultos, especialmente al riñón, y un círculo vicioso de daño renal (puede ocurrir que la tensión arterial produzca una mala circulación renal y a su vez más daño al riñón).

 

Con demasiada frecuencia me han remitido pacientes cuyo lupus ha estado bajo control, pero en quienes la tensión arterial se ha dejado alcanzar un nivel demasiado alto. Para la mayoría de los pacientes con LES, la tensión arterial diastólica o “baja” se debería mantener normalmente por debajo de 90, y desde luego por debajo de 100.

 

ENFERMEDAD RENAL GRAVE

 

De vez en cuando, todavía, se diagnostican casos de enfermos de lupus, solo cuando la inflamación renal está tan avanzada que ya ha producido daños irreversibles al riñón. Este aspecto de la enfermedad fue el que dio al lupus su mala reputación en sus primeros tiempos. Incluso aquí, afortunadamente, el tratamiento es posible con diálisis o trasplante de riñón. El trasplante de riñón es perfectamente posible en dichos pacientes, curiosamente, el lupus rara vez causa problemas después del trasplante.

 

A pesar de la importancia de este aspecto del lupus, parece apropiado recalcar su poca frecuencia en la práctica médica En mi experiencia personal de más de 1.000 pacientes con lupus, he visto un trasplante renal sólo en 2 pacientes (una de ellas es ahora una enérgica ama de casa; la otra es una ocupada artista de cabaret en Estados Unidos).

 

PLASMAFÉRESIS (CAMBIO DE PLASMA)

 

En capítulos anteriores, se hizo una mención sobre los “complejos inmunes” circulantes, grandes conjuntos de proteínas circulando en la sangre que estaban dañando potencialmente a órganos delicados como el riñón. La plasmaféresis es un método mediante el cual se ha buscado eliminar estos complejos. El método es, en teoría, simple. Se extrae sangre de una vena por medio de un tubo conectado a una máquina como un gran secador centrífugo. Por fuerza centrífuga, la sangre se separa en sus distintos componentes. Los hematíes y los leucocitos del paciente son devueltos al cuerpo pero en vez del “plasma” malo, se devuelve un sustituto. El método es seguro y, aparte de la incomodidad y el aburrimiento de estar un par de horas sentado con la vía de la transfusión de sangre sujeta al brazo, está relativamente libre de malestar para el paciente. Aunque este tratamiento (como el tratamiento relacionado con la leucoféresis, o la eliminación de leucocitos) es teóricamente beneficioso, hasta la fecha los beneficios han parecido de corta duración. El tratamiento es atractivo y ha recibido la atención de la prensa del mundial. Sin embargo, todavía no ha recibido el beneficio de grandes ensayos y experiencias.

 

 


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