Medidas educativas para aprender a vivir con Diabetes Mellitus
Autor: Dra. Amarilis Pérez Licea | Publicado:  24/09/2007 | Endocrinologia y Nutricion , Divulgacion Medica | |
Medidas educativas para aprender a vivir con Diabetes Mellitus.3


LA DIETA Y LA PRÀCTICA CONSTANTE DE EJERCICIOS FÍSICOS CONTRIBUYEN A MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE DIABÉTICO.

 

El diabético debe trabajar estrechamente con su médico para aprender cuántas grasas, proteínas y carbohidratos necesita para su dieta. Los planes específicos de comida deben estar adaptados a sus hábitos y preferencias. Las personas con diabetes tipo I deben comer más o menos a la misma hora todos los días y tratar de ser consistentes con el tipo de alimentos que eligen. Esto ayuda a prevenir que los niveles de azúcar se eleven o bajen demasiado. Los diabéticos tipo II deben seguir una dieta bien balanceada y baja en grasas.

 

Un dietista certificado, el endocrino o el propio médico de la familia puede ayudar en la planificación de las necesidades en la dieta.

 

El manejo del peso es importante para lograr el control de la diabetes. Algunas personas con diabetes de tipo II pueden suspender los medicamentos después de bajar el exceso de peso, aunque la diabetes aún esté presente. (13)


El reparto calórico de carbohidratos durante el día tiene una importancia fundamental sobre todo en el diabético insulino-dependiente y estará condicionado por el tipo de insulina administrada, el perfil glucémico, el horario de los ingestas y la actividad física. En términos generales, en especial en el diabético insulino-dependiente, es conveniente repartirlo como mínimo en cinco tomas, distribuyendo el total de energía  a consumir en las siguientes proporciones:

 

  • Desayuno 20%
  • Media mañana 10%
  • Almuerzo 30%
  • Comida 30%
  • Cena 10%

 

Esta distribución regular a lo largo del día tiene como finalidad mantener tanto como sea posible un nivel estable de glucemia, evitando los picos hiperglucémicos (por excesiva sobrecarga en algunas comidas) y sobre todo los accidentes hipoglucémicos . El mantener un horario regular en las comidas, previamente determinado en función de sus hábitos, actividad laboral, ejercicios físicos, es fundamental ya que no pocas veces la inestabilidad de una diabetes es producida por un desajuste dietético insulínico, al no coincidir las ingestas con los niveles de insulina circulantes. 

 

Comúnmente utilizamos dietas estándar de diferentes valores calóricos: 1000, 1500, 2000 y 3000 Kcal, aconsejando lo que estimamos más conveniente por la edad, sexo, actividad física. Posteriormente según sea su evolución ponderal se modifica la dieta si es necesario para que el paciente mantenga el peso que se ha estimado más adecuado.

 

Al indicar el tratamiento con dietas estándar no significa que no deba ser individualizada. Deben serlo desde el principio, no solo en cuanto a su valor calórico, hipocalórico o hipercalórico en diabéticos obesos y delgados respectivamente, sino también en modificar si es necesario, la proporción de principios inmediatos que hemos mencionados y actualmente se recomiendan, por ejemplo:

 

·         Incrementar el aporte proteico en la diabética gestante y por el contrario la disminución en un diabético con daño renal en particular con albuminuria.

 

·         Modificar la cantidad y la calidad del aporte de grasa en el caso de un diabético con dislipidemia o una angiopatía diabética diagnósticada.

 

De igual modo deberá acomodarse la dieta a la situación socioeconómica del paciente y sobre todo a su actividad física y laboral que muchas veces nos obliga a rectificarla distribuyendo diferentes formas y a distintas horas las tomas de comida e incluso el porcentaje de los diferentes macronutrientes.

A continuación damos a conocer los factores que se deben tener en cuenta a la hora de prescribir una dieta al paciente diabético. (14)

 

PASOS A SEGUIR PARA REALIZAR LA CONSTRUCCION DIETETICA DEL PACIENTE DIABETICO

 

1.     Evaluación del estado nutricional y determinación de la actividad física.

2.     Cálculo de las necesidades de energía.

3.     Distribución de los Hidratos de Carbono durante el día, según esquema terapéutico.

4.     Distribución de las moléculas calóricas en Carbohidratos, Lípidos y Proteínas.

5.     Selección de los alimentos.

6.     Proporcionar ejemplos de menú.

7.     Enseñar lista de intercambios


Un objetivo primordial del tratamiento dietético es mantener el peso corporal próximo al peso saludable que le corresponde al paciente, por lo que el cálculo del valor calórico total tienen una importancia fundamental en el planteamiento de la dieta.

 

Para valorar el peso adecuado normal se ha propuesto diversas formas, las cuales proporcionan una aproximación clínica suficiente y tienen la ventaja de su fácil manejo.  No son útiles las tablas de porcentaje, sin embargo, para calcular de una forma más sutil las necesidades energética de un determinado individuo, conviene recurrir a las fórmulas que tiene en cuenta los factores que influyen en el gasto energético: metabolismo basal, gasto energético del ejercicio y termogénesis inducido por los alimentos.

                                           

NE = MB + GAF + TID

 

NE - Necesidades energética

MB - Metabolismo Basal

                GAF - Gasto por Actividad Física

TID - Termogénesis inducida por los alimentos:

·        Las proteínas aumentan en un 12% la producción de calor.

·        Los Hidratos de Carbono 6%.

·        Las grasas 2%.

 

En términos generales, se aceptó que la termogénesis inducida por la dieta promedia un incremento del 10% de las calorías requeridas para el metabolismo basal.

 

En ausencia de patologías asociadas en el adulto, el aporte calórico será el mismo que establecemos para personas sanas.

 

Un método sencillo y práctico consiste en restarle 500 Kcal/días del total de aporte calórico calculado para un día.

 

En la práctica diaria para el diabético delgado, aconsejamos dietas cuyo contenido calórico oscilan entre 2500 y 3000 Kcal/días y para mantener el peso una dieta aproximada de 2000 Kcal/días.

 

Mención especial merece el tratamiento dietético del diabético obeso. El 80% de los diabéticos tipo 2 son obesos, de tal manera que muchos diabéticos obesos son capaces de conseguir un adecuado control metabólico simplemente bajando de peso.

 

Evidentemente las dietas de muy bajo contenido calórico no están indicadas en todos los diabéticos obesos, por los datos de que disponemos, hasta las dietas hipocalóricas son la piedra angular en el tratamiento del diabético obeso, pues mejora espectacularmente la insulino-resistencia y el hiperinsulinismo hasta el punto de que la mayoría de los pacientes pudieran ser dados de alta única y exclusivamente con tratamiento dietético. (14, 15, 16)


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