La vulvovaginitis y la enfermedad inflamatorias pélvica son un problema de salud importante en las edades pediátricas que pueden repercutir negativamente en la salud sexual y reproductiva de las mismas durante la adultez en ocasiones son subvaloradas por muchos profesionales y la población en general. Existen aun tabúes que impiden o limitan el correcto examen o valoración de estas afecciones siendo su identificación un verdadero reto para el médico y el personal de enfermería pediátrica pues se debe tener en cuenta que estas afecciones son motivo de ansiedad y en ocasiones de vergüenza para las niñas y sus padres.
Las afecciones mamarias han ido experimentando un ligero aumento en la edad pediátrica, en ocasiones su diagnóstico, seguimiento, tratamiento y control se ven limitados pues no se realiza de forma oportuna ya que su presencia es descartada automáticamente tanto por los familiares que se ven alarmados ante esta posibilidad por creencias y tabúes en relación a este tema, como por los médicos que en muchas ocasiones ante determinados cuadros clínicos no lo incluyen en sus diagnósticos diferenciales pasando inadvertidos lo que conlleva algunos casos a complicaciones por lo que es importante lograr un incremento en la divulgación de los conocimientos acerca de estas patologías.
Se realizó un estudio retrospectivo, transversal y descriptivo sobre las afecciones ginecológicas y mamarias infanto-juveniles tratadas en el servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Pediátrico Docente de Centro Habana en el período comprendido desde Enero 2008 a Diciembre 2009 con el objetivo de conocer el comportamiento de las afecciones ginecológicas y mamarias en la edad pediátrica y su incidencia según grupos de edades.
Se encontró que, de un total de 154 pacientes, 126 presentaron algún tipo de afección ginecológica para un 82% superando las afecciones mamarias que solo presentaron 28 paciente para un 18% del total de pacientes atendidas.
Las tumoraciones de ovario ocurren con frecuencia durante la niñez y adolescencia variando en relación con el estado de desarrollo físico y hormonal de cada caso e incrementan su aparición después de la menarquía, siendo mayor el riesgo de padecerlas durante la pubertad que en la primer etapa de la infancia, aunque por diversas razones también pueden reportarse en estas edades e incluso en la etapa neonatal.
El nacimiento de un bebé con genitales ambiguos es causa de ansiedad y sufrimiento familiar siendo uno de los primeros problemas a los que se enfrentaran médicos y enfermeras, pues se debe tener en cuenta que no solo se afectara el aspecto físico sino que los padres deben enfrentarse a la definición del sexo de su bebe, lo cual influirá en su desarrollo psicosocial y reproductivo a corto, mediano o largo plazo.