En la patología varicosa, hay que diferenciar dos grandes apartados: las varículas y las varices propiamente dichas.
Las primeras (también conocidas como "arañas vasculares") se tratan sobre todo por el aspecto estético, ya que no producen apenas sintomatología.
Por el contrario, las varices propiamente dichas sí ocasionan un problema funcional y deben ser tratadas de forma precoz para evitar las complicaciones que acaban provocando (flebitis, hiperpigmentación, dermatitis, úlceras...).
Respecto al enfoque precoz, también hay que destacar que los resultados a nivel estético y funcional también son mejores si el tratamiento se realiza de forma temprana.

Las diferencias más importantes entre la intervención de varices con Láser endovascular y la safenectomía convencional son consecuencia de un menor agresión sobre la extremidad, lo cual conlleva menor número de incisiones (en determinados casos no precisan ninguna incisión), menor desarrollo de hematomas y recuperación postoperatoria mucho más rápida. Por ello, los resultados, tanto estéticos como funcionales, son mucho más interesantes y los riesgos (hematoma, problemas de cicatrización, etc.) mucho menores.

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