bueno, yo he pasado muchos años buscando una causa. He llegado a sospechar de muchas, no solo de una, y ahora ya paso de calentarme la cabeza. Las extras están en mí, esa es la realidad. Puedo echar la culpa a la tiroides, la escoliosis lumbar, el sobrepeso, la ansiedad, los cambios de tiempo, una posible hernia diafragmática, el aluminio de los desodorantes, la cafeína/tenía... Pero siguen ahí, y van a seguir estando, así que me ahorro energías y dejo de dar vueltas a la cabeza.

Ojalá encuentres tú la causa de las tuyas, pero si no la encuentras, hazme caso y aprende a vivir con ésto.