Carmen Flores: 'Sanidad es responsable de los trastornos provocados por Agreal'


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Carmen Flores es la presidenta de ADEPA (Asociación del Defensor del Paciente). Este organismo ha recibido más de 1.100 llamadas de mujeres que están dispuestas a acudir a los tribunales para solucionar su situación de desamparo.

- El pasado 15 de septiembre se suspendió la comercialización de la veraliprida, el componente principal del fármaco Agreal, porque podía provocar reacciones adversas. ¿Para quién y por qué se administraba este producto?

Este era un fármaco que iba destinado a las personas que tenían sofocos y otros síntomas de la menopausia que no se podían controlar con parches u otros medicamentos. Digamos que era el fármaco estrella para aliviar los sofocos de las mujeres menopáusicas.

- En todo este tiempo después de que el fármaco se haya dejado de administrar, ya se han constatado las primeras reacciones
adversas. ¿Qué síntomas han experimentado las personas afectadas?

Los síntomas son los que describía el Ministerio de Sanidad en una carta dirigida a los profesionales médicos. En este texto se relataban unos síntomas que nos han contado las más de 1.100 personas que ya han acudido a nuestra asociación. En la mayoría de los casos se ha constatado una depresión, en algunos otros una depresión con tratamiento psiquiátrico, otras personas en menor medida también han experimentado Parkinson, temblores y estados de pánico… en definitiva unos síntomas muy serios, que ni siquiera en tratamiento psiquiátrico se podrían controlar.

- ¿Todas las mujeres que se han medicado con Agreal están sufriendo estas mismas reacciones?

Afortunadamente no. Hay una parte de esas mujeres que nos han llamado para contarnos que Agreal les ha producido una depresión, pero que la han achacado a la propia menopausia y que ni siquiera han necesitado tratamiento. A estas personas lo que les hemos dicho es que no valía la pena reclamar porque afortunadamente no habían tenido los síntomas que nos han descrito el 35-40% de las personas que se han puesto en contacto con nosotros.

- Ustedes ya han comenzado a presentar acciones legales para tratar de buscar una solución a este problema. ¿Cómo se está desarrollando este proceso?

Lo primero que hemos hecho ha sido empezar a presentar reclamaciones en Consumo, por haber suministrado un medicamento defectuoso con unos síntomas adversos. Las reclamaciones en las Oficinas de Consumo tienen un gasto mínimo y eso es lo que nuestra asociación ha venido buscando, ya que la mayoría de mujeres que se han puesto en contacto con nosotros son personas cuyos maridos ya se han jubilado, y realmente les cuesta mucho sacrificio hacer frente a una denuncia. Pero aún así, también estamos valorando la posibilidad de que las personas más afectadas que estén verdaderamente decididas a ir a juicio, puedan exponer su caso ante los tribunales.

- ¿Se encargarían ustedes de llevar a cabo ese proceso judicial?

Efectivamente. ADEPA cuenta con 22 gabinetes jurídicos repartidos por toda España y lo que estamos haciendo creemos que es acorde con la situación que se está viviendo. En cada Comunidad Autónoma se están agrupando las diferentes afectadas por el consumo de este fármaco.

- ¿Quién considera que es el máximo responsable?. ¿Quién cree que debe responder ante las afectadas?

En este caso hay dos responsables muy claros que son el Ministerio de Sanidad y el propio laboratorio. Es decir, el Ministerio de Sanidad porque entendemos que no han funcionado las alarmas sanitarias, ya que 22 años en la misma situación es imposible que ningún médico se diera cuenta de lo que estaba pasando. Y por otro lado el laboratorio, ya que insisto en que es totalmente imposible que no hayan percibido estos efectos secundarios anteriormente.

- ¿Cree que se va a poder conseguir algún tipo de indemnización para las afectadas?

Creo que este asunto, aunque actualmente es lo único que tenemos para pedir responsabilidades, es lo de menos. Hay algo que nos importa mucho más y que se lo estamos planteando a la ministra de Sanidad desde hace tiempo. Ya le hemos mandado cinco cartas solicitándole una reunión para tratar, no tanto las indemnizaciones, que eso quedará a cargo de los tribunales, sino la situación y el futuro tratamiento de las personas que han quedado con unas secuelas importantes y que además no saben qué hacer, ni saben quién las va a tratar, ni tampoco si algún día van a poder superar el problema que tienen ahora mismo, porque incluso, y es algo que no debemos olvidar, este fármaco creaba adicción.