Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica X. El Examen Fisico particular del Aparato Cardiovascular
Autor: Dr. Marco J. Albert Cabrera | Publicado:  15/01/2009 | Formacion en Ciencias de la Salud , Cardiologia , Otras Especialidades , Medicina Interna | |
Guia basica para confeccion de Historia Clinica. El Examen Fisico del Aparato Cardiovascular.3

El thrill continuo sistodiastólico, se encuentra localizado en el segundo espacio intercostal izquierdo y es casi patognomónico de persistencia del conducto arterioso. Se pudiera encontrar además en el aneurisma arteriovenoso, el bocio tóxico y los tumores vasculares malignos.

 

  • Ritmo de galope diastólico. La mano que palpa advierte un resalto blando, ondulante, intenso en la región de la punta en el galope izquierdo o en las inmediaciones del foco tricuspídeo, en el derecho.
  • Roces pericárdicos palpables (frémito pericárdico). La superficie de las hojas pericárdicas suele engrosarse como resultado de un proceso inflamatorio primitivo (frecuentemente reumático), tóxico (pericarditis urémica) o degenerativo (infartos del miocardio que abarcan el epicardio). En tales circunstancias, la fricción de las hojas pericárdicas engrosadas y “deslustradas” da lugar a vibraciones susceptibles de percibirse por la palpación, a las que se denomina roce pericárdico palpable o frémito pericárdico. Este fenómeno suele oírse más frecuentemente a nivel del tercero y cuarto espacios intercostales izquierdos, junto al esternón, y su identificación es más fácil mediante la auscultación. Consiste en una sensación de roce, a la vez sistólica y diastólica, en vaivén, siguiendo el ritmo del latido cardiaco. Los frotamientos pericárdicos se perciben mejor cuando la palma de la mano que palpa la región precordial se aplica fuertemente sobre la pared del tórax, que cuando la presión es ligera. Son frecuentes en la pericarditis seca y en la pericarditis con derrame, antes de aparecer el derrame o después de su reabsorción.
  • Latido epigástrico: existen dos tipos de latidos epigástricos; uno que es trasmitido y llega a la región epigástrica propagado de la aorta a través de otros órganos, o propagado de la región precordial; y otro que pertenece en propiedad a aquella región, porque el corazón, la aorta o el hígado lo originan en el propio epigastrio (latido autóctono o propio del epigastrio).
  • En el latido epigástrico trasmitido de origen aórtico, observamos el levantamiento sistólico que caracteriza el latido en el centro del epigastrio, más o menos a una distancia igual del apéndice xifoides y del ombligo, y tiene como característica que se ve, pero generalmente no se palpa.  En el caso de los latidos epigástricos trasmitidos como consecuencia de amplios latidos precordiales, observamos cómo el latido epigástrico coincide y es una consecuencia del latido precordial. Este tipo de latido precordial, universal, se verá sobre todo en las grandes hipertrofias ventriculares.
  • El latido epigástrico autóctono de origen aórtico se presenta en una lesión propia de la aorta y esta entra en contacto directo con el epigastrio (esclerosis de la aorta abdominal con disminución de la elasticidad del vaso). El latido se hace más visible cuando la aorta está dilatada, o cuando existe un aneurisma de la aorta abdominal.

 

Cuando el ventrículo derecho se hipertrofia, o se hipertrofia y se dilata al mismo tiempo, su relación epigástrica es más estrecha, y en estos casos, con una pared normal, se comprueba que la sístole ventricular derecha se manifiesta por un latido epigástrico que ocupa la parte más alta del epigastrio. El latido ventricular derecho es negativo.

 

Hay un tercer tipo de latido autóctono de gran interés, es el que está determinado por el pulso hepático. Este proceso aparecerá en todos aquellos casos en que el ventrículo derecho esté perturbado en su trabajo: cuando exista una insuficiencia tricuspídea y, más frecuentemente, cuando se produzca una hipertensión pulmonar y el ventrículo derecho sufra.

 

  • Latidos venosos de la región cervical: Pueden observarse en condiciones normales en el cuello. Especialmente en la fosa yugular, es posible ver un tipo de latido venoso que coincide con la presístole y es negativo: latido venoso fisiológico o auricular. En condiciones patológicas los latidos venosos se hacen mucho más visibles e importantes y se perciben en otras regiones del cuello; este latido es positivo, y se llama latido venoso patológico ventricular. En la insuficiencia tricuspídea funcional, el pulso venoso se hace sistólico, por lo cual será más visible. Como esa insuficiencia tricuspídea funcional es difícil de reconocer por auscultación o por otros procedimientos, tanto el pulso venoso sistólico como el pulso hepático, son del más alto valor diagnóstico clínico en esa entidad.
  • Latidos arteriales de la región cervical: aparece en el eretismo vascular producido por estados emocionales o esfuerzo físico mantenido, o en los casos en que existe una perturbación del equilibrio nervioso vegetativo; la hiperfunción tiroidea es la que dará con más frecuencia este síntoma. Se puede observar además, en lesiones propias de la carótida (esclerosis).

En determinadas lesiones valvulares (insuficiencia aórtica, esclerosis aórtica, ateromas aórticos y aortitis sifilítica.) es posible observar que es la aorta la que late por encima de la horquilla en el cuello. Algunas veces por encima de las clavículas es posible que veamos los latidos de las arterias subclavias: se trata casi siempre de procesos de esclerosis aórtica o de esclerosis de esos mismos vasos, que en cierta forma los hacen más visibles.

  • Retardo del pulso radial derecho: dilatación aneurismática del tronco braquiocefálico.
  • Retardo del pulso radial izquierdo: dilatación aneurismática del cayado de la aorta, situada entre el tronco braquiocefálico derecho y la subclavia izquierda.
  • Alteraciones del sincronismo del pulso femoral con la radial: aneurisma de la aorta descendente. Cuando el pulso femoral se adelanta se debe a una esclerosis de la aorta descendente.
  • Signo de Cardarelli-Oliver: movimientos de tracción de la tráquea en cada sístole. Para observarlo  se coloca al paciente en posición erecta, ordenándosele cerrar la boca y elevar al máximo el mentón. Entonces se toma el cartílago cricoides entre el índice y el pulgar y se ejerce una suave presión hacia arriba sobre él. Cuando existe dilatación o aneurisma, se percibirá claramente la pulsación de la aorta trasmitida a la mano por medio de la tráquea. Constituye un signo importantísimo para el diagnóstico de los aneurismas de la porción transversa del cayado aórtico.
  • Repleción venosa: Es patológica cuando hacemos incorporar al paciente y no  desaparece la ingurgitación venosa del cuello, y aun sentado, todavía vamos a ver dos pequeños troncos venosos levantados, uno a cada lado del cuello, que demuestran de una manera exacta, la existencia de la hipertensión dentro de la aurícula. Cuando encontramos venas cervicales ingurgitadas con el individuo en posición cercana a la vertical, y están animadas de latidos, tenemos un signo de extraordinario valor para asegurar que existe una hipertensión venosa.

 

Técnica de exploración. Percusión.

 

historia_clinica_cardiovascular/exploracion_percusion_cardiaca

 

Matidez relativa. Submatidez. Cubierto por lengüetas pulmonares.

 

  1. Determine el borde superior de la matidez hepática, comenzando a percutir desde la región infraclavicular hacia la base del tórax.
  2. Determine el borde derecho del área cardiaca percutiendo en sentido transversal desde la línea axilar anterior derecha hacia el esternón, a nivel de los espacios intercostales tercero, cuarto y quinto.
  3. Determine el borde izquierdo percutiendo en sentido transversal y oblicuo desde la línea axilar anterior izquierda hacia el esternón, y también en sentido vertical ascendente o descendente.
  4. Marque cada límite hasta configurar dicha área.

 

Matidez absoluta. Matidez. Contacto directo con la pared torácica.

 

  1. En el borde derecho de la matidez relativa, coloque el dedo plesímetro en la dirección del eje longitudinal del tórax en el límite derecho y percuta  avanzando en sentido transversal hacia la izquierda hasta encontrar matidez absoluta. Esta operación se realiza a nivel del cuarto y quinto espacios.
  2. Para determinar el borde izquierdo hacemos una operación similar pero en sentido contrario, siempre partiendo en forma paralela del límite izquierdo de la matidez relativa.

 

Nota: El área de matidez absoluta normal tiene la forma de un triángulo cuyo vértice está a la altura del cuarto cartílago costal y cuya base se confunde sin delimitación con la matidez hepática. El borde derecho vertical corresponde al borde izquierdo del esternón y el borde izquierdo es oblicuo hacia abajo y afuera extendiéndose desde el vértice hasta un poco por dentro del choque de la punta.

 

Aumento del área de matidez relativa. Semiodiagnóstico.

 

  • Agrandamiento del ventrículo izquierdo
  • Agrandamiento del ventrículo derecho.
  • Dilatación de la aurícula derecha: hace que el borde inferior sea percutido por fuera de la línea que pasa por el borde del esternón en los espacios intercostales cuarto, quinto y sexto.
  • El aneurisma o la dilatación de la porción ascendente de la aorta determinan la matidez del manubrio del esternón y el ensanchamiento del pedículo vascular, que es percutido por fuera de sus límites normales.
  • En las grandes dilataciones y en los aneurismas de la arteria pulmonar existe una zona de matidez paraesternal en los espacios izquierdos segundo y tercero.

Otras partes de este trabajo
Este trabajo consta de distintas partes. A continuación se listan todas:
  1. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. Desde los datos de identidad del paciente hasta la confeccion de la historia de la enfermedad actual
  2. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. La Anamnesis Remota.
  3. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. El interrogatorio por sistemas respiratorio, cardiovascular y digestivo
  4. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. El interrogatorio de los aparatos genitourinario, hemolinfopoyetico, endocrino y nervioso
  5. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. El Examen Fisico General
  6. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica. El Examen Fisico Regional. La exploracion de la cabeza, el cuello y el torax
  7. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica VII. El Examen Fisico Regional. La exploracion de abdomen, columna vertebral y extremidades
  8. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica VIII. El Examen Fisico del Sistema Osteomioarticular SOMA
  9. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica IX. El Examen Fisico particular del Aparato Respiratorio
  10. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica X. El Examen Fisico particular del Aparato Cardiovascular
  11. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica XI. El Examen Fisico particular del Aparato Digestivo
  12. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica XII. El Examen Fisico particular del Sistema Endocrino
  13. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica XIII. El Examen Fisico particular del Aparato Genitourinario
  14. Guia basica para la confección de una Historia Clinica XIV. El Examen Fisico particular de los pares craneales. Primera parte
  15. Guia basica para la confeccion de una Historia Clinica XV. El Examen Fisico particular de los pares craneales. Segunda parte
  16. Guia basica para la confección de una Historia Clinica XVI. El Examen Fisico particular del Sistema Nervioso

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