Anticoncepcion de emergencia
Autor: Dr. José Alberto González Cáceres | Publicado:  14/04/2009 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Anticoncepcion de emergencia.6

Por otra parte hacer accesible la anticoncepción de emergencia sin receta médica ha demostrado ser una estrategia fructífera para prevenir el embarazo no deseado. En Francia, más de un millón de mujeres han usado la anticoncepción de emergencia sin receta desde junio de 1999 [45], y en Nueva Zelanda, el cambio a la compra sin receta médica provocó un 15% de aumento en las ventas en farmacias de píldoras de anticoncepción de emergencia [46]. En estudios que evalúan los efectos del acceso a la anticoncepción de emergencia sin receta médica en Francia, Noruega, Portugal y Suecia, muchas mujeres señalaron que apreciaban la privacidad y el ahorro en costo y tiempo al no tener que visitar a un médico [47]. Otro estudio en Ghana mostró que el tratamiento se auto administraba correctamente, sin un aumento de la incidencia de coitos sin protección [48]. Aproximadamente el 13% de las muertes relacionadas con el embarazo en mujeres de todas las edades, o una cada ocho, son el resultado de un aborto en malas condiciones [49].

 

Todo lo que nos lleva a la inevitable reflexión de que la amplia disponibilidad de la anticoncepción de emergencia podría ayudar a disminuir el número de abortos peligrosos que ocurren cada año, y considerando que el tiempo posterior al coito no protegido, en el que comienza el tratamiento es un elemento crítico para la efectividad de la anticoncepción de emergencia, esta debería ser suministrada a nivel primario de salud, en farmacias y otros establecimientos fácilmente asequibles a las consumidoras potenciales. Lo que debería ir acompañado de entrenamiento en técnicas apropiadas de consejería a los proveedores de salud. También será necesario incorporar la anticoncepción de emergencia en niveles secundarios de los sistemas de salud (hospitales, clínicas, etc.).

 

La necesidad de hacer conocer a las personas, tanto a mujeres como hombres, que la anticoncepción de emergencia es una opción y que incluye diversos métodos disponibles claramente hace menester el uso de campañas informativas y de la consejería por parte del personal de salud, para enfatizar de manera explícita que la anticoncepción de emergencia no es una alternativa de anticoncepción de uso regular, sino solamente una solución de emergencia, lo que permitiría indirectamente introducir y profundizar aun más el tema de la anticoncepción regular y de la planificación familiar como responsabilidad de la pareja.

 

El resultado de campañas de información y una gran accesibilidad a la anticoncepción de emergencia como método utilizable para prevenir embarazos no deseados en situaciones de emergencia pudiera en un principio propiciar el “abuso” del método. Por lo que sería necesario enfatizar en la educación de los posibles usuarios, (sin dejar a dudas para evitar el uso rutinario o indiscriminado de la anticoncepción de emergencia), en cuanto a:

 

  • Como su nombre indica, la anticoncepción de emergencia nunca debe usarse como método regular de planificación familiar, sino solo en situaciones de emergencia.
  • La efectividad anticonceptiva de las píldoras de anticoncepción de emergencia, no es tan alta como la de los demás métodos de uso regular.
  • Los efectos colaterales de la anticoncepción de emergencia, se hacen más intensos y frecuentes, así como su uso repetido durante el mismo ciclo menstrual provoca posibles trastornos inducidos del sangrado que dificultarían el reconocimiento de las fases del ciclo.
  • La ausencia de contraindicaciones no es aplicable al uso repetido del método, que resulta casi inocuo si se utiliza ocasionalmente, pero se comporta como cualquier otro tratamiento hormonal si se aumenta la frecuencia de su uso.
  • No protege contra ningún tipo enfermedad de transmisión sexual, por lo que no podrá sustituirse por el condón.

 

La atención a la demanda de la anticoncepción de emergencia, en general, requiere de profesionales con pericia en la entrevista clínica, y habilidades para manejar los contenidos referentes a la sexualidad y la anticoncepción, así como de un espacio físico que garantice la intimidad y del tiempo para realizar la anamnesis. Cuando por la razón que sea no se dé respuesta a la petición, se debe informar de otros recursos asistenciales para la resolución de la misma. Es recomendable un plan de actuación que contenga al menos:

 

1. Anamnesis

 

  • Precisar si ha habido posibilidades de riesgo de embarazo.
  • Precisar la normalidad de la última menstruación de la mujer en cuanto a ritmo y presentación.

 

2. Información. Es aconsejable procurar las recomendaciones escritas (Tabla 1), como:

 

Para la anticoncepción de emergencia (método oral):

 

  • Las pastillas que te hemos facilitado contienen una dosis total de: 0,2 miligramos de etinilestradiol y 1 miligramos de levonorgestrel. Debes tomarte 2/4 pastillas juntas (según el preparado elegido). Y dentro de 12 horas otras 2/4 más (ídem)
  • Tolerarás mejor esta medicación si comes antes algo
  • Si tomas la medicación en la forma que te hemos indicado, probablemente observarás un sangrado semejante a una menstruación en un intervalo que, desde hoy, puede oscilar entre 3 y 21 días.
  • Este tratamiento no te protege de otras relaciones sexuales posteriores, en este ciclo. En el caso de tenerlas, usad preservativos masculinos o femeninos adecuadamente o bien no realicéis penetración vaginal
  • Avísanos si te parece que notas algún síntoma que te parezca extraño: náuseas, vómitos u otros
  • Si pasan 21 días sin que observes un sangrado vaginal, acude a tu centro de salud o de planificación familiar.
  • En caso de fallo del método parece que no es probable el riesgo de daños para el feto, pero no existe evidencia al respecto.
  • Recuerda que un coito no protegido expone, además de al embarazo, a cualquier enfermedad de transmisión sexual, incluido el SIDA.

 

Para la anticoncepción de emergencia (con dispositivo intrauterino (DIU)):

 

  • Te hemos insertado un dispositivo intrauterino (DIU)/IIU tipo (consignar marca y carga de cobre).
  • No tengas relaciones sexuales con penetración, ni te pongas tampones vaginales, ni te metas dentro del agua (sí que pueden ducharte) hasta dentro de 2 o 3 días, para evitar infecciones.
  • Sangrarás, probablemente, en la fecha que esperabas tu menstruación.
  • Avisa si notas algo que te parezca extraño: dolor, sangrado anómalo u otros.
  • Acude a tu centro de salud cuando se te acabe la menstruación y decide con tu médico la conveniencia o no, en tu caso, de seguir llevando el dispositivo intrauterino (DIU).
  • Si no menstruas en la fecha esperada y fallase el método, tu dispositivo intrauterino (DIU) debe ser extraído.
  • Recuerda que un coito no protegido expone, además de al embarazo, a cualquier enfermedad de transmisión sexual, incluido el SIDA.
  • Procurar información de las características del método a utilizar, su mecanismo de acción, el tiempo de que se dispone para aplicar el tratamiento, las contraindicaciones, los efectos secundarios indeseables, la eficacia y el coste. Hacer hincapié en la forma de uso y el tiempo en que se puede esperar el sangrado
  • Recomendar la máxima precaución en caso de coitos posteriores, hasta el sangrado.
  • Recomendar que se consulte si se advierte algún síntoma que parezca atípico
  • Sugerir reflexión en cuanto a qué hacer en caso de fallo.
  • Enfatizar en cuanto a la ausencia de protección del tratamiento frente a las enfermedades de transmisión sexual.

 

3. Si la anamnesis lo revela necesario:

 

  • Informar acerca de métodos anticonceptivos.
  • Informar acerca de enfermedades de transmisión sexual.
  • Informar acerca de prácticas de sexo protegido.

 

4. Recomendar control posterior.

 

Es esencial reforzar la corresponsabilidad de los dos miembros de la pareja durante el coito estimulando el uso de doble protección, frente al riesgo de embarazo y de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), si es lo oportuno. Y alentar el acceso a las revisiones ginecológicas periódicas.

 

Tras de la demanda explícita de anticoncepción de emergencia pueden esconderse otras dificultades que son las verdaderas generadoras del mal uso o la ausencia de uso de anticoncepción, que pueden ir desde problemas de identidad sexual o disfunciones sexuales hasta desórdenes alimentarios. Entre otros ejemplos posibles, el preservativo que “se rompe” puede ser un preservativo que no se pone ante el temor de una impotencia o el vómito tras la ingestión de unas píldoras puede ser el vómito habitual de una adolescente con bulimia. Hay que prestar la debida atención a lo que la adolescente trata de transmitir, para ello debe eludirse las actitudes de rutina, en las que sólo se escucha lo anecdótico, pues eso lleva a atender sólo parcialmente la demanda con los profesionales se convierten en meros expendedores.


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