Caracterizacion Epidemiologica, Clinica y Humoral del paciente hipertenso
Autor: Dr. Ricardo René Núñez Barrera | Publicado:  15/04/2009 | Cardiologia , Nefrologia , Medicina Interna , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Caracterizacion Epidemiologica Clinica y Humoral del paciente hipertenso.6

Tabla Nº 3. Distribución porcentual de pacientes según estados del filtrado glomerular y etapas del estudio.

 

HTA_hipertension_epidemiologia/filtrado_glomerular

 

Χ2 de McNemar = 12,8 p < 0,05 (estadística significativa)

 

En lo referente a los resultados del filtrado glomerular se precisa un incremento porcentual significativo de los resultados alterados al final de la investigación en una magnitud del 47,1%, con respecto al inicio del estudio. Esta realidad es esperada pues se tienen evidencias de estudios anteriores que el filtrado glomerular es sensible a la repercusión de la hipertensión arterial sostenida, con cambios evidentes sostenidos de la filtración renal desde etapas tempranas de la enfermedad. (Tabla 3).

 

La tasa de filtración glomerular, es el mejor indicador de cómo funciona el riñón, por lo que las alteraciones de la misma es considerada en la actualidad por la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial como un marcador de riesgo cardiovascular elevado o muy alto (75).

 

El descenso progresivo de la función renal se acompaña no sólo de una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovasculares, sino también de una mortalidad más elevada de complicaciones cardiovasculares (76, 77). De hecho la presencia de un descenso moderado del aclaramiento de la creatinina se asocia ya con una notable elevación del riesgo cardiovascular (76, 78-80).

 

Estudios recientes han demostrado la importancia que tiene la insuficiencia renal crónica (IRC) en la prevención cardiovascular primaria y secundaria, tanto de la cardiopatía isquémica como de la insuficiencia cardiaca (76, 81-84).

 

De todo ello se desprende que la realización del filtrado glomerular en un paciente hipertenso es un estudio indispensable para la determinación de daño de órgano diana en primer lugar y para la detección precoz de riesgo cardiovascular en segundo lugar, y de esta forma prevenir las deletéreas consecuencias que el mismo acarrea.

 

Gráfico 5. Distribución porcentual de pacientes según presencia de daño renal mínimo.

 

HTA_hipertension_epidemiologia/disfuncion_renal

 

Son múltiples los exámenes complementarios que se indican para el estudio de la hipertensión arterial los cuales son útiles para confirmar que se trata de una hipertensión esencial en primer lugar ya sospechada por la clínica y determinar la presencia de daño a órgano diana en segundo lugar.

 

Muchos autores lo consideran estudios complementarios de primer y segundo nivel; pero de todos ellos es la microalbuminuria (MA) el estudio que se utiliza mundialmente como predictor de daño renal y endotelial. (10, 11, 13, 15-19)

 

La presente investigación identificó que 8 de cada 10 pacientes (82,0% de los enfermos) presentaban daño renal mínimo según resultados de estudios de microalbuminuria. (Gráfico 5).

 

El riñón participa de forma activa en la etiopatogenia de la hipertensión arterial y por otra parte, sufre las consecuencias del proceso hipertensivo. Se sabe que un 42% de los hipertensos arteriales no tratados desarrollan proteinuria, que llega a ser terminal en el 12% de los casos.

 

La microalbuminuria (mAlb) es una señal transmitida a través de riñón que la vasculatura no está funcionando bien, concluyendo que es un índice de disfunción endotelial (85-86).

 

Se ha observado un aumento de la microalbuminuria en pacientes con hipertensión arterial (HTA) esencial insuficientemente tratados, existiendo relación entre la tasa de excreción y los niveles de presión arterial. Es un factor predictor del desarrollo de proteinuria clínica, insuficiencia renal crónica y mortalidad cardiovascular (85).

 

En los últimos años se ha considerado la microalbuminuria (mAlb) como factor de riesgo cardiovascular, también se han descrito la existencia de diversos factores que favorecen la producción de microalbuminuria (mAlb) en los pacientes con hipertensión arterial (85).

 

La excreción urinaria de albúmina en los pacientes con hipertensión arterial, representa un estado precoz del deterioro de la función renal y se relaciona con una mayor morbimortalidad por eventos cardiovasculares. Esta relación cobra aun mayor interés si, existen dos o más factores de riesgo cardiovasculares que concurren en el mismo paciente, también se ha comprobado que los pacientes con microalbuminuria positiva tienen cifras de tensión arterial elevadas al igual que los lípidos (85, 87).

 

En estudios realizados se han constatado un porcentaje elevado de colesterol total en pacientes con hipertensión arterial (HTA) y microalbuminuria, también se ha descrito la posibilidad de que la microalbuminuria (mAlb) favorezca la dislipidemia y en este sentido se sabe que las perdidas proteicas favorecen el aumento de los niveles de colesterol y de lipoproteína –a, por otro lado se conoce que las dislipidemias ocasionan microalbuminuria (mAlb), por mecanismos que parecen depender de la mayor adherencia de monolitos y macrófagos al endotelio de los capilares renales, dependiente del aumento de LDL colesterol especialmente de su fracción oxidada (85,88).


La microalbuminuria (mAlb) implica una permeabilidad vascular anormal y presencia de aterosclerosis. La patología vascular arterial presenta dos componentes, la ateroesclerosis y la arteriosclerosis. (1) La asociación aparente entre microalbuminuria (mAlb) y aterosclerosis está relacionada, en parte, a un perfil de factor de riesgo adverso. Los pacientes con hipertensión arterial (HTA) esencial, la microalbuminuria se relaciona con tensiones arteriales más elevadas, colesterol total sérico elevado y colesterol – HDL sérico reducido. La disfunción generalizada de la pared vascular también puede estar implicada, así podemos decir que “el riñón es el centinela de la vasculatura.” Si la microalbuminuria (mAlb) está presente es indicación de una permeabilidad incrementada de las células endoteliales e implica cierto nivel de lesión de modo que está comprometida la respuesta vascular (90, 91). También otros estudios encuentran una correlación positiva y significativa con los triglicéridos indicativos de un mayor deterioro vascular (87). La barrera glomerular constituye el bloqueo renal físico del flujo irrestricto de moléculas desde el compartimiento vascular al espacio urinario, por lo que la disfunción endotelial del glomérulo sería un factor clave en el deterioro de su permeabilidad (85, 91).

 

Tabla Nº 4. Distribución porcentual de pacientes según estados de lipidograma.

 

HTA_hipertension_epidemiologia/lipidos_lipidograma_lipidemia

 

Los complementarios relacionados con el lipidograma precisan valores porcentuales alterados mayores para los triglicéridos y prueba de frío (55,8% para ambos), no así para el colesterol donde el porcentaje de resultados alterados en la muestra de pacientes estudiados fue de 44,2%. (Tabla Nº 4).

 

Es por todos conocidos que las hiperlipoproteinemias constituyen un factor de riesgo mayor modificable para la hipertensión arterial (HTA) y ambas conjuntamente con la DM y el tabaquismo son los cuatro factores más importantes a tener en cuenta en la aparición de las alteraciones vasculares ateroscleróticas que condicionan las consecuencias clínicas de la aterosclerosis tales como: la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular y la arteriopatía periférica, las que constituyen las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo desarrollado (4, 8, 9,49, 59, 62).

 

La asociación de hipertensión arterial (HTA), obesidad central, diabetes tipo II o glicemia en ayunas aumentada (≥ 100mg/dl), hipertrigliceridemia y HDLc disminuido, asociado a resistencia a la insulina constituye el Síndrome Metabólico, el cual es considerado un factor de riesgo para la enfermedad vascular aterosclerótica (69).

 

 

Conclusiones:

 

  • Predominio de los grupos de edades de 30 – 59 años y del sexo femenino sobre el masculino.
  • La raza negra tuvo un lugar preponderante, seguido de los mestizos.
  • La presencia de hiperlipoproteinemias, diabetes mellitus y obesidad son antecedentes patológicos personales frecuentes en la población objeto de estudio.
  • Los familiares de primer orden hipertensos es un hecho a tener siempre en cuenta.
  • La cefalea fue el síntoma más importante, seguido de los acufenos y los trastornos gastrointestinales.
  • La elevación de los valores de la creatinina y la tasa de filtración glomerular hay que tenerlo en cuenta en el momento de evaluar al paciente hipertenso.
  • La microalbuminuria es un predictor de daño renal mínimo y un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.

 


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