Caracterizacion clinico-epidemiologica y Cuidados de Enfermeria en la Cardiopatia Isquemica
Autor: Dr. Francisco Cordié Muñoz | Publicado:  28/07/2009 | Cardiologia , Enfermeria , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Caracterizacion clinico-epidemiologica y Cuidados de Enfermeria en la Cardiopatia Isquemica.4

Coincidiendo con la mayoría de la literatura revisada donde plantean que la cardiopatía isquémica es una afección preferentemente de la 5ª década de la vida siendo máxima de 50 – 64 años, así como, antes de los 40 años su incidencia es baja y prácticamente desconocida en la infancia y adolescencia.(2,5)

 

Consideramos además que morbilidad de dicha enfermedad continuará en ascenso paulatinamente teniendo en cuenta que con las nuevas estrategias del gobierno bolivariano encaminadas a elevar el nivel y calidad de vida a la comunidad con diferentes programas y misiones (pilar fundamental en este caso la misión Barrio Adentro); cada día existirá una población más vieja, creciendo así el número de enfermos cardiovasculares. Habrá entonces que mantener un estricto control de dispensarización de dichos enfermos encaminados a su seguimiento; teniendo que ser más agresivos en la prevención, respaldados por las campañas publicitarias en salud. Sabemos además que existe una brecha entre los avances de las sociedades occidentales desarrolladas y nosotros que vamos detrás, por lo tanto se impone implementar más campañas de salud y sacrificio en la labor de la atención primaria; que al ser efectivas se logre un descenso en la incidencia de enfermedad cardiovascular.

 

En cuanto al sexo, coincidimos con lo planteado por Roca (3)y Farreras (2) donde el sexo masculino es mayoritario, tal es así que en nuestro estudio tuvimos 115 pacientes masculinos representando el 56.7% y femeninas fueron 88 para el 43.4%.

 

También otros autores son exponentes de resultados similares en sus estudios ; mientras que sucede todo lo contrario en el estudio de Espinosa FR, Pavia LAA (6) y Ferrer(7) donde el sexo femenino es predominante en afecciones de cardiopatía isquémica aunque debemos recordar que en las mujeres menopáusicas la diferencias de la enfermedad en cuanto a sexo muchas veces se borra ya que a los 65 años las tres cuartas partes de las fallecidas se deben a ataques coronarios agudos y para explicar esto se invoca el factor protector estrogénico, que desaparece de forma paulatina a partir de los 55 años, lo que favorece el incremento del colesterol sérico. (2)

 

Por tanto, la CI en las mujeres es una enfermedad esencialmente de la postmenopausia. De hecho, en mujeres en este período, el riesgo acumulado durante la vida de morir por CI es del 31% frente a un riesgo de un 3% de morir por cáncer de mama. Además, la CI no sólo es una causa muy importante de mortalidad en las mujeres sino que sus síntomas pueden afectar su capacidad funcional, llegando a producir limitaciones hasta a una de cada tres mujeres de 55–64 años y a más de la mitad de aquellas mayores de 75 años con CI, lo que finalmente causa un considerable deterioro de la calidad de vida.

 

Tabla 2: Incidencia de algunos factores de riesgo en la cardiopatía isquémica. Municipio Valmore Rodríguez. Estado Zulia. Venezuela.

 

cuidados_enfermeria_cardiologia/factores_riesgo_modificables

 

Fuente: Historia de Salud familiar.

 

Al observar la (Tabla 2) reflejamos la incidencia de algunos factores de riesgos donde se distingue a la Hipertensión Arterial con 98 pacientes para un 48.27% como predominante (coincidiendo con la literatura donde describen que el 50% de los hipertensos sufren de CI y esta entidad representa un factor de riesgo importante a causa de su alta prevalencia en la población y de su contribución al deterioro vascular). En segundo lugar describimos la Hiperlipidemias con 60 pacientes (29.55%) como es descrita en los textos en el primer lugar de dichos factores con el papel protagonista en las lipoproteínas de baja y muy baja densidad (LDL y VLDL) para su estrecha relación con la prevalencia de la cardiopatía. El Sedentarismo con 54 casos (26.6%), la Diabetes Mellitas con 41 pacientes significando el 20.19%, el Hábito de fumar con 38 pacientes (18.71%) y por último con menor significación la Obesidad y el Alcoholismo para un 14.28% y 9.35% respectivamente.

 

Se calcula que en Venezuela hasta el 60% de la cardiopatía isquémica es consecuencia de la hipertensión arterial, aunque de todos los pacientes que son hipertensos, apenas el 60% es tratado por un médico y conoce su problema de salud. “De los pacientes tratados, sólo la mitad está bien controlado”, apunta Acosta en sus estudios. (8, 9)

 

Otras consideraciones en nuestro estudio que deben de influir en encontrar a la Hipertensión Arterial e Hiperlipidemias dentro de los primeros factores de riesgo en la CI cabe señalar que los hábitos alimentarios de esta comunidad no son los más adecuados contando con la ingestión de alimentos ricos en grasas así como consideramos que la hipertensión arterial es un problema de salud pública por su alta prevalencia. Por ejemplo después de los 50 – 60 años, hasta 50% de las personas pueden tener hipertensión arterial. La prevalencia en Venezuela, en nuestro municipio, y en general en todos los países, es alrededor de 20 y 30%, lo que indica que en el país puede haber de 4 a 5 millones de personas con esta enfermedad silente.

 

También debemos referirnos a un factor de riesgo considerable para la CI que aunque no lo tomamos en consideración en nuestro estudio por no contar con los médicos acordes para su cuantificación hoy cobra gran importancia en la aparición y evolución de dicha enfermedad así que desde el punto de vista cardiovascular la tensión o (estrés) para el organismo es un factor de riesgo importante en cuanto a enfermedades cardiovasculares, sobre todo de infartos afección denominada por los médicos, como “cardiopatía isquémica”.

 

Múltiples trabajos de investigación se han realizado al respecto y, uno en especial, efectuado en Alemania, durante un día de juego de football, en el cual se incrementó el número de infartos en hombres jóvenes por el estrés generado por la emoción. Está demostrado que el estrés influye en la tensión arterial, elevándola, por lo que se convierte en otro factor de riesgo. El estrés aumenta la estimulación del simpático, y la segregación de adrenalina con lo que se favorecen una serie de efectos tanto de isquemia miocárdica, como de facilitación de arritmias potencialmente malignas, así que el estrés puede ser un efecto desencadenante capaz de incrementar la incidencia de cardiopatía isquémica.

 

Según la literatura revisada y opiniones de varios autores como Braunwald se plantea que en los pacientes que sufren de Cardiopatía Isquémica no necesariamente deben de tener alguna alteración en el electrocardiograma e incluso estiman que pueden existir hasta un 50% de EKG dentro de los parámetros de la normalidad en dichos pacientes y al refiriéndonos a este tema podemos apreciar que en nuestro estudio solo 81 pacientes (40%) no presentaron trastornos electrocardiográficos, siendo el 60% restante lo predominantes con patologías eléctricas.

Pensamos y es indudable que, entre los numerosos métodos diagnósticos utilizados para el estudio del corazón, el electrocardiograma (ECG) constituye uno de los recursos esenciales. El uso inadecuado y una mala interpretación de un método tan valioso continúa siendo desgraciadamente uno de los males de la medicina moderna. Es sin duda en este campo donde el médico afronta una de las mayores responsabilidades, porque un error de interpretación puede acarrear graves trastornos para el enfermo; es así que debemos considerar que dos situaciones extremas deben de tenerse presentes desde este momento.


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