Comportamiento del electrocardiograma en pacientes hipertensos
Autor: Dra. Yuritza Brook Hechavarria | Publicado:  11/02/2010 | Cardiologia | |
Comportamiento del electrocardiograma en pacientes hipertensos .8

Metódica

 

Todos los pacientes fueron citados por visita de terreno y se les proponía la realización de una consulta médica, exámenes complementarios y un ECG anuales, de forma independiente del proceso asistencial habitual por Hipertensión Arterial (HTA) u otros motivos de consulta. Con objeto de reconocer a los pacientes incluidos en el estudio, todas las historias clínicas fueron convenientemente marcadas con recordatorios anuales.

 

Tras obtener su consentimiento, en las consultas médicas se medía el peso, la talla, así como la presión arterial mediante esfigmomanómetros de mercurio bien calibrados tras permanecer 5 minutos en posición sentada. Los exámenes complementarios consistían en la determinación sanguínea de hemograma, glicemia, ácido úrico, urea, creatinina y perfil lipídico. Se le realizó un electrocardiograma convencional de 12 derivaciones, con el objetivo de identificar el número de pacientes que mostraron alteraciones electrocardiográficas, así como señalar la distribución por edades de las mismas, así como, las modificaciones electrocardiográficas más frecuentes. Las posibles alteraciones se clasificaron de acuerdo con la propuesta del Pooling Project y el código de Minnesota.33-36

 

Con objeto de incrementar la sensibilidad del método, la Hipertrofia Ventricular Izquierda (HVI) fue definida a través de la aplicación de los criterios de voltaje de Sokolow-Lyon, Cornell.

 

Índices de valoración de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI)

 

Sokolow-Lyon

 

S V1+ R V5 or V6 > 35 mm

Cornell

S V3 + R AVL > 28 mm en hombres

S V3 + R AVL > 20 mm en mujeres. 34

 

Cuando el paciente presentaba uno de los criterios se consideraba que presentaba HVI definida por ECG.

 

Se consideró criterio de "buen control" de la Hipertensión Arterial (HTA) cuando la presión arterial sistólica y diastólica (TAS y TAD) eran menores de 140 y 90 mmHg, respectivamente.

 

Para el análisis de la incidencia de ALT-ECG, objetivo de este estudio, se incluyeron solamente aquellos pacientes con un ECG basal estrictamente normal. Se consideró como criterio de seguimiento la realización, como mínimo, de un ECG a lo largo de los 2 y medio años de seguimiento. El seguimiento finalizaba cuando se producía una primera ALT-ECG o en caso de presentar complicaciones.

 

Como parte del seguimiento se evaluó la aparición de eventos clínicos cada 6 meses y se realizó ECG de 12 derivaciones, en reposo, al inicio del estudio, al año y los 2 años, a todos los participantes.

 

Procesamiento y síntesis

 

Los datos obtenidos fueron procesados con una calculadora individual utilizándose como medida de resumen para variables cualitativas el por ciento y la información obtenida de las historias clínicas se procesó en una computadora PENTIUM IV con el sistema operativo Windows XP Professional, con Microsoft Office 2007.

 

Se confeccionaron tablas donde se vaciaron los datos para mejor análisis y comprensión de los resultados.

 

Aspectos éticos

 

Se obtuvo una autorización escrita de los sujetos incluidos en el estudio antes de comenzar, para lo que se confeccionó un modelo de consentimiento informado (Anexo 1).

 

Resultados y discusión

 

Tabla 1. Características generales de los 97 pacientes con ECG basal normal y seguidos correctamente durante el estudio.

 

ECG_HTA_electrocardiograma/caracteristicas_generales

 

Fuente: Historias Clínicas

 

En la tabla 1 se muestran las características generales de los 97 pacientes acudieron a la visita inicial y presentaban un ECG basal normal, estos fueron seguidos correctamente hasta junio de 2009. De ellos 45 pacientes tenían más de 60 años (46.4%); 36 se encontraban entre los 40-59 años de edad (37.4%) y 16 pacientes pertenecía al grupo de 20-39 años (16.2%). Villegas Peñaloza y Roca plantean que la Hipertensión Arterial (HTA) es más frecuente en los mayores de 60 años, con incremento tanto de la tensión arterial diastólica (TAD) como de la TAS (de mayor riesgo cardiovascular y más difícil control) y la PA promedio aumenta a medida que el individuo envejece. Además, el envejecimiento se asocia a un incremento de la comorbilidad general y cardiovascular. La participación en menor proporción de los pacientes entre 20-39 años lo relacionamos con falta de interés en participar en el estudio. En relación con el sexo 65 pacientes pertenecía al género femenino (67%) y 32 al masculino (33%).

 

Esta característica coincide con la encontrada por De la Figuera en el estudio MINACOR donde el mayor porciento de los pacientes correspondía al sexo femenino. Esta diferencia puede ser explicada porque las mujeres tienen mayor control sobre la enfermedad y acuden a la consulta con mayor periodicidad que los hombres lo que se relaciona con factores laborales, sociales y culturales.

Los pacientes tenían diagnosticada la Hipertensión Arterial (HTA) entre 36 y 48 meses antes del comienzo del estudio. En 47 (48.4%) de los pacientes que acudieron a la visita inicial existían otros factores de riesgo asociados: entre ellos tabaquismo, obesidad, dislipidemias y antecedentes de HTA en familiares de primer grado. La presencia de estos factores incrementa el riesgo de padecer eventos cardiovasculares. Sólo 56 pacientes (58%) tenían tratamiento previo para la enfermedad, lo que expresa existe un control inadecuado de la Hipertensión Arterial (HTA), que puede traducir mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. 14, 15


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