Caracterizacion del riesgo preconcepcional
Autor: Dra. Danay González Moseguí | Publicado:  10/03/2010 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Caracterizacion del riesgo preconcepcional .3

Cuando los jóvenes preguntan cuál es el mejor método anticonceptivo, los especialistas suelen contestar que no existe un método ideal que pueda aplicarse a todo el mundo, puesto que hay que estudiar cada caso en particular. Pero, de forma general, sí puede decirse que el anticonceptivo óptimo debe poseer las siguientes características: ser seguro, inocuo y aceptado con agrado por la pareja. 53,54

 

Varios autores coinciden en que los métodos anticonceptivos más conocidos y seguros son la píldora, el dispositivo intrauterino o DIU, el preservativo y el diafragma. Estos dos últimos deben usarse con cremas espermicidas para reforzar su eficacia. No tan conocido es el preservativo femenino. Por otro lado, existen algunos métodos basados en el conocimiento de los períodos fértiles femeninos, pero no son muy seguros. 2, 4, 55,56 Sin embargo, se ha observado que la utilización de la lactancia materna, los métodos inyectables y la esterilización, fundamentalmente en la mujer, ganan gran espacio como métodos de planificación familiar, siendo este ultimo un método de aplicación definitiva.

 

La píldora anticonceptiva apareció en el mercado europeo hace casi cincuenta años (1961) y, desde entonces, esta minúscula pastilla, conocida también como anovulatorio, se ha convertido en uno de los métodos reversibles más eficaces para prevenir el embarazo. Administrada correctamente, la seguridad supera el 99,5%. Esto significa que la proporción de fallos es de menos de 0,5 embarazos por cada 100 mujeres que la toman anualmente. Su mayor riesgo es olvidarse de tomarla. Cada píldora contiene dos hormonas sintéticas similares a las que se producen en el ovario: estrógeno y progesterona. Cuando estas sustancias entran en el torrente sanguíneo, la hipófisis recibe el mensaje de que ya hay suficiente estrógeno y progesterona y deja de dar órdenes al ovario para que las elabore. El ovario, al no ser estimulado, queda sin ovulación, en reposo, en una situación hormonal similar a la que experimentan las mujeres cuando están embarazadas. La píldora provoca también un espesamiento de la mucosa cervical, que dificulta la entrada de los espermatozoides. Asimismo, cambia el endometrio, convirtiéndose en un lugar hostil para una hipotética fecundación. 57-60

 

El dispositivo intrauterino, DIU o espiral, es un pequeño aparato, muy flexible, compuesto de plástico y metal que se coloca en la cavidad del útero con la finalidad de alterar la fisiología de la mucosa uterina e impedir así el asentamiento del óvulo si hubiera sido fecundado. El dispositivo también aumenta el flujo, dificultando el acceso de los espermatozoides, y altera el movimiento de las trompas de Falopio, obstaculizando el recorrido del óvulo hacia el útero. 61-63

 

Existen diversos modelos y tamaños, por lo que el ginecólogo puede escoger el más adecuado al útero de cada mujer. Dependiendo del tipo de DIU elegido, puede durar de dos a cinco años. Suele colocarse y extraerse durante el periodo menstrual, pues es cuando el cuello del útero se encuentra más abierto. El médico lo inserta, plegado, en el interior de la cavidad uterina, mediante un aplicador. Luego, lo despliega de forma que quede sujeto en las paredes uterinas, dejando unos pequeños hilos de nailon que servirán para extraerlo cuando sea necesario. Requiere control médico anual y estar al tanto de cualquier pequeña infección vaginal. 64-66

 

Varios autores coinciden en que se trata del método más eficaz después de la píldora 67,68 pero, sin embargo, otros plantean que la seguridad no es total. Se calcula que de cien mujeres que lo utilizan en un año, dos pueden quedar embarazadas. 69

 

Con el dispositivo intrauterino (DIU), las reglas acostumbran a ser más abundantes, en algunas mujeres esto ocurre sólo los tres primeros meses. Suele aplicarse a partir de los treinta años, aunque no existen contraindicaciones expresas en mujeres más jóvenes.

 

El preservativo, conocido también como profiláctico o condón, es uno de los métodos más antiguos utilizados para prevenir el embarazo (en el pasado se hacían con el tejido del vientre de algunos animales). Se trata de una funda muy fina de látex que impide que los espermatozoides entren en la vagina. Si se usa correctamente tiene una eficacia muy alta. No requiere control médico ni receta y se adquiere en farmacias u otros puntos de venta. También hay de colores y texturas variadas y con distintos sabores. De todos modos, la seguridad de los mismos depende de la calidad del látex empleado. 25,70


La efectividad del preservativo aumenta si se combina con productos espermicidas (supositorios vaginales, cremas, geles). Hay que recordar que la eyaculación en la vulva, sin preservativo, puede originar un embarazo.


El preservativo protege del embarazo no deseado, del SIDA y de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).71

 

En relación con los métodos naturales, los que optan por estos métodos suelen hacerlo por motivos religiosos o bien porque con ellos no se alteran los ritmos biológicos naturales con sustancias químicas o instrumentos extraños al organismo. Consisten en la abstención de las relaciones cóitales durante los días fértiles de la mujer. Es necesario saber el momento de la ovulación y la capacidad de vida del óvulo y del espermatozoide. 72,73

 

Varios investigadores coinciden en afirmar que estos métodos son algo menos seguros, ya que el ciclo menstrual de la mujer puede variar por diversos motivos, como puede ser un simple catarro, un disgusto con la familia, la toma de ciertos medicamentos o una infección vaginal. Además, no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por otro lado, llevarlos a la práctica resulta un tanto complicado y requiere un buen conocimiento del propio cuerpo. 72-74

 

En relación con los métodos inyectables, los dos preparados inyectables intramusculares más comúnmente usados son una inyección trimestral de depósito de acetato de medroxiprogesterona (150 mg en una suspensión microcristalina: DAMP, Depo-Provera), y una inyección cada dos meses de onantato de noretisterona (200 mg en aceite: ON-NET, noristerat, norigest). Las fórmulas inyectables mensuales por lo común contienen un progestágeno de acción prolongada y un estrógeno de acción corta. Son anticonceptivos sumamente eficaces que logran producir patrones de sangrado mensual más satisfactorios que los métodos de acción más prolongadas. Sin embargo, tienen la desventaja de exigir administración más frecuente. 75,76

 

En relación con la esterilización voluntaria se hace hincapié en el término "voluntario" porque su empleo coercitivo, o con el atractivo de alguna forma de premiación o su aplicación sin el consentimiento informado de la pareja o cuando menos del individuo, debe considerarse como una grave agresión a los derechos de reproducción humanos. Por otra parte, es recomendable que quien se sujeta a estos procedimientos debe considerarlos en principio como definitivos e irreversibles, aunque estrictamente se pueden revertir, pero quien así lo deseara debiera mejor recurrir a cualquiera de los métodos transitorios. 64, 77

 

La interrupción de la trompa de Falopio ("salpingoclasia") ha sido practicada desde tiempos muy tempranos, sea como intervención primaria y única o como complemento de otras operaciones sobre el aparato genital. Existen muchos procedimientos, incluidos los laparoscópicos, que deben quedar limitados al especialista. Para el médico general, el procedimiento más simple y confiable sobre la trompa misma es el de Pomeroy, utilizando material absorbible. Puede hacerse muy sencillamente fuera del embarazo por una minilaparotomía suprapúbica, acercando la trompa a la incisión con un movilizador uterino, o transumbilical en el momento de terminar el parto, ya que en ese momento el fondo uterino se encuentra precisamente al nivel del ombligo y puede, incluso, aprovecharse para la reparación de una hernia umbilical que estuviera presente. No está justificado hacer una cesárea sin indicación obstétrica real, con el sólo objeto de facilitar la salpingoclasia. 78,79

 

Finalmente, la capacidad para reproducir es considerada como un don natural que puede ser ejercido a voluntad; la reproducción y sus problemas siempre habrán de ser compartidos por la pareja. La decisión de hacer o no anticoncepción es derecho y responsabilidad primaria de la pareja humana. Los métodos son múltiples y cada uno tiene sus ventajas y problemas. La obligación del médico es exponer con objetividad a la pareja las opciones disponibles en sus circunstancias concretas y, de común acuerdo, poner en práctica de una manera absolutamente profesional y segura el procedimiento seleccionado. Deberá ejercerse una vigilancia periódica a plazos no mayores de un año, tanto del procedimiento anticonceptivo, como de la salud ginecológica y general de la paciente, y del varón en su caso.

 

El mal uso o la aplicación indiscriminada de la anticoncepción pueden tener serias consecuencias médicas, sociales y aun legales, pero las consecuencias médicas son peores cuando una mujer constituye riesgo preconcepcional y no existe una intervención del profesional de salud para modificar este y que se logre el embarazo en las condiciones más óptimas.

 

 

Objetivos


General

 

  • Caracterizar el riesgo preconcepcional en el consultorio del bloque 10 de Casalta 3, en el periodo comprendido de enero a octubre del 2008.


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